Hace algunos días publicábamos «Telefónica ha cruzado el Rubicon» avisando que la compañía empezaba una etapa expansiva apostando por el crecimiento y la búsqueda del «euro nuevo», reforzando y consolidando su liderazgo en sus dos primeros mercados, España y Brasil.
Tras haber reducido drásticamente deuda en los últimos años, la lógica nos llevaba a una nueva etapa de crecimiento. Desde entonces, y en un breve espacio de tiempo, El Confidencial publicaba la posibilidad de adquirir OI en Brasil y días después se conocía la interesante operación de compra del 50% del negocio de alarmas de Prosegur.
Hoy podemos adelantar que Telefónica y Atresmedia lanzan una joint venture para la producción de contenidos audiovisuales. Estos contenidos podrán explotarse en las plataformas de ambos, que son complementarias, y además podrán venderlos a terceros para el resto del mundo (Netflix, Amazon, HBO etc.)
El objetivo de todos esos movimientos es claro. Generar valor y nuevo negocio. No se trata de crecer verticalmente en el negocio tradicional de telecomunicaciones, sino hacerlo transversalmente, exprimiendo el patrimonio del operador hasta sacarle todo su jugo: sus redes.
El crecimiento vertical está limitado por la madurez del sector. Telefónica quiere crecer de forma trasversal
Históricamente la mayoría de las telcos han dado la espalda a los negocios trasversales, que acababan bajo el yugo de otros jugadores en las redes de las que son propietarios.
Por poner un ejemplo de claro éxito, en 2006 Google compra por 1.300 millones de dolares el portal YouTube. Este portal de contenido audiovisual tuvo enorme éxito porque esos años las redes empezaban a poder soportar contenidos multimedia. Los operadores habían hecho enormes inversiones en ADSL. Sin embargo los creadores del portal, y posteriormente el propio Google las aprovecharon en su beneficio sin que la gran mayoría de compañías de telecomunicaciones, propietarias de las redes, mostrarán interés por esos negocios a los que llegaban tarde. Una importante parte de «su pastel» se la llevaba otro, que para más INRI, no había realizado inversión alguna.
En aquel momento estas afrentas dolían menos porque el negocio era dotar de móvil y conectividad a millones de personas, el mercado aún no estaba saturado y se podía crecer obviando estos negocios paralelos.
Con un sector de la telefonía maduro, en el que la capacidad de crecimiento se basa en robar usuarios a la competencia (y por lo tanto caer en promociones que lastran el beneficio por usuario), o realizar enormes inversiones que permitan tener un producto premium y diferencial (fútbol), el crecer transversalmente y exprimir la capacidad de las redes al máximo genera un nuevo universo de productos y servicios. Y allí, si consigue hacer bien sus deberes, Telefónica, tiene una enorme capacidad de crecimiento en España y Brasil, y en menor medida en el Reino Unido y los países donde aún mantiene presencia en latinoamérica.
SACAR MÁXIMO RENDIMIENTO A LAS REDES
Los operadores históricamente han hecho enormes inversiones. Primero en cobre, luego en ADSL, fibra y en la compra de espectro radioeléctrico. Esto último es especialmente singular, ya que los gobiernos hacen caja de forma recurrente, comercializando el mismo espectro una y otra vez.
Pero hoy, si quieres dar el paso y ser una empresa tecnológica debes hacer mucho más que vender móviles y fibra. Y si tardas en ocupar el ancho del espacio, aparecen oportunistas sectoriales que parasitan tus inversiones en su beneficio y te dejan fuera de nichos de ingresos. Telefónica podrá crecer en un mercado maduro como el español a base de robar clientes a otros operadores (en este punto Vodafone, ha facilitado mucho las cosas en los últimos tiempos), pero el crecimiento por esa vía es un crecimiento limitado. No toda la competencia va a decidir inmolarse todo el tiempo.
Sin embargo, el crecimiento derivado de nuevos servicios por medio de la fibra instalada es infinito y aún no somos capaces de ver todo lo que se puede construir sobre ella.
