sábado, 23 noviembre 2024

Nike se frota las manos con el fútbol femenino: vende el doble de camisetas

Poco importaba el ganador que saliese de la final del Mundial Femenino de Fútbol del pasado día 7 de julio en Lyon entre las selecciones de Estados Unidos y Holanda, ya que ya se había revelado el verdadero campeón mucho antes: Nike. La firma de ropa deportiva no solo vestía a ambos conjuntos, sino que gran parte de equipos que se quedaron por el camino en las distintas eliminatorias también lucían su insignia, en total seis de los ocho (si se cuenta a Italia que tiene a Puma que también forma parte del organigrama) y una de las otras dos es Alemania.

Al buen desempeño de dichas selecciones se le añade otro elemento importante más, y es que la octava edición de la fase final femenina que se celebró en Francia ha sido la más importante de la historia. Incluso antes de la gran final, en la semifinal entre Inglaterra y Estados Unidos, ya se había batido el récord de espectadores en Reino Unido viendo un partido de fútbol de mujeres con 11,7 millones de espectadores convirtiéndose en el espectáculo más seguido, incluso por delante de la Final de la Champions League, según la propia BBC.

Algunos meses antes, allá por abril, la FIFA anunciaba que se había batido también récords en la venta de entradas para los partidos pese a que quedaba todavía mucho tiempo. Por último, la jugadora que se ha convertido en el icono no solo del fútbol femenino sino incluso del movimiento feminista, Megan Rapinone, que, además, ayer recibió el premio The Best viste de Nike y ya ha protagonizado distintos spots publicitarios.

Todo lo anterior tiene como colofón final un negocio redondo para la compañía, que presenta unos resultados positivos que se apoyan en su buena visibilidad en dicho evento. De hecho, los analistas de Bloomberg señalan que esperan «un aumento del 7% en el consenso de ganancias en ventas en tiendas físicas, en moneda constante, liderado por el fuerte impulso que supuso la Copa Mundial Femenina».

En concreto, el número de camisetas femeninas vendidas se multiplicó por tres en dicha fase final respecto a la misma años antes. Además, añaden que «sus inversiones adicionales para aumentar la visibilidad de las mujeres (más allá del fútbol) son una gran oportunidad para la firma». Aunque no es el único punto en el que la firma está sabiendo sacar rendimiento el crecimiento exponencial del deporte femenino, también ocurre con el baloncesto.

Otro de los grandes pilares en los que se van a apoyar las cuentas de la multinacional es en el rápido crecimiento de su marca Jordan, nombre en honor del mítico jugador de baloncesto Michael Jordan, y cuyos nuevos modelos a precios más asequibles le permitirán obtener un crecimiento de dos dígitos, según apuntan los analistas. Una marca que, además, también se está disparando entre el mundo femenino gracias al crecimiento del baloncesto de dicho género.

Sin ir más lejos, Nike sacó la línea de Air Jordan Retro I, las icónicas zapatillas con las que se inauguró la posiblemente saga más rentable de zapatillas de la historia adaptadas al estilo femenino. Aunque va más allá, ya que al igual que en el fútbol cuenta con las mejores jugadoras para promocionar sus productos en el basket pasa lo mismos, y es que la última mejor jugadora de la WNBA, Ellen Delle Donne, viste Nike; al igual que lo hacía un año antes, Breanna Steward o en el anterior Sylvia Fowles, ambas también MVP de la WNBA.


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