Llega un momento en nuestra vida en el que es necesario comenzar a buscar trabajo. Para ello, todos tenemos ahora una obligación más: la de hacer un buen currículum para que este no pase desapercibido.
Cartas de presentación hay muchas. Creativas, técnicas, formales… Pero, todas ellas, sí tienen algo en común. Y no es solo que deben reflejar la experiencia y formación con la que deben tener todos los postulantes. No deben contar con ningún error. En un mundo como el actual, en el que cada vez hay más demanda pero poca oferta de trabajo, cualquier tipo de error puede ser fatal para nuestra presentación.
La clave está en destacar por encima del resto. Pero para bien, por supuesto. Sin embargo, es normal que si es la primera vez que haces un currículum no vayas a hacerlo perfecto. Para que no cometas errores de principiante, descubre cuáles son aquellos que harán que tu carta quede directamente en el cubo de la basura.
Faltas de ortografía
Las faltas de ortografía no deberían darse en el mundo laboral. Imagínate que alguien ve tu currículum y lo primero que aparece es una de estas faltas. Lo más probable es que no se molesten ni en echarle un vistazo por encima.
Errores podemos cometer cualquiera. Más en una situación como esta en la que nos solemos poner nerviosos. Sin embargo, nunca está de más dejar que alguien cercano le eche un vistazo a lo que hayas escrito para que te lo pueda corregir. Muchas veces, cuatro ojos ven más que dos y, de esta manera, estarás a tiempo de poder subsanarlo.
Ten en cuenta que si llega a las manos del posible entrevistador y lo ve, jamás llegará a buen puerto. De hecho, lo más probable es que vaya directo a la basura.
Las redes sociales no son imprescindibles
Existen redes sociales especiales para el ámbito laboral. De hecho, puede que las personales también las emplees para un uso profesional. Pero, de lo contrario, no las incluyas.
Muchas veces nos cuesta separar lo personal de lo profesional y, en el caso de las redes, es muy fácil que esto nos suceda. Haz un repaso por todas ellas antes de incluir algún enlace a tus perfiles sociales en el currículum. Cualquier paso en falso puede ser fatal.
También ten en cuenta que hay trabajos en los que te pueden requerir una cuenta en alguna red social. En ese caso lo mejor será omitirlos también si tu perfil no es adecuado para el puesto.
Sé honesto y sincero
Es sencillo. Por mucho que parezca que queda genial saber muchas cosas, solo debemos incluirlas en el caso de que sea cierto. ¿Para qué mentir al posible entrevistador y a nosotros mismos? Tarde o temprano nos terminarán pillando.
Por ello, debemos tener claro que hay que incluir tan solo esas aptitudes y experiencias que sean reales y comprobables. Incluir cualquier otro tipo de información que sea falsa o una verdad a medias no es para nada conveniente. Terminarán por descubrirlo.
El mejor consejo para evitar errores de este tipo es ser siempre honesto y sincero. Con tus ganas de aprender cosas nuevas, ampliar la experiencia y labrarte un futuro mejor puedes ir donde sea.
No hables de dinero
Hablar de dinero es algo que no suele gustar. En el ámbito laboral pasa lo mismo, porque se sigue relacionando con algo íntimo que no suele tener mucho que ver en el interior de un currículum.
No incluyas información sobre el sueldo que tienes o has tenido en otros trabajos. Si es demasiado alto, podría echar para atrás a posibles entrevistadores. Eso sí, tampoco te conformes con lo primero que encuentres si crees que puedes llegar a más.
Otra de las cosas que no deberías tocar es las expectativas salariales, a no ser que en la oferta se te requieran expresamente. Ten en cuenta que tu currículum es tu carta de presentación: tus habilidades y tu experiencia, no el dinero que pretendes conseguir. Eso es mejor dejarlo para el momento de la entrevista presencial.
Usa una tipografía formal
La creatividad a veces está bien. Pero excederte puede dar una imagen de ti poco profesional. Esto puede ocurrir si no te ciñes a elegir una tipografía normal, común, sino que empleas otra que podría ser difícil de elegir.
Nunca está de más exponer tu experiencia, aptitudes y habilidades con un toque de originalidad y creatividad. Pero que eso quede en el tono con el que las muestras, ya que optar por tipografías enreversadas, por muy elegantes que sean, puede dar lugar a que no se entienda lo que queremos decir.
Las fuentes sencillas y estándar como Arial siempre serán bien recibidas y fáciles de leer por cualquiera.
Menciona siempre tus habilidades
¿Qué es un currículum sin ellas? Pues hay veces que nos ponemos tan obcecados en hacerlo todo perfecto, que se nos olvida incluir lo que es en realidad lo más importante.
El apartado de habilidades es el más importante dentro de tu carta de presentación. Por ello, debe estar correctamente organizado y debe ser también fácil de leer. Si te llaman, no hagas que el entrevistador tenga que estar mirando hacia un lado y otro del papel para poder preguntarte. Intenta dárselo lo más sencillo posible.
Lo mejor es optar por emplear puntos para expresar la información importante de forma concisa y clara.
No incluyas nada que no sepas
Parece obvio, pero mucha gente decide añadir lo que no sabe en su currículum. Esto echará para atrás desde el primer momento.
Una cosa es ser honesto e incluir solo que se sabe y otra ser negativo e incluir también las cosas de las que se carece conocimiento. Esto nos da aspecto de derrotistas, de no querer intentarlo.
Nuestra experiencia abarca toda nuestra vida laboral. Lo mejor es mostrar siempre una actitud positiva para demostrar que estamos dispuestos a aprender todo lo que podamos.
Opta por el formato estándar
No cabe duda de que existen sectores profesionales donde la creatividad es un plus. Por ejemplo, un buen currículum creativo es primordial en el sector publicitario.
Sin embargo, en el resto de trabajos, más técnicos, es preferible contar con una carta de presentación estándar, sencilla y fácil de entender.
La información debe estar condensada en una cara y ser comprensible gracias a que sigue una estructura clara y ordenada.