La listeriosis se ha convertido en un tema de actualidad después de los últimos casos encontrados en nuestro país. Esta enfermedad provocada por la Listeria, ha causado el caos y ha provocado que Sanidad prohíba el consumo de algunos alimentos ya considerados como peligrosos.
Para evitar contagiarse de listeriosis, es completamente necesario que tanto los consumidores como en el sector hostelería estén al tanto de los pasos que se deben dar con el fin de dejar a la bacteria fuera de juego. Al ser una bacteria muy presente en la naturaleza, no es de extrañar que sea una de las que más enfermedades alimenticias provoca, pues se encuentra en una gran cantidad de alimentos como verduras, frutas, derivados del cerdo o productos lácteos.
Su importancia en estas últimas semanas viene dada debido al exagerado aumento de casos registrados por la enfermedad. Aunque cada año son superiores, llama la atención la alerta sanitaria que ha causado en apenas unos meses. Por ello, nunca está de más conocer qué se puede hacer como consumidor para intentar prevenir que esta bacteria provoque la listeriosis.
Qué es la listeriosis
La listeriosis se trata de una infección que está provocada por el consumo de ciertos alimentos previamente contaminados por la bacteria Listeria Monocytogenes.
Esta enfermedad suele afectar, en mayor medida, a personas con el sistema inmunológico debilitado como personas mayores, niños o mujeres embarazadas. La mayoría de los casos que se dan, también los de los últimos meses, están relacionados con comidas preparadas, por lo que viene bien hacer un repaso de algunos puntos para prevenirla.
La bacteria, de forma natural, suele tener fuerte presencia en el agua, la tierra, o el tracto intestinal de algunos animales. Muchas veces son estos mismos los que contaminan los alimentos.
Existen medidas preventivas
Para poder prevenir la listeriosis, podemos llevar a cabo como consumidores algunas medidas preventivas que todos podemos hacer en sencillos pasos.
Estas medidas se suelen comparar a las empleadas para prevenir otras enfermedades de índole similar como puede ser la salmonelosis, también transmitida por los alimentos. Lo complicado de poder prevenir esta bacteria es que la Listeria ni se ve ni se huele, por lo que no podemos percatarnos muchas veces a tiempos cuando el alimento ya se encuentra afectado.
Por ello, es importante mantener una buena higienización de los alimentos, del entorno y de nuestras manos si vamos a manipular alimentos crudos, un correcto almacenamiento, y no olvidarnos de cocer los alimentos, pues esto reduce en gran medida el riesgo de infección de listeriosis.
No beber leche cruda
Cualquier alimento crudo es susceptible de verse contaminado por la Listeria. Mucho más en el caso de uno fresco como la leche.
Por ello, es recomendable, antes de tomar leche cruda, cocerla durante algunos minutos. Cualquier proceso de cocción matará el riesgo de contagiarse de listeriosis a través de ese alimento.
Además, hacer esto nos puede ayudar a prevenir otros tipos de enfermedades alimentarias, por lo que es una buena idea incluirlo en tu rutina.
Limpiar la nevera de forma frecuente
Unos alimentos entran, otros salen, otros vuelven a entrar, etc. Esta es la rutina de nuestro frigorífico al menos un par de veces cada día.
Todos los alimentos que entran, sobre todo los crudos, como frutas y hortalizas, pueden contener cualquier tipo de bacteria. Sí, también Listeria. Por ello, es buena idea mantener una buena higiene de la nevera y limpiarla a fondo al menos una vez a la semana.
Con una medida tan simple, podremos evitar contagiarnos de listeriosis, una enfermedad que cada vez se está desarrollando, al parecer, más en España.
Lavarse las manos antes de cada comida
Otra medida de higiene muy importante, muy sencilla, y que no todas las personas cumplen.
Lavarse las manos antes de cada comida es algo que recordaremos que nuestros padres y profesores no dejaban de decirnos muy a menudo. ¿Por qué, entonces no les hacemos caso? Mantener una buena higiene en las manos puede ser clave a la hora de evitar una infección.
Además, para prevenir la listeriosis, también es necesario lavarse las manos mientras se está cocinando si hemos manipulado un alimento crudo, así como lavar también los utensilios con los que lo hayamos hecho.
Lavar frutas y verduras antes de consumir
Mantener nuestras manos bien limpias es importante. Pero, al fin y al cabo, son los alimentos los que suelen transportar esta bacteria. Por ello, frutas y hortalizas que vayamos a consumir curdas, es necesario lavarlas a conciencia.
Siempre será más recomendable, como medida preventiva contra la listeriosis, el cocerlas previamente antes de consumir. Sin embargo, si las vas a tomar crudas debes lavarlas muy bien con abundante agua con el fin de que la tierra y demás sedimentos de fertilizantes que puedan haberse quedado adheridos se desprendan.
Con esta medida no nos podemos asegurar al 100% de que nos hayamos desecho de la posibilidad de enfermedad, pero es un paso más en la prevención.
Factores que favorecen su presencia
Existen algunos factores que podríamos considerar de riesgo, ya que favorecen la presencia de la bacteria Listeria en los alimentos y ayudan a que crezca.
El primero de ellos es las características y la composición de ciertos alimentos, sobre todo de la actividad del agua, el azúcar o los niveles de acidez de los que estén compuestos. Además, también es importante controlar la temperatura de almacenamiento y el tipo de envase en el que se presenta. Por último, debemos tener en cuenta la vida útil del producto, es decir, de cuánto tiempo dispone la bacteria para crecer.
Estos factores son clave para poder prevenir la listeriosis. Además, como ves todos ellos están en manos de los humanos, que podemos hacer mucho por evitar que la bacteria se reproduzca.
En qué alimentos se encuentra
Lo peor que tiene la Listeria para los seres humanos es que es una bacteria que se reproduce con gran facilidad. Además, se encuentra en gran parte de la naturaleza y, por tanto, en un gran número de alimentos.
Entre ellos, destacan los alimentos frescos, crudos o aquellos de origen animal. Estos pueden ser hortalizas, frutas y verduras. También alimentos lácteos como el queso, yogures y otros productos. Y preparados cárnicos como salchichas o fiambre, paté,y pescados y mariscos ahumados.
Una selección nada desdeñable que obliga a luchar y prevenir contra la listeriosis para poder seguir consumiendo esos alimentos con tranquilidad.
