Muchos conductores consideran a los ciclistas que circulan por la carretera como un peligro. Esto no tiene por qué ser así si cada uno conoce perfectamente las normas para circular de forma correcta.
Hay veces que nos ponemos nerviosos y queremos sobrepasarlos a la mayor brevedad posible, sin tener en cuenta la escasa estabilidad de una bici. En la mayoría de ocasiones, lo único que provocan esos conductores impacientes es poner en peligro a los ciclistas.
Y también al contrario, hay conductores de bici que no tienen en cuenta sus limitaciones a la hora de compartir espacio con otros vehículos más estables y mucho más veloces. Por ello, damos algunas claves para circular en armonía evitando accidentes y multas.
No aumentar la velocidad cuando haya ciclistas
Si encontramos ciclistas por la carretera, quizá el instinto nos diga que lo mejor es rebasarlos a la mayor velocidad para dejarlos atrás cuanto antes.
Esto, sin embargo, no provoca otra cosa que el poner en peligro a la persona que va encima de la bici. En todo momento, debemos tener en cuenta que la bicicleta no cuenta con la misma estabilidad que un coche. Y mucho menos con su velocidad.
Por ello, cuando nos encontremos a algún ciclista, debemos evitar aumentar la velocidad, ya que, además de ponerlo nervioso, podemos desestabilizarlo momentáneamente, lo cual puede ser fatal para él en el caso de que no le dé tiempo a reaccionar.
Evitar tocar el claxon
El claxon es ese elemente del que normalmente echamos mano cuando alguna situación nos pone nerviosos en la carretera.
En el caso de utilizarlo para avisar a un ciclista o grupo de ciclistas de que se aparten o para abrirnos camino, está completamente prohibido. La razón es que, debido a su fuerte sonido, podemos conseguir asustarlos y hacer que pierdan el control de su vehículo.
Algo tan simple como un pitido, podría costar un accidente fatal. Además, en el caso de que nos pillen, aunque no suceda un accidente, sí podría suponernos una buena multa. Y eso es algo que siempre es preferible evitar.
Respetar una distancia lateral prudente
Al adelantar a un ciclista, debemos tomar siempre en cuenta su seguridad, evitando hacerlo demasiado pegados a ellos.
Lo ideal es hacerlo a una distancia aproximada de un metro y medio, preferible, en el caso de que sea posible, de que llegue a los dos metros. De esta manera, los ciclistas irán por su camino, que deberá ser el arcén en caso de que este exista, y tú proseguirás el tuyo sin incidentes.
Pasando demasiado cerca de ellos, volvemos a poder asustarlos o desestabilizarlos. Esto podría causar incluso una caída de la bici por su parte que desembocaría en un accidente.
Intentar no asustarlos
La clave para circular a la misma vez que los ciclistas sin suponer ningún tipo de peligro para ellos reside, básicamente, en no asustarlos.
Ellos no van protegidos por el coche, por tanto, oyen todo perfectamente y, además, van completamente desprotegidos en la zona del cuerpo. Si los conductores no respetan las normas y consiguen que se asusten, podría suponer un gran accidente. Sobre todo para ellos.
Por ello, es primordial obedecer a las normas de tráfico y evitar causar situaciones que pongan en peligro la integridad del ciclista y, por ende, la nuestra propia.
Atención al rebasar a un ciclista
Hay que poner especial atención cuando rebasemos a los ciclistas que circulen por el arcén o por la derecha de nuestro carril.
Lo haremos siempre que podamos cuando podamos mantener una seguridad adecuada, sobre todo para ellos. Es decir, cuando podamos hacerlo de forma que podamos respetar la suficiente distancia lateral para no desestabilizarlos.
Esto no solo conseguirá que ambos circuléis en igualdad de condiciones, sino que evitará accidentes y no te sorprenderás con una multa que no te esperabas.
Respeta las señales de tráfico
Las señales de tráfico están ahí para algo. Es decir, para cumplirlas. Además, hay que tenerlas especialmente en cuenta cuando podemos estar poniendo en peligro la seguridad de los demás. En este caso, de los ciclistas.
Cuando encontremos un ciclista por la carretera y queramos adelantarlo cuanto antes, tenemos que tener en cuenta muchas cosas. Entre ellas, la velocidad de la vía. Es decir, no podemos adelantar a una velocidad superior a la permitida, ya que, de ser así, la bici no nos estorba en ningún caso. Además, debemos también tener en cuenta, en caso de que sea una calzada de doble sentido, a los vehículos que podamos encontrar de frente.
En muchas ocasiones, por pensar que estamos dejando atrás lo que suponemos como un peligro u obstáculo para la conducción, terminamos por convertirnos nosotros mismos en el mayor peligro. Tanto para ciclistas, como para los conductores de los demás vehículos.
Ten en cuenta su seguridad
La seguridad de los ciclistas es de vital importancia en caso de que circuléis ambos por la misma carretera.
Los conductores tienden a descuidarla sin pensar en la desprotección con la que cuentan aquellos que van manejando la bici. En caso de que suceda cualquier accidente, será mucho peor para ellos que para aquel que conduzca un coche o cualquier otro tipo de vehículo, como es lógico.
Por ello, es primordial que los conductores piensen en el bien de los demás incluso antes que en el propio. En el caso de cumplir las normas correctamente y respetar la señalización, en ningún momento debe existir ningún otro tipo de problema entre ambos vehículos.
No le pongas nervioso
La empatía es básica en cualquier tipo de conducción. Pero mucho más para esos casos en los que el otro está mucho más desprotegido.
Un consejo básico es ponerse en el lugar del otro antes de realizar cualquier tipo de maniobra que lo pueda poner en peligro. Son conceptos muy simples que pueden marcar una gran diferencia y que, en algunos casos, pueden llegar a salvar vidas.
No le pongas nerviosos bajo ninguna circunstancia. Ten paciencia y, en caso de que no puedas adelantarle con seguridad, espera el momento oportuno para no poner en peligro a ningún otro conductor.
