El orgasmo en el sexo es una parte importante, digamos que el culmen del momento o del coito. Ya en la Antigua Grecia y en la Edad Media se conocía y se lo recomendaban a las mujeres que quisieran quedarse embarazadas.
El órgano femenino en el sexo es un gran desconocido por muchos. Seguramente, no sabías que el clítoris es la única parte del cuerpo que tan solo sirve para producir placer. Este miembro femenino es más similar a un pene de lo que piensas, está escondido y posee dos raíces de unos diez centímetros que se extienden de forma interna a cada lado, siendo responsable de que tengas los orgasmos.
Cuando una mujer se excita, al igual que sucede con el miembro del sexo masculino, esa pequeña protuberancia llamada clítoris se llena de sangre e incluso se alarga un poco. Sin embargo, es muchísimo más sensible que el pene. El orgasmo se puede dar de forma externa, interna o mediante ambas. El sexo tiene de bueno que cuanta más imaginación tengas más lo disfrutarás. No obstante, a los hombres en las parejas heterosexuales, más concretamente, parece que el tema del orgasmo femenino les cuesta llegar a dar con la “tecla”, menos mal que solo tienen una que tocar.
Para que te quede claro la importancia de saber tocar en condiciones el clítoris en el sexo, te diré que la estadística dice que tan solo el 18% de las mujeres llegan al orgasmo con la penetración vaginal. Puede ser que creas que no necesitas seguir leyendo este artículo, pero por si las moscas, deberías mirar si lo haces o no bien.
La mirada del cocodrilo
Se dice la mirada del cocodrilo cuando la mujer se tumba en la cama y la pareja se pone en la postura para comenzar el sexo oral. Si ella mira hacia abajo, solo le ve los ojillos, porque el resto lo tiene oculto entre sus piernas.
Tienes que tener en cuenta que el clítoris consta de 8.000 terminaciones nerviosas, el doble que el miembro masculino, y que por lo tanto es una zona extremadamente sensible. ¡No seas burro!
Imagina que estás intentando chupar un caracol que no sale y hazlo justo en la cima del clítoris, esa succión sirve para ayudar a que la zona tenga una mejor vasocongestión. Puedes comenzar jugueteando a mordisquear los labios exteriores de su sexo y continuar con los interiores para, a continuación, centrarte en lo importante. No olvides que los preliminares del sexo en una mujer sirven para que la zona genital femenina se excite y sea más sencilla la estimulación.
Cuando ya has jugado suficiente y notes que tu barbilla está comenzando a humedecerse al rozar el orificio de la vagina es el momento de ponerte lengua a la obra. En el sexo oral, una forma de que no te equivoques es que pases la lengua de arriba a abajo, al igual que cuando usas «una brocha para pintar una pared» y luego puedes hacerlo de izquierda a derecha.
Lo más importante en el sexo oral, y con lo que dejarás loca a una mujer, es NO DETENERTE. Si se te duerme la lengua no importa, tú sigue hasta que la escuches jadear y luego cierre las piernas porque ha llegado al orgasmo y ya tu ubicación no es la correcta.
Intenta hacer dos cosas a la vez
Algo que puedes probar mientras le estás realizando sexo oral a una mujer es estimularla de forma doble o incluso triple, según la habilidad que tengas y la confianza en la pareja.
Cuando ya la vagina esté lubricada y mientras le lames el clítoris puedes intentar introducir los dedos o algún vibrador para que la estimulación sea más intensa. Si estás utilizando tus dedos anular y corazón, estira y encoge. Hay mujeres que prefieren que les introduzcan tres dedos, eso ya es cuestión de hablarlo.
Y el “Terminator” de los orgasmos mediante el sexo oral complementado es que añadas otro orificio. Pon tus dedos en forma de “C” e introduce el anular y el corazón en la vagina y el pulgar en el ano. No te líes y dejes de lamer porque puede ser que te lleves algún tirón de pelo.
El «amiguito» entra en juego
Las mujeres en el sexo no son como los hombres; después de haber tenido un orgasmo, si sabes volver a excitarlas, el juego continúa y ahora te toca “entrar”. Aquí puedes jugar con muchas situaciones diferentes, desde usar la propia lubricación del orgasmo, usar lubricante con acciones (frío, calor, potenciar el orgasmo, etc.) hasta usar tu propia saliva. Todo es ponerte manos a la obra.
Es hora de que juegues con tu miembro un poco a la vez que la rozas, pero espera un poco, no la introduzcas en modo martillo percutor porque después del calentón que seguramente llevas al escucharla gemir tras haberle hecho el sexo oral, en cuanto la metas en caliente se acabó lo que se daba.
Posturas
Hay posturas más cómodas que otras para realizar el sexo oral: en la ducha mientras ella está de pie y tú arrodillado, en la cama, como te he dicho antes, o subirla en una encimera con el trasero al borde y las piernas abiertas y tú de nuevo de rodillas. Ponte un cojín si te molesta.
En el sexo con penetración, la forma más sencilla de que una mujer tenga un orgasmo es con la postura conocida como la del “perrito”. Es la mejor postura para penetrarla con fuerza, mientras puedes estimularle el ano y jugar con su clítoris o bien con los dedos o con algún juguete erótico.
Otra cosa que excita a las mujeres y que la anterior postura te permite hacer es agarrarla del pelo mientras la vas penetrando. En el sexo hay dolores leves que hacen que te estimules aún más.
Conseguir que la mujer tenga un orgasmo en condiciones es sencillo y lograrás que tu pareja siga teniendo la misma pasión por ti cada día. Todo es ponerle ganas y proponértelo.