La vitamina C se encuentra en muchos más alimentos aparte de en las naranjas y los limones. De siempre se ha dicho que lo mejor para desayunar es un buen vaso de vitamina C, como la que te aporta el zumo de naranja. Pero la verdad es que el azúcar que contienen esas frutas al licuarlas es demasiado elevada.
Es más recomendable consumir una pieza de fruta que un zumo, por muy natural que sea. La vitamina C, ácido ascórbico, es imprescindible parar el buen funcionamiento de tu organismo. Si no tienes suficiente vitamina C en tu cuerpo puede acarrearte problemas como sufrir escorbuto, que es una enfermedad que llegaría a costarte la vida.
La vitamina C está en muchos alimentos, sobre todo en las frutas y verduras, por lo que padecer este déficit es muy complicado o solo se da en personas que únicamente se alimentan de carne o con dietas demasiado restrictivas como puede ser la dieta del paleo.
Te diré algunos alimentos que contienen casi el doble de vitamina C que la famosa naranja o el limón.
Perejil y vitamina C
El perejil es una hierba que contienen gran cantidad de vitamina C. Posee 133 mg por cada 100 gramos.
Este producto es uno de los más utilizados en la cocina. Puedes añadirlo a casi todo lo que cocines, ya se trate de carne, verduras, ensaladas o salsas. Un truco para que el perejil no pierda la cantidad de vitamina C es añadirlo una vez que el plato esté preparado.
Brócoli
Al brócoli le sucede como a muchas otras verduras, hay que comerlo crudo o los 110 mg de vitamina C que tiene cada 100 gramos se reducirá a más de la mitad.
Si cocinado es difícil que la gente se lo coma, crudo ya es toda una utopía. No obstante, puedes añadirlo a ensaladas de zanahorias y col con salsa americana y te aseguro que cambiarás de opinión. Si quieres que lo más pequeños se lo coman juega con los colores en los platos o haz dibujos divertidos.
Pimientos rojos
Tienes que tener en cuenta que cuando cocinas los alimentos suelen perder parte de sus propiedades. En los pimientos rojos no es una excepción.
Los pimientos rojos crudos contienen casi 140 mg de vitamina C por cada 100 gramos. El problema es que esto baja considerablemente al cocinarlos. Puedes añadirlos a ensaladas o aliñarlos un poco para que sepan mejor.
Kiwi
El kiwi es de las mejores frutas que puedes comer. Te aporta una buena dosis de fibra y además tiene 100 mg de vitamina C por cada 100 gramos.
Tiene un poder laxante que ayuda a los estómagos que tienden a ser de absorción lenta logrando evitar problemas de sobrepeso. Los kiwis se pueden comer en ensaladas, de postre o jugar con su sabor y texturas en platos principales. Todo es cuestión de innovar.
Bullbo de hinojo
El bulbo del hinojo tiene también una gran cantidad de vitamina C, concretamente 93 mg por cada 100.
Tiene un sabor dulce característico y se suele usar en las ensaladas. Si no lo has probado aún o no lo usas en la cocina, estás perdiéndote un sabor bastante peculiar y adictivo, además de nutritivo. Hay algunas personas que lo ponen de entrante con un poco de zumo de naranja encima.
Uva
Se trata de la uva, que no del vino, la que tiene 90 mg de vitamina C cada 100 mg. Esta fruta tiene un índice de azúcar medio, por lo que no es recomendable comer demasiadas.
La uva contiene fibra vegetal, antioxidantes, hidratos de carbono de rápida absorción, y minerales como el potasio, hierro, cobre, calcio, fósforo, magnesio, manganeso, selenio o azufre.
Fresas y vitamina C
Las fresas son de los postres más demandados. Por cada 100 gramos tiene 70 mg de vitamina C. Es la fruta ideal para personas con diabetes o colesterol, siempre que no sean alérgicos a las fresas.
No tienen azúcares añadidos y tan solo 43 calorías. A esto le sumas la ventaja de que tienen fibra y eso ayuda aún más a eliminar la comida sobrante antes de que tu cuerpo la absorba del todo. Colabora a que te sientas lleno y no picotees entre horas. Además de vitamina C, también contiene pectina y lecitina.