El fabricante francés Renault cae en la apertura del mercado más un 13% tras recortar sus perspectivas de ingresos y ganancias este año al argumentar que “las débiles economías están pesando sobre las ventas de automóviles y las normas más estrictas sobre emisiones han aumentado los costos”.
Renault considera que los ingresos disminuirán entre un 3% y un 4% en 2019. Además, ha reducido el margen operativo del grupo hasta el 5%, por debajo de las estimaciones anteriores del 6%. Entre sus mayores desafíos, cita los mercados fuera de Europa, incluidos Turquía y Argentina, y el gasto en investigación y desarrollo.
Las acciones cayeron un 12,2%, la mayor cantidad desde el arresto de Ghosn en Japón en noviembre, arrastrando al resto del sector automotor europeo. El índice de automóviles y piezas Stoxx Europe 600 cayó un 2,7%.
Después de los máximos históricos realizados en marzo del 2018 (90,34€), el precio de la acción comenzó a debilitarse durante los meses posteriores, llegando a cerrar el año en 48,68€, lo que supone un descenso de más del 45%. Entrado el 2019, la cotización se ha visto estancada, haciendo un máximo en 60,22€ y un mínimo en 46,61€, cotización que está tocando con la apertura europea.
Diego Morín, analista de mercado de IG, ha explicado que “la acción de Renault se encuentra en un punto complicado ya que, si pierde el nivel de los 46,00€, podría irse hasta los 45,00€ por título, nivel que no se ve desde el 2014”.
A modo de opinión propia, el analista de IG ha apuntado que “la situación del sector no es estimulante y es de los más castigados en la jornada de hoy”. «El descenso de sus profit warnings a lo largo del año, así como, la debilidad de mercados de interés como Turquía, arrastra a la acción a mínimos del año», ha incidido.
RENAULT RECONFIGURA SU FUTURO
La nueva CEO interina, Clotilde Delbos, explicó esta semana a los empleados que la compañía necesita reevaluar la hoja de ruta estratégica establecida por el ex CEO Carlos Ghosn para reflejar un cambio en el entorno de la industria. No perdió el tiempo después de tomar el timón hace apenas una semana luego de la expulsión de Thierry Bollore, que se sumó aún más al desorden en el fabricante de automóviles que también lucha por reparar las relaciones con su socio japonés Nissan.
Delbos declaró el jueves que el nuevo equipo de gestión está reevaluando los objetivos a medio plazo revelados en 2017 bajo el lema «Impulsar el futuro». En el vídeo para los empleados, Delbos señaló que la compañía necesita «tomar algunas decisiones», destacando el flujo de caja negativo de Renault en los primeros seis meses del año. «Lamentablemente, la situación no ha mejorado durante el verano y tenemos que volver a encarrilar a Renault«, apuntó.
«Esta advertencia de ganancias llega en un momento de gran inestabilidad en Renault y su socio Nissan», ha apuntado el analista de Evercore ISI Arndt Ellinghorst en una nota. «Las preocupaciones de los inversores probablemente se intensificarán», ha ahondado.
Las ventas de automóviles en Europa han sido débiles. Disminuyeron un 1,6% hasta 12,1 millones hasta septiembre, dijo la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles esta semana. España lideró el descenso con una caída del 7,4%, y Alemania fue el único mercado importante que registró una ganancia.
La mala perspectiva para este año para Renault ha elevado el espectro de una cirugía más radical en el fabricante de automóviles. «Asumimos una reducción significativa en el dividendo y creemos que Renault puede necesitar vender activos, incluidas las acciones de Nissan, para defender su balance», ha indicado el analista de Jefferies Philippe Houchois en una nota.
Renault recibió un golpe en el primer semestre de 2019 por los malos resultados de su socio Nissan Motor Co. El fabricante de automóviles francés posee el 43% de la compañía japonesa, que pronostica su peor beneficio operativo en una década, afectado por una línea de productos envejecida y una caída en venta de vehículos en EE. UU. y Europa.