viernes, 13 diciembre 2024

El sexo y sus expresiones pintorescas como: «Te voy a poner mirando pa’ Cuenca»

En la pareja, hay veces en las que la confianza se carga todo el momento romántico o pasional que pudiese haber existido. Puede ser que te rías, pero el sexo queda en segundo plano en el instante en el que las dices.

Hay expresiones típicas españolas que se siguen utilizando pese a ser de la época de “Mari Castaña” y que aún así, cuando las oyes, puedes reírte o echarte las manos a la cabeza. Hay que decir también que hay algunas analogías que no tienen ni pies ni cabeza, pero el lenguaje español es así.

La mayoría de las parejas tienen sus momentos de intimidad en los que todo va sobre ruedas hasta que uno de los dos abre la boca y manda el romanticismo a la otra punta del país. Te diré las expresiones que no debes usar si esperas tener una noche de sexo en pareja, pero que sí las debes decir si lo que tienes ganas es de irte al sofá tranquilo a ver series.

Comidas

churro

En las parejas hay algunas expresiones que es mejor omitirlas y más si vienen del castellano de la época de Matusalén.

Mojar el churro: Esto es fácil de deducir, la idea es que el miembro masculino es el churro y el femenino, u otro orificio similar, el chocolate. Así que si tu pareja te pide mojar el churro puedes tirarle el chocolate por encima, porque es de lo menos erótico del mundo.

Frotar la cebolleta: La cebolleta es alargada y con pelillos al final, puede ser que al que se le ocurrió la frase tuviese una cerca y le viera el parecido con la zona más sensible de los hombres. Pero, de todas formas, por muy parecido que tenga con el miembro masculino, lo de la cebolleta también suena realmente mal. Si no quieren que te den un “cebolletazo” mejor no lo digas.

Echar un pinchito: La ya mítica serie de televisión «La que se avecina» ha hecho esta frase parte de nuestro vocabulario. Todos pensamos en el protagonista de Amador cuando decimos que queremos echar un “pinchito”; el problema es que si le dices a tu pareja: “Cari, ¿echamos un pinchito?” las posibilidades de que se cumpla no son muy elevadas.

Dietas

pareja

La verdad es que aquí sí que se lo puedes decir a tu pareja porque todas estas dietas se dicen cuando estás casi a dos velas.

La dieta del caballo: Los pobres caballos no tienen la culpa de que los españoles seamos pelín degenerados, pero en esta ocasión les ha tocado estar dentro de este símil sexual. Se dice que se lleva la dieta del caballo cuando se está a “paja y agua”.

La dieta del cucurucho: Esta es un poco más conocida que la anterior, la dieta del cucurucho es “come poco y folla mucho”. Cosa que si eres capaz de lograr, no es demasiado recomendable si no te quieres desmayar en medio del tema.

La dieta del pollo y el pan: En esta ocasión, les ha tocado el turno a los pollos. La dieta del pollo y el pan es más bien cómo te gustaría comer, que se materialice, ya es más difícil. Se trata de coger el muslo de tu pareja, ponerlo a un lado, luego el otro y la onomatopeya no deja mucho lugar a dudas. A buen entendedor…

Lugares

pareja

La frase que nunca jamás debes decirle a tu pareja cuando estéis en la cama es la más conocida de todo el coloquialismo español:

Te voy a poner mirando pa’ Cuenca: Todos hemos oído esta frase en algún momento de nuestra vida. No obstante, además de significar que te quieren poner a cuatro patas mirando al cabecero de la cama, esta frase en particular tiene una historia detrás.

Según la leyenda, el Rey Felipe, El Hermoso, tenía un mirador desde el que podía ver las ciudades que rodeaban Madrid. Finalmente, dicho observatorio terminó sirviéndole al Rey de picadero personal para evitar que Juana, la Loca, lo cogiera con las enaguas bajadas. El hombre tampoco era lo que se llama discreto y cada vez que llevaba a alguien les decía a los soldados hacia qué ciudad la iba a poner teniendo predilección por las vistas de Cuenca, y así se hizo, como diríamos hoy en día, “viral”, la frase de la cornamenta de la pareja del Rey.

Llevar a alguien al huerto: Esto se decía antiguamente cuando la pareja iba a copular. Sin embargo, también tiene su explicación. Esta frase proviene de la mente de Fernando Rojas, en concreto de su obra “La Celestina”. Calisto se enamora de Melibea, que pasa olímpicamente de él y contrata a la Celestina para que la convenza de que él es el amor de su vida y de que sea su pareja. La mujer hizo bien su trabajo y su primera cita fue en el huerto, que supuestamente se encuentra en Salamanca.

Las frases de «echar»

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Echar un polvo: Esta frase ha perdurado en la historia y se sigue utilizando muy a menudo cuando quieres acostarte con tu pareja. Es poco sutil, pero sincera. El origen de esta frase viene dada, ni más ni menos que, del siglo XVIII. En esa época, los hombres se salían de las reuniones para fumar una especie de tabaco en polvo que esnifaban, llamado rapé. Con el tiempo, también se aprovechaba el momento polvo “tabaquil” para acostarse con alguien que estuviese a su alcance y la frase fue tomando el sentido que actualmente sigue teniendo en pleno siglo XXI.

Echar un casquete: Incluso la RAE ha aceptado la palabra casquete como una forma vulgar de decir echar un polvo con tu pareja. Es una variante de echar un polvo que te he dicho antes. Sigue siendo poco romántica, pero es que, en el sexo, a veces no predominan las palabras.

Echar un kiki: Como hoy en día, antes también se cogían palabras inglesas, el problema es que nuestro inglés de hoy no es el de antes. La frase “echar un kiki” quiere decir lo que viene siendo “un aquí te pillo, aquí te mato”, uno rapidín. En inglés, la palabra rápido se dice quickly y esta ha ido degradándose al español hasta lo que conocemos como “kiki”, que es una forma española de decirlo. En inglés, sin embargo, decir que “Have a kiki” significa estar de forma relajada con los amigos. Así que, vete tú a saber de dónde nos hemos sacado nosotros la frasecita.


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