El jamón ibérico es una verdadera delicia culinaria, fuera y dentro de las fronteras del país. Forma parte de un grupo reducido de alimentos que son considerados como gourmet. Es un alimento que, además, no solo hace disfrutar a todos los sentidos, sino también al corazón, debido al efecto protector de sus grasas frente a los temidas enfermedades cardiovasculares.
De forma tradicional, se ha denominado jamón de Pata Negra a todos los jamones ibéricos que tenían la pezuña negra. Decir Pata negra, es decir que se tiene delante la más alta calidad. Si quieres saber qué características y beneficios posee el jamón ibérico…¡No dejes de leer!
Características del jamón ibérico
El jamón ibérico procede de los cerdos que son criados en libertad en todas las dehesas, que son 100% ibéricos y se han alimentado con bellotas y pastos naturales. El resultado de todo esto son jamones con más grasa alrededor y algo menos de grasa infiltrada, de precio elevado y color oscuro.
El jamón ibérico de ibéricos que son cruzados pueden ser de buena calidad, pues han sido mezclados en un grado de 50% y el 99% con otra raza similar. Los jamones ibéricos varían de calidad dependiendo de: cómo ha sido el proceso de curación y cómo han sido criados los cerdos.
La forma exterior de un jamón ibérico es estilizada. Su caña es fina y alargada. Sus aromas son realmente fuertes e intensos y posee un sabor delicado y poco salado. La carne debe de ser poco fibrosa y la grasa de cada loncha debe de tener un aspecto brillante. Tiene suma importancia la textura de la grasa. Esta, al tacto, debe de ser sutil.
El jamón ibérico es un alimento indispensable de la dieta mediterránea.
Proceso de curación
Cada jamón tiene su tiempo de curación en función al peso y la calidad. A mayor tamaño, más tiempo necesitará para curarse. Este período tiene que rondar los 36 meses (jamones) y los 24 meses (paletillas).
Existen diferentes tipos de jamones ibéricos en función de la alimentación del cerdo, es decir, de la cantidad de bellota o pienso que hayan ingerido para su engorde. Gracias a unas etiquetas de colores, las diferentes clases de jamones son fácilmente identificables para el consumidor.
Jamón ibérico de bellota (roja o negra). Es el mejor jamón del mercado. Los cerdos se crían en total libertad y se alimentan únicamente con bellotas, tubérculos y/o hierba. Suelen estar curando unos 24 meses.
Jamón Ibérico de Cebo de campo (verde). Son cerdos que viven en las dehesas y se alimentan de leguminosas y cereales diversos.
Jamón Ibérico de Cebo (blanca). El cerdo se cría en un cebadero y su alimentación es a base de piensos. Este jamón está considerado el de menor calidad de todos.
Pata de jamón o paletilla
Las paletillas no son peores que las patas de jamón, son simplemente diferentes. Son más baratas, pues necesitan estar menos tiempo curándose y bajan los costes.
A la hora de comprar un jamón ibérico, lo mejor es fijarse en el sabor y no en las diferentes patas que tenga el cerdo.
Eso si, cuando se quiere conseguir un sabor más suave hay que comprar una pata, y para un sabor más intenso una paletilla.
Propiedades nutricionales del jamón ibérico
Las proporciones de los nutrientes en el jamón ibérico pueden variar dependiendo de la cantidad y el tipo de carne, además de otros posibles factores que pueden interferir en la modificación de sus beneficios.
El jamón ibérico es un producto rico en vitamina B12. En cada 100 gramos de alimento, hay un total de 15,68 de esta vitamina.
No hay que olvidar la vitamina B1 y sodio. Sus proteínas son muy sanas (43,20 gramos por cada 100 gramos de producto).
Es un alimento recomendado para mejorar el desarrollo muscular. Los alimentos con un alto valor de proteína son muy recomendados durante la infancia, adolescencia y el embarazo, pues en estas etapas se necesitan mayores aportes.
El consumo de la vitamina B1 puede ayudar a bajar los niveles de estrés y depresión. Las personas con problemas estomacales se pueden beneficiar del jamón, pues posee en su carne mucha vitamina B12. Evidentemente, el jamón ibérico solo tiene elementos positivos para el organismo, e incluso se puede comer en dietas hipocalóricas.