Cuando el jamón ibérico llega a casa todo se convierte en una fiesta. Este producto gourmet tiene un sabor tan especial, que ningún componente de la familia puede resistirse a probarlo. Es muy rico en proteínas y esto ayuda a que el organismo se beneficie claramente. Se puede comprar de diversas maneras: en una pieza entera (jamón o paletilla), una pieza deshuesada que te pueden cortar en cualquier centro especializado o loncheado (previamente elegida una pata o un envase donde no se ha visto su procedencia de forma visual). Sea como sea, el jamón siempre es bienvenido.
Es un alimento que tiene muchas características, e incluso hay que conservarlo de una forma especial para que no devalué su calidad y sabor. Evidentemente, la conservación influye a todos los tipos de jamones que hay en el mercado: ibéricos, de cebo, etc. Cortar una pata de jamón es todo un ritual que se debe de conocer. Es necesario aprender a conservar el jamón ibérico una vez que lo has convertido a lonchas. ¡Te lo vamos a contar!
Corta el jamón ibérico que sólo te vayas a comer
Una vez que cortas una buena pata de jamón en lonchas finas listas para comer, debes de saber algunos factores que se tienen que tener en cuenta para su conservación (siempre que sobre producto). Dependiendo de la protección que se le den a las lonchas del jamón, la calidad, su sabor y su aroma será diferente.
Una vez que se acaba de cortar la pata de jamón, debes de cubrir la zona expuesta con la propia grasa que anteriormente se ha cortado. Cuando se protege de esta forma, hay que acabar cubriendo toda la pieza con un paño, a poder ser fabricado con algodón. Tienes que tener cuidado que este no suelte ninguna pelusa, pues la carne se contaminará. Se debe de colocar la pata en un lugar fresco y seco.
El jamón loncheado tiene que sacarse media hora antes de ser consumido de la nevera.
Para poder degustar el mejor jamón en casa, lo mejor es cortar sólo lo que se va a comer en ese momento, pero si esto no fuera posible, hay que saber que hay varias técnicas y consejos que te permitirán guardar el jamón ya loncheado de la mejor manera posible.
Mejor en la nevera
Lo mejor será no cortar más de la cuenta, pero dado el caso, lo mejor será eliminarlo del plato y ponerlo en un film transparente de cocina, de forma que quede totalmente cerrado y envuelto.
Hay que meterlo en la nevera, donde te puede aguantar varios días. Cuando lo quieras volver a comer, no saques el paquete del frigorífico y te lo comas.
El jamón ya cortado debe de reposar fuera de la nevera durante un rato antes de colocarlo en el plato. De esta forma, se puede disfrutar del jamón con el mismo sabor y aroma de antes.
Jamón envasado
El jamón envasado y loncheado es otro caso diferente. Normalmente, cuando se adquiere un jamón envasado viene empaquetado al vacío. La ventaja de este tipo de jamón ibérico es que no tienes que perder el tiempo en cortar el jamón y sólo hay que comerlo.
Las lonchas tienen el mismo tamaño y visualmente son más apetecibles (cuando se corta una pata las lonchas deben de ser irregulares, pues esto indica que se ha cortado bien las fibras de la carne). Debes de tener algunos consejos en cuenta: cuando abres un paquete y no te lo comes comienza un proceso de oxidación bastante rápido.
Es importante que compres un envase pequeño, con poca cantidad. Saca siempre el jamón ibérico del estuche original y mételo en un film transparente en la nevera. Y antes de consumirlo, déjalo fuera del frigorífico al menos media hora antes.