El mercado eléctrico que conocemos ahora mismo será muy diferente en pocos años. Los grandes del sector tendrán menor tamaño; y los pequeños, sin embargo, serán más grandes. En esa ecuación Holaluz quiere jugar un papel esencial. De hecho, su inminente salida a Bolsa marca la agenda de la compañía y los rivales empiezan a mirar con preocupación.
Para abordar estas cuestiones, MERCA2 ha podido charlar con la CEO de Holaluz, Carlota Pi, en el marco del ‘VI Foro Solar’ organizado por la Unión Española Fotovoltaica (Unef). Su semblante trasmite confianza. Toda la del mundo. Está ante el público perfecto para defender su discurso entorno a las energías renovables y el autoconsumo. En la sala hay partners, socios y, según sus cálculos, decenas de potenciales clientes de la compañía. Los datos están de cara.
Pero antes de llegar al final del camino que se ha marcado Holaluz, 1 millón de clientes para 2023 y ampliar el actual número de instalaciones de autoconsumo que ahora mismo está en 50 a la semana, hay un paso importante como es la salida a Bolsa.
Primero será el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), ¿pero con la que está cayendo? Carlota lo tiene muy claro: “Nunca hemos ejecutado un plan de negocio pensando en el contexto. Montamos la compañía en 2011 y desde entonces trabajamos para conseguir un mundo 100% renovable”.
No se trata de una voz temeraria, sino la de alguien que tiene claro que lo coyuntural nunca puede tirar por la borda un plan estratégico, y ahora mismo Holaluz tiene todo muy claro. “En el 100% de las cosas que hemos hecho encontrado a muchos que nos decían que lo queríamos hacer no se podía; entonces lo que hemos hecho ha sido escuchar a los que nos ayudan a hacerlo posible”.
La contundencia en las respuestas, junto a la sonrisa que siempre persigue a Carlota Pi, desarma las preguntas sobre los WeWork, Uber, Slack, Airbnb… casos de desplomes en Bolsa, salidas fallidas al mercado o caídas en cada sesión. ¿Y si vosotros sois unas startup, no hay miedo? “Inicialmente comprábamos energía a productores renovables e independientes y alquilábamos el cable para suministrar electricidad a los clientes finales; esto lo seguimos haciendo”. Así es la esencia de su negocio, facturar desde que nació y crecer. No parar de crecer.
HOLALUZ, DE LOS 500 A LOS 700
“Tenemos 220.000 clientes, y estamos creciendo a un ritmo de 500 usuarios al día”. El objetivo es llegar al millón para 2023. Pero Carlota asume que eso tendrá que crecer. En concreto, para conseguir esa cifra que está cercana a los 800.000 (más lo que ya tiene), el ritmo de captación deberá ser sobre los 700 clientes al día de media, aunque la idea de la compañía es llegar a esa cifra -poco a poco-, y después llegar a elevarla para acelerar el ritmo.
Un reto que, lógicamente, desde Holaluz asumen con naturalidad. A fin de cuentas son ellos quienes se han marcado la meta. Para ello, la inversión será un aspecto fundamental. En este sentido, el MAB solo es un paso. “Queremos utilizar este mercado por el fin por el que fue concebido, y es hacer de trampolín para saltar al Mercado Continuo. Nuestro objetivo es tener 50.000 instalaciones de autoconsumo solar para final de 2023, y además tener acuerdos de compra-venta de energía al plazo que sea”. Y va más allá, añade que quieren “tener en 2023 un pool de contratos de compra-venta de energía que les supar estar entregando energía a la red de entre 500 y 1.000 MW”.
SIN MIEDO A LOS GRANDES
En el ‘VI Foro Solar’ que ha organizado Unef, Carlota Pi ha estado en una mesa redonda entre representantes de Endesa e Iberdrola. Hace tiempo que Holaluz dejó de sentirse pequeña. En este tránsito ya ha sabido pelearse con las grandes eléctricas en el terreno que mejor maneja: las renovables.
Ahora toca seguir pescando en el mercado energético. Los números están claros: “En España hay 27 millones de clientes; la tasa de cambio es que 12.000 clientes se cambian al día según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), y de estos captamos 500. Todavía somos una compañía que nos conoce poca gente”.
Sobre este punto pone especial énfasis. Asumen que todavía hay demasiada gente que no les conoce y, quienes les conoce, muchos todavía pueden tener dudas. La cabra tira al monte, y los españoles a lo que conocen. Pero Carlota maneja informes que aseguran que “el 50% de la gente que piensa en cambiar de suministrador piensa en Holaluz para cambiar como una opción. Si damos a conocer nuestra propuesta de valor podremos alcanzar un gran ritmo de crecimiento”.
Con estas perspectivas, Carlota despide la charla como la empezó: con una sonrisa. Sabe que es su momento. La gente quiere hablar con ella, Holaluz está en ese momento de plenitud donde no existe el miedo. El mercado bursátil les espera. Los usuarios también. Todos a la expectativa.