Hay un poema de Miquel Martí i Pol que dice: “La belleza es un pájaro que se nos muere en las manos”. La belleza desaparece y luego lo que te queda es tu cabeza, tu cultura, lo que hayas hecho con tu vida. Y eso es precisamente lo que podemos aprender de las personas mayores.
Cuando oí hablar del proyecto CiberCaixa Penitenciarias me emocioné muchísimo. Me parece una iniciativa preciosa. Para que nuestra sociedad marche bien debemos valorar a nuestros mayores: y eso pasa por darles más oportunidades, más actividades y más ayudas para vivir dignamente. Es increíble conseguir que personas, que podrían ser mis abuelos, se sientan mejor consigo mismas, acompañadas, y que compartan tiempo con gente que merece una segunda oportunidad, que está a punto de salir de la cárcel, que necesita reinsertarse. Es muy necesario ese intercambio para unos y para otros.
2«El trabajo de los voluntarios es totalmente imprescindible para nuestro bien común.»
He tenido la suerte de participar en películas de índole social como Los lunes al sol, que habla del paro, Salvador (Puig Antich) o Cuéntame, que forman parte de la historia de nuestro país, y, por supuesto, Vicente Ferrer, una película que me marcó profundamente. Interpreté a su mujer, Anna Ferrer. Conviví con ella durante mes y medio para poder clavar mejor el papel y eso fue todo un regalo para mi vida, no solo en el plano profesional. Anna es una fuerza de la naturaleza: una mujer con unos valores tan férreos que merece toda mi admiración. Durante mi estancia viví en la fundación, como todos los demás, de una manera muy austera, con poca agua, con la comida y los problemas del país: las carreteras, la falta de infraestructuras. También fui a inaugurar orfanatos, visité hospitales y pude ver de primera mano que el trabajo de los voluntarios es totalmente imprescindible para nuestro bien común.