sábado, 23 noviembre 2024

Los bancos de la financiación para emprender

Emprender es algo que, conforme está la situación laboral, se nos ha pasado por la cabeza a más de uno. De hecho, según estudios, en los próximos años proliferarán las altas como autónomos. Los jóvenes no quieren reglas ni jefes que les corten las alas.

Si estás pensando en montar tu propio negocio, seguro que lo primero que se te viene a la mente es «no tengo suficiente dinero». A la hora de convertirte en emprendedor, no cabe duda que el factor económico es uno de los más importantes.

En este tema no se suele tener mucha información, por ello, en este artículo podrás descubrir los bancos de financiación disponibles a la hora de emprender.

Familiares y amigos

familiares y amigos para emprender

Si no quieres meterte en el banco y cuentas con amigos y familiares que pueden apoyar tu idea económicamente, no dudes en pedirles ayuda. Esta es una de las formas de financiación que más dinero da.

Además, hay que tener en cuenta que se produce de forma rápida e inmediata y sin tener que pasar un examen exhaustivo por parte de la entidad. Los requisitos también son mucho menores que los que puedes encontrar en un banco. Así como las comisiones y los intereses.

Los fondos podrás obtenerlos incluso de forma prácticamente gratuita si tus familiares o amigos te conceden una donación o un préstamo a tipo cero para que puedas emprender.

«Bootstraping»

inversión

Aunque se trata de un término anglosajón, podemos entenderlo perfectamente. Uno mismo a veces es su mejor socio, y de esto va este apartado. Se trata de comenzar el negocio, de emprender, sin ningún tipo de ayuda externa.

Para ello, deberás invertir tus ahorros e intentar reducir los gastos al mínimo. Se debe comenzar haciendo inversiones controladas con las que conocer el negocio de forma rápida. Por ejemplo, una prueba del producto que vayamos a comercializar.

Lo más importante es poder recuperar el dinero de forma rápida, al menos la inversión inicial, por lo que las técnicas de venta cobran un papel esencial.

Pide un préstamo del banco

préstamo bancario

Esta es una de las opciones más extendidas. Los bancos ofrecen varios productos con los que poder financiar tu negocio y poder emprender.

Microcréditos, préstamos a emprendedores, líneas de mediación, etc. Todo esto es lo que podemos encontrar en una entidad. Antes de elegir uno de ellos estudia con precaución los intereses y elige el que mejor te convenga para cubrir las necesidades iniciales.

La gran ventaja de pedir un préstamo bancario es que te permitirá mantener el 100% del control de tu capital.

Infórmate de las ayudas públicas

ayudas públicas emprender

Existe gran cantidad de ayuda pública a los emprendedores, aunque muchas veces carezcamos de información sobre ella. Hay entidades como la Comisión Europea, CDTI o ENISA que ofrecen ayudas a nuevos negocios.

Estas ayudas se ofrecen especialmente a aquellas ideas que son fácilmente escalables. También a aquellas con conciencia social o para con el medio ambiente.

Aunque son ayudas nada desdeñables, es recomendable que no sean la única fuente de financiación del negocio, pues siempre tendrá más valor el ser apoyados por un inversor de prestigio que confíe en la idea.

«Crowdfunding»

crowdfunding

Esta novedosa opción permite obtener fondo a través de pequeños pero múltiples inversores. Estos pueden elegir si ayudar en el proyecto e invertir de forma desinteresada o a cambio de una pequeña comisión o participación en la empresa.

Es una vía de financiación rápida y de fácil acceso para todos aquellos que tengan ilusión por emprender. Sin embargo, la última palabra la tiene siempre el emprendedor.

Debes tener también en cuenta los pequeños créditos que pueden ofrecer los inversores sumándole los intereses. Valora y elige el que se adapte a ti.

Incubadoras y aceleradoras

financiación empresa

Son plataformas que aportan gran valor como mentoring, contactos o gran cantidad de información. Todos ellos de gran importancia, sobre todo si estás comenzando en esto del emprendimiento.

Aquella que elijas por su valor y ayuda, puede participar en el capital de la empresa. Ten en cuenta que para elegirla debes tener en cuenta que tenga profesionales experimentados y cuente con buenas críticas en el sector.

Un consejo es que elijas una sectorial, para saber que los contactos te interesan al 100%.

«Business Angels»

inversor business angel

Si los primeros datos del negocio parecen ser buenos, no dudes en abrir una ronda de financiación o ponerte en contacto con un «business angel».

Este tipo de inversor no solo proporciona crédito, sino que también aportan su experiencia en el sector y sus contactos.

Para convencerlos de que tu negocio es el ideal para invertir, nada mejor que mostrarles su evolución en el tiempo a través de una línea de logros continuada.

Capitalización del paro

capitalización del paro emprender

Aunque es algo que muy pocos saben, el servicio de empleo te da la opción de capitalizar el paro. Esto puede ser muy interesante para aquellos que optan por emprender en un negocio después de que su trabajo en la empresa anterior les haya salido mal.

Es verdad que la cantidad no será suficiente, pero nada está de más cuando estás empezando. Además, una gran ventaja es que no tendrás que devolverlo, pues se trata de tu dinero.

Hay que cumplir algunos requisitos, pero merece la pena estudiar con detenimiento esta opción.

Capital de riesgo

capital de riesgo

El objetivo principal de estas empresas es invertir en aquellos negocios que no cotizan en bolsa. Es decir, hacerlo en sus ingresos futuros.

La mayor ventaja es que se trata de inversores solventes, cuentan con grandes recursos y aportan al emprendedor las garantías necesarias para comenzar. Uno de sus principales inconvenientes es que no son muy flexibles.

Sin embargo, es una opción excelente e indicada para aquellas empresas que cuentan con un gran potencial y esperan grandes oportunidades de crecimiento dentro del mercado.

Deshazte de lo que no necesitas para comenzar a emprender

vender para emprender

Seguro que tienes un montón de cosas en tu casa que no has usado desde hace años. O, al menos, no en el último. ¿Qué tal si les das una vuelta?

Lo que puedes hacer con estos artículos es reinvertirlos. Es decir, venderlos para que, con el dinero que consigas, puedas invertir en tu propio negocio.

Una buena forma de financiarte a ti mismo que, aunque a menor escala, puede resultar bastante interesante.


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