Importante recorte. Con estas dos palabras se puede definir la disminución de la deuda de Vías y Construcciones, en general, y con las entidades financieras, en particular. Si repasamos los datos, la deuda a largo plazo de la filial de ACS fue de 5,1 millones de euros en 2018. Un año antes había sido de 9,6 millones, y en 2016, de 9,7 millones.
Notable reducción que también se ha dado en la deuda a corto plazo. En 2016 había sido de 97,1 millones; en 2017, se redujo hasta los 89 millones. Pero es que, en 2018, el ‘tijeretazo’ fue tal que se quedó en 19 millones de euros, según las cuentas del Registro Mercantil recogidas por InsightView.
La filial de ACS ha logrado dejar a cero la deuda a corto plazo que mantenía con las entidades financieras
Poniendo el foco en la banca, el ‘hachazo’ ha sido descomunal sobre todo en aquella a corto plazo. Si en 2016 la deuda con las entidades financieras de Vías y Construcciones fue de 75 millones, y en 2017, de 73,4 millones, durante 2018 se quedó en 5,2 millones. Por lo que respecta al largo plazo, la filial de ACS la dejó a cero. Los dos años anteriores había sido de 3,7 millones de euros, respectivamente.
No se trata de los únicos datos positivos de la constructora bajo las riendas de Florentino Pérez. Según Insight View, su beneficio fue de 21,9 millones de euros, un 5,3% superior al cosechado un año antes: 20,8 millones. Sin embargo, se queda un poco lejos de los datos de 2016, cuando llegó a los 29,9 millones de euros.
SOMBRAS EN LA FILIAL DE ACS
No todo son ‘alegrías’ en la empresa perteneciente a ACS. Por ejemplo, su fondo de maniobra fue de -27,5 millones de euros, un 313,5% superior al del año anterior (-6,66 millones). Se trata de los recursos financieros que son necesarios para que la compañía lleve a cabo su trabajo en el corto plazo. Suele tener en consideración los pagos y los cobros próximos. Por norma, resulta conveniente mantenerlo en positivo.
Otro punto que debe corregir es su alto nivel de apalancamiento. Cierto que lo ha reducido respecto al año anterior, cuando fue del 1.094%, pero ha sido mínimamente: 915,3%. Dicho nivel, en la media del sector, es del 250%. En este caso se trata del endeudamiento para financiar una operación, más la capacidad de generar beneficios. Si la operación sale bien, se multiplica la rentabilidad. Si no, el riesgo de que la empresa acabe siendo insolvente está ahí. Eso es porque los beneficios se desinflan rápidamente.
Por lo que respecta al activo corriente, según recoge Insight View, durante los tres últimos años ha ido menguando. De los 429,3 millones de 2016 a los 333,7 millones de 2018. Hablamos del activo que puede convertirse en dinero en menos de un año (dinero en el banco, existencias, inversiones financieras…). Bienes y derechos que en su día adquirió la filial de ACS con la intención de que permanecieran en la compañía menos de doce meses.
El activo no corriente de Vías y Construcciones, por su parte, ‘engordó’ en el último trienio desde los 66,5 millones a los 93,6 millones. Son los bienes y derechos adquiridos para que permanezcan, en este caso, más de un año.
Las ventas de la filial de ACS se recuperaron en 2018 (328,2 millones de euros), por encima de los 315,4 millones del año anterior. Sin embargo, no llegaron a los 366,6 millones de 2016. El peor año de la compañía bajo el paraguas de Florentino Pérez fue 2013, cuantas las ventas se quedaron en 310 millones de euros. Repuntaron durante los dos años siguientes, para volver a caer en 2016 y 2017.
El margen bruto, que representa el beneficio directo de la actividad de la empresa, también lleva cuatro años descendiendo. De los 119,6 millones de euros en 2015, a los 93,6 millones de euros en 2018.