Y esto es precisamente lo que el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, ha querido mostrar en el día de ayer a los inversores en Wall Street. El road show de esta semana por Nueva York en el que el presidente se ha reunido con los principales fondos de inversión va más allá de las rutinarias citas trimestrales para informar sobre la evolución de la compañía. Este road show se lleva a cabo tan sólo unos días después de que Telefónica sorprendiera al mercado con la compra del 50% del negocio de alarmas de Prosegur en España, y todo hace indicar que esto sólo es el comienzo de un nuevo posicionamiento en el que la empresa española no está dispuesta a que, como tradicionalmente ha ocurrido con las empresas de telecomunicaciones, otros le quiten la merienda.
No es casual el anuncio de algunas de las operaciones que se han conocido esta semana. Entre ellas, la más deslumbrante es el rumor del mercado sobre la posibilidad de que la telco española comprara la brasileña OI incrementando su posición dominante en Brasil.
Está operación está en pañales y no se ha empezado a hablar aún, pero está claro que la situación interna y conflictiva de OI facilita una operación, y para la empresa española es un complemento ideal que afloraría enormes sinergias. Se habla de una cuantía de 6.000 millones de dolares, y se sabe que Telefónica es la empresa del Ibex que más caja tiene, unos 8.500 millones de euros. Dando ambas cifras como ciertas, parte de la caja de la que dispone la empresa española podría ir o a amortizar deuda, que ya hemos visto que es un esfuerzo ingrato que no premia el mercado, o a crear valor, sinergias y reforzar una posición líder en uno de sus dos principales mercados.
Hoy parece evidente que generaría más expectativas, especialmente después de que la deuda se ha reducido sustancialmente en este 2019.
Aunque aun no se ha empezado a negociar, OI encaja como anillo al dedo en Telefónica Brasil, y el operador español podría afrontar los teóricos 6.000 millones de operación
Expandirse en los mercados clave, y cerrarlos a la competencia, generar negocio trasversal en ellos, y deshacerse de los mercados pequeños, o aquellos donde por motivos de mercado, se hace difícil competir (por ejemplo México).
INTERNET DE LAS COSAS, SEGURIDAD Y TECNOLOGÍA
300 millones (parece ser que una parte importante podría pagarse en acciones) es lo que costará a Telefónica hacerse con el 50 por ciento del negocio de las alarmas de Prosegur. La operadora amplía así sus ingresos en un negocio que tiene un amplio espectro de crecimiento (la penetración en España es de un 9% frente a mercados más desarrollados como el estadounidense en el que se alcanza hoy hasta el 20%) y, por otro lado, Telefónica amplia su catálogo de servicios y se mete de lleno en un área de conectividad para controlar el hogar a través de la seguridad.
Este negocio además, tampoco es nuevo para la operadora. Y no lo es porque en 2015 ya mantuvo un acuerdo que no tuvo demasiado éxito con la empresa líder del sector en España, Securitas Direct. El acuerdo, estrictamente comercial, se hizo para lanzar Movistar Verisure Hogar, un servicio que apostaba por el hogar digital dentro de los clientes de la operadora y que se abandonó el año pasado.
Las alarmas han sido un negocio secundario para Prosegur, un sector liderado por Securitas Direct que cuenta con el 50 por ciento del mercado, frente al 10 por ciento de Prosegur. Con esta incursión de Telefónica el liderazgo de Securitas podría verse amenazado a medio plazo, o al menos la distancia entre ambos competidores se recortaría de golpe.
Telefónica apuesta por convertirse en una empresa tecnológica global y liderar el universo de los datos
Pero lo que Telefónica quiere conseguir ahora es algo muy distinto. No se trata únicamente de una operación de diversificación del sector, a la que Telefónica además puede ayudar comercialmente a través de millones de clientes, sino de acelerar una estrategia de digitalización por la que Álvarez-Pallete ha apostado ya hace tiempo.
ALARMAS INTEGRADAS EN EL HOGAR CONECTADO
La operación otorgaría a la compañía de seguridad un máximo del 0,85% del capital de Telefónica, según los actuales precios. El acuerdo, que aún no está cerrado y falta por terminar de rematar ha sido ya presentado por Ángel Vilá, que según informan fuentes de la internas de Telefónica daba la bienvenida “oficialmente” a su homólogo de Prosegur como “socios y futuros accionistas”, lo que dejaba claro que el operador maneja la opción de una parte del pago abonarla con acciones.
¿Y quién está detrás de Prosegur? Pues otra de las grandes fortunas españolas, la de los Gut Revoredo. Así