La lista de personalidades, organismos, bancos de inversión o expertos que auguran una agitada temporada de consolidación en el sector bancario es inmensa. Asimismo, no hay nada en claro porque los actores son muchos, muy variados y las combinaciones entre ellos muy distintas. Aunque sobresale una por encima del resto como favorita para todos ellos, por las ganancias que generaría y por el volumen de negocio en España, que es la de Banco Sabadell y Bankia, ya que daría lugar a la que sería la mayor entidad financiera del país.
La fusión entre la firma catalana y la que fuera la antigua Caja Madrid, junto a otras cajas de ahorros, es una posibilidad que ha estado encima de la mesa durante mucho tiempo, pero que no terminó de fraguarse. Incluso ambas entidades estuvieron en conversaciones tan avanzadas que les llevo a organizar como sería la estructura directiva (como se puede leer aquí). La posibilidad al final siempre se ha encontrado con el muro político, puesto que el Estado posee más de un 60% de Bankia, que, además, se ha intensificado en el último año y medio debido al bloqueo político en el que está inmerso el país.
A pesar de ello, la fusión de ambas entidades hace suspirar a los fondos de inversión y al regulador europeo, que ha seguido con cierto temor la evolución de la entidad catalana en algún momento en los últimos meses. Lo anterior se debe a que el banco resultante se convertiría en el banco más grande del país con una cuota de mercado del 18% en préstamos y depósitos, lo que le llevaría a superar a Banco Santander y Caixabank que mantienen un 16%, según los cálculos de JPMorgan.
Las líneas maestras de la combinación de ambas firmas, que se llevaría a cabo mediante el canje de acciones y el pago de efectivo para igualar porcentajes, se mueven desde un fuerte ahora de costes hasta una sólida posición de capital. Así, la firma de inversión destaca en uno de sus análisis que «la combinación del libro de préstamos tendría un aspecto saludable en cuanto al volumen de hipotecas, puesto que representarían el 45%, con un 7% de créditos al consumo y un 38% de préstamos a pymes y grandes empresas». Un volumen mixto que permitirá a la firma resultante no verse demasiado perjudicada por el entorno de tipos bajos que tiene especialmente incidencia en hipotecas, como le está ocurriendo a Bankia.
Aunque si bien la configuración del balance de créditos ya es capaz de generar un plus respecto del actual de ambas por separado, es en el caso del ahorro de costes donde la entidad puede sacar mayores réditos. «Creemos que en la fusión de Banco Sabadell y Bankia habría margen para reducir tanto el personal como las sucursales», apuntan desde JP Morgan. Asimismo, la firma de inversión considera que la conjunción de ambas daría lugar a unas sinergias de hasta el 40% de los costes totales, mientras que suponen que los ingresos caerían en un 10% por el hecho de que chocarían en algunos puntos del negocio.
BANCO SABADELL TRABAJA PARA INCORPORAR EXPERTOS EN M&A
Con Bankia todavía de la mano del Estado, la necesidad más imperiosa de un movimiento lo tiene Banco Sabadell. Por ello, la entidad se ha afanado en las últimas semanas en encontrar distintos expertos en movimientos de M&A, según apuntan fuentes del sector. El movimiento busca reforzar la ayuda en el «análisis financiero y de valoración fundamental de entidades identificadas (…) el análisis financiero de operaciones M&A, tanto de inversión como de desinversión». Además, que haya «participado en el proceso de ejecución de operaciones de M&A».
La entidad resultante de una hipotética fusión entre Bankia y Banco Sabadell daría lugar al banco más grande de España, por encima de Santander y Caixa
La necesidad viene por dos vías: por un lado, la débil posición en cuanto a capital que tiene la entidad catalana. «La sólida posición de capital de Bankia del 12,9%, datos del segundo trimestre de 2019, frente al 11,2% de Sabadell es, en nuestra opinión, una consideración clave, de por qué puede ser un acuerdo atractivo para la firma catalana«. Asimismo, la estimación del capital de la nueva entidad sería del 12,5%, una cifra que explica porque se ve con buenos ojos desde Bruselas. Por otro lado, la evolución negativa de la acción del banco catalán que se acentuó con fuerza en 2018, en las que cayó cerca de un 40%, debido a sus problemas de ingresos y el colapso que vivió su filial en Reino Unido que se ha profundizado en este año hasta alejarlo del euro.
BBVA AL ACECHO PARA SUPERAR A BANCO SANTANDER
Pese a que Sabadell y Bankia son los favoritos para llevar a cabo el gran movimiento del sector, BBVA también está en todas las quinielas. Además, en todas ellas están repartidos por igual la posibilidad de combinarse con la firma presidida por Ignacio Goirigolzarri o con la que preside Josep Oliu. El resultado tanto de una como de otra sería un gigante que acapararía un 21,7% del mercado de depósitos y préstamos (hay que recordar que ahora Santander y Caixabank se mueven en el 16%) y que en el caso de la segunda se dispararía hasta el 22,6% en créditos y 23,3% en tenencias de dinero de sus clientes.
El principal problema de lo anterior, es que las ganancias con BBVA en la ecuación, medidas como beneficio por acción, se quedan muy lejos de la fusión entre la catalana y la antigua Caja Madrid. Así, las ganancias de la segunda combinación sería un crecimiento del EPS (según las siglas en inglés) de entre el 17% y el 24% de cara a 2021. Por su parte, el fruto de un movimiento del banco presidido por Carlos Torres sería de un aumento en el EPS del 11% en el caso de adquirir Bankia y del entre el 6% y el 8% de comprar la firma catalana.