Llega el fin de semana y toca almuerzo en casa de tus padres. Llegas y tu madre te recibe con un abrazo interminable y un plato de lentejas con chorizo que podías oler desde el aparcamiento. La famosa dieta mediterránea es conocida en el mundo entero por lo completa que resulta. Aunque su íntima relación con los embutidos hace que sus platos tradicionales contengan más grasa de lo deseado.
Como todo, en exceso, puede ser contraproducente para la salud. Sin duda, los embutidos son un producto tradicional muy recomendable. Su contenido en fósforo, zinc y hierro, además de en Vitaminas B1, B3 y B12, lo convierten en un alimento muy completo. Sin embargo, por su contenido en grasas saturadas, se recomienda consumirlo de manera responsable.
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6LA MORTADELA
Importado desde Italia, este embutido se hizo un hueco en nuestra dieta hasta el punto de ser indispensable. Elaborado con pasta de carne, grasa y especias, se sirve habitualmente en lonchas. Con el tiempo se han dado a conocer gran cantidad de recetas que culminan su elaboración con algún añadido: Aceitunas, frutos secos, hierbas aromáticas… Hay todo un surtido a nuestra disposición en los supermercados.
La Federación Española de Nutrición afirma que se trata de un embutido que contiene 311 calorías por cada 100 gramos. Su porcentaje de grasa es del 27%, estando más presentes las grasas monoinsaturadas, con 11,3 gramos cada 100 gramos de producto. El resto son poliinsaturadas (4,17 g) y saturadas (9,4 g).