La culpa, en gran parte, de que se tenga idolatrada a la pareja es de «Disney». De pequeños, te hacen creer que la vida es un cuento de hadas en el que todo es bonito. Crees que las personas cuando se casan comen perdices y viven felices para siempre jamás.
Pues siento mucho comunicarte que NO ES ASÍ. La vida es difícil. La vida en pareja es complicada, todo es muy bonito hasta que tu vida se vuelve una rutina de la que no sabes salir. Cuando estás conviviendo con tu pareja la tendencia más común es volverte un poco dejado, por no decir mucho.
Si siempre habéis sido la pareja ideal, mostrar delante de tu entorno que todo se va a pique es algo que no se demuestra. Se continúa con una careta y una «sonrisa fingida» el tiempo suficiente de montarte en el coche y que no te vean la cara de asco.
Te diré razones de sobra por las que la vida de una pareja idílica tiene sus días contados.
Amor de cuento de hadas
La pareja que lo hace absolutamente “todo” juntos tienen tendencia a sufrir frustración o sentimiento de abandono cuando por algún motivo su estabilidad se ve alterada. Si le cambian al otro el turno de trabajo y tienen que dejar de pasar ese tiempo juntos, la otra parte de tu mitad no lo comprenderá.
Cuando, de pronto, te cambian la sincronización de la pareja puedes comenzar a dejar de sentir esa necesidad “malsana” de querer ir a lavarte los dientes con tu pareja y que te empieces a plantear tu mundo en solitario.
El amor romántico de pareja de películas suele darse con más frecuencia en los jóvenes que aman de forma más radical y desmesurada. Pero también hay personas con más de cuarenta que siguen pensando en el amor de «príncipes y princesas».
Cuando el amor es de película es que se trata de un «cuento corto» en vez de una «novela larga».
Jekyll y Mister Hyde
Los enamoramientos de pareja hacen que al principio de la relación magnifiques al otro y lo veas como un dios todo poderoso que ha nacido tan solo para hacerte feliz. El amor obnubila la mente y no te deja ver las cosas como son en realidad.
Puedes ser muy compatible con tu pareja, pero; sin embargo, no tener las mismas necesidades o inquietudes. Es decir: Todo va perfecto hasta que se habla y se dice lo que realmente se piensa. Cuando empiezas una relación y estás “locamente” enamorado pasas por alto detalles u opiniones del otro que no tienen nada que ver con las tuyas pensando que ya lo resolveréis con el tiempo. Ese es un error garrafal.
Si tú quieres tener hijo y tu pareja no, si amas lo animales y a tu compañero sentimental le dan asco los bichos, si te gusta viajar y la naturaleza y por el contrario tu medio pulmón tiene hecho el molde del culo en el sofá. Esas cosas son las que no se hablan o no se quieren hablar. Porque sabes que puedes ceder durante un tiempo, pero que tarde o temprano todo eso va a explotarte en la cara.
La comunicación es la base de toda pareja que tenga posibilidades de sobrevivir a los primeros años.
Tira de hemeroteca
Si eres de los que cree que una pareja tiene que ser perfecta y sin problemas, párate un segundo a pensar algo. Piensa en tus relaciones anteriores, en tus amores platónicos, en todo lo que te haya tocado el corazón, en tus amigos, en la familia e incluso en tu mascota. Una vez que lo hayas hecho, pon en una balanza las veces que has discutido con ellos y las que habéis solucionado las cosas.
En una lista, pon las discusiones que has tenido y solucionado con las personas a las que amas o has amado y los motivos. En otra, pon las veces que todo se ha acabado. Seguramente, cuando se ha terminado todo, ha sido porque te has dado cuenta que esa otra persona no era conveniente en tu vida y la has terminado alejando.
En la vida real se discute, se riñe, se reconcilia, se enamora o se olvida. Es ley de vida y es necesario para avanzar y no estancarte. Tienes que cambiar la forma de pensar y darte cuenta que las parejas ideales NO EXISTEN o no son duraderas.
Realidad
La realidad es muy diferente a los cuentos y a lo que puedes llegar a pensar cuando no eres consciente de lo mal que lo vas a pasar si esperas más de lo que es posible en tu pareja.
No tenéis por qué tener todas las aficiones en común, ni parecer siameses, pero sí es muy IMPORTANTE que haya cosas que os unan. Si a él le gusta pescar o correr puedes intentar acompañarlo “alguna vez”, siempre no. Todos necesitamos nuestro espacio y nuestros momentos de soledad. Y si a ella le gusta nadar o disparar el arco, exactamente lo mismo. Puedes poner interés en lo que le gusta al otro sin que eso signifique que te guste también.
Eso son pequeños esfuerzos que se hacen por la pareja. No se trata de asfixiar al otro. Si no tenéis vuestro momento la pareja tiene los días contados.
Que no se deba idealizar a la pareja no significa tampoco que no tengas tus expectativas. Que ya luego se cumplan o no es otra cosa distinta. Cuando eres joven te fijas más en el físico que en el interior. A medida que pasan los años la cosa va cambiando y quieres a alguien que sea afín a ti, que te comprenda y te acepte tal y como eres. Sin que quiera o necesite cambiarte.
Ten en cuenta que el físico cambia y que los sentimientos caducan o bajan su intensidad. La forma de que una pareja perdure tampoco es cien por cien fiable. Es que el amor romántico pase a segundo plano y deje sitio al amor racional y constructivo.
Cuando basas tu relación en algo que crees que puede suceder o idealizar a tu pareja sin mirar si realmente sois compatibles, ahí es cuando comienzan los conflictos. Y esos son casi imposibles de superar porque realmente estás con la persona de tus sueños, no de tu realidad.