Este verano, las huelgas de Ryanair pasaron muy desapercibidas en los aeropuertos españoles. Los elevados servicios mínimos y los trucos de la low cost están detrás del escaso ruido que provocaron. Por ello, el sindicato de tripulantes de cabina USO descarta, de momento, más paros. Pero prepara otra estrategia para evitar el cierre de bases y los despidos: presentará cuatro demandas ante la Audiencia Nacional que se formalizarán en “las próximas semanas”, aseguran fuentes sindicales a MERCA2.
“No podemos volver a la huelga por el desgaste que produce en los trabajadores, pero sí acudiremos ante la Audiencia Nacional para denunciar lo ocurrido durante los anteriores paros”, reconoce el responsable de Vuelo de USO Sector Aéreo, Ernesto Iglesias, tras las huelgas convocadas por el anuncio de cierre de bases de Tenerife Sur, Gran Canaria, Lanzarote y Gerona.
Así, el sindicato señala que las demandas se interpondrán por vulneración del derecho a huelga tras unos servicios mínimos calificados de “abusivos”, por la cesión “ilegal” de trabajadores de la aerolínea para cubrir los puestos, por trabar la formación de una mesa negociadora del convenio colectivo y, en última instancia, levantarán la suspensión de otra demanda del pasado año por vulneración de huelga. Esta se paralizó al iniciar las negociaciones del convenio laboral de tripulantes de cabina.
En el primero de los casos, los sindicatos tacharon de “abusivos” los servicios mínimos establecidos por el Ministerio de Fomento en el mes de septiembre, que obligaron a la compañía a garantizar el 100% de los vuelos no peninsulares, el 60% de los peninsulares e internacionales con desplazamiento igual o superior a cinco horas y el 35% de los vuelos peninsulares con tiempo de desplazamiento inferior a cinco horas.
Esta situación se produjo durante las huelgas de los días 1, 2, 6, 8, 13, 15, 20, 22, 27 y 29 de septiembre convocadas por los sindicatos USO y Sitcpla para los TCP. El Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA) estableció la huelga los días 19, 20, 22, 27 y 29 para los pilotos.
En cuanto a la sesión de trabajadores, los sindicatos denuncian el uso de las agencias de contratación de Ryanair para traspasar y ceder trabajadores de Ryanair que cubren los puestos de los trabajadores en huelga.
Desde Sepla también denunciaron “las presiones a sus empleados, las repetidas violaciones del derecho a huelga y el uso de pilotos residentes en bases como esquiroles”; así como procesos de contratación para reforzar sus filiales en el este de Europa mediante un trasvase de personal y recursos hacia Buzz y Laudamotion con peores condiciones.
OTRAS DEMANDAS ANTE LA AUDIENCIA NACIONAL
Acudir a los tribunales es una medida de presión de los sindicatos con la empresa que en España ha dado sus frutos. No es la primera vez que Ryanair tiene que recular ante una demanda de los sindicatos de la Audiencia Nacional. Sepla presentó el 3 de agosto de 2018 una demanda a Ryanair por irregularidad en los contratos de los pilotos que tienen base en España. Tras un año de negociaciones, la negativa de Ryanair a reconocer a Sepla y de aplicar la legislación laboral española de sus pilotos que operan en España forzó al sindicato a hacer uso de la vía judicial para conseguir este objetivo.
Pero meses después y con fecha del 30 de octubre para el juicio ante la Audiencia Nacional Ryanair dio marcha atrás y llegó a un acuerdo con los pilotos, a través del cual la aerolínea aplicará la legislación española a los contratos laborales como tarde el 31 de enero de 2019. De esta forma, el colectivo sindical retiró la demanda.
RYANAIR REAFIRMA EL CIERRE DE BASES
La aerolínea ya explicó que las bases como las de las Islas Canarias “generan grandes pérdidas durante la temporada de invierno” y que casi todo su tráfico que origina en el extranjero, por lo que “puede ser atendido por otros aviones basados en otros países de la Unión Europea sin los altos costes e ineficiencia resultante de basar aviones y tripulación” en el archipiélago canario entre noviembre y marzo.
El sindicato de tripulantes de cabina USO presentará cuatro demandas ante la Audiencia Nacional que se formalizarán en “las próximas semanas” contra Ryanair
También achaca al cierre de estas cuatro bases el retraso en las entregas de los 737 MAX que la aerolínea esperaba para este verano y que la está obligando a recolocar las aeronaves en otras rutas. Con ello, se perderían más de 500 puestos de trabajos entre pilotos y TCP.
El cierre de bases en Canarias es especialmente preocupante teniendo en cuenta el impacto de la quiebra de Thomas Cook, que hará perder a Canarias hasta un total de 745.150 plazas aéreas hasta agosto de 2020. De estas, en lo que queda de año el archipiélago canario se enfrenta a la pérdida de 253.506 plazas, mientras que en la primera mitad de 2020 la cifra asciende a las 491.644. Lo curioso es que Ryanair peleará por los slots de la aerolínea del grupo turístico quebrado.
SITUACIÓN COMPLICADA PARA RYANAIR
Ryanair no es ajena al elevado precio del fuel ni a las convulsiones que sufre el sector aéreo –con muchas quiebras a sus espaldas–. Su estado financiero revela el fin del modelo low cost; al menos como lo conocemos actualmente.
Ryanair registró un beneficio de 243 millones de euros en el primer trimestre de su ejercicio fiscal, finalizado el pasado 30 de junio, un 21% menos que el año anterior, debido a los fuertes aumentos en las partidas de costes. Entre estas, los gastos de personal aumentaron un 21%.
La aerolínea irlandesa ha señalado que mantienen la perspectiva de beneficios de entre 750 y 950 millones de euros para el año fiscal 2020. Pronóstico que podría verse incluso reducido por el impacto de los gastos asociados a las nuevas huelgas. Además, se trata de una previsión baja teniendo en cuenta que el año 2018 lo cerró con un beneficio neto de 1.450 millones de euros.