Sabemos que los cereales integrales son mejores para la salud por su aportación de fibra y que es preferible tomar pan integral que pan común. Además, nos pueden ayudar a adelgazar porque nos aumenta la sensación de saciedad y así comemos menos. Por todas estas virtudes las marcas de alimentación han estado abusando del término pan integral para aumentar las ventas.
Pero todo esto llega a su fin con la nueva regulación sobre el pan. El día 1 de julio ha entrado en vigor un nuevo real decreto que pone es este producto de consumo en España en consonancia con el de la Unión Europea. Solo podrá decirse que es integral si lo es realmente. Así las marcas tendrán que ser claras y no utilizar ciertas palabras en las etiquetas como truco para vender más.
1Descenso en el consumo
de pan
La Norma de Calidad del Pan de 1984 regulaba hasta ahora la forma en que podía elaborarse y comercializarse este bien de primera necesidad.
Pero desde entonces los hábitos de consumo han cambiado mucho. Su consumo ha descendido dramáticamente en los últimos veinte años: de los 57 kilos que se ingerían en 1998 a los 31,8 de 2018.
Los consumidores no es que coman menos pan, es que lo quieren diferente. Se ha multiplicado la demanda de pan integral, y además panes con las etiquetas de –“artesanal” o de “masa madre” subían en ventas frente al “normal”. La nueva ley cambia la definición legal del pan y de sus variedades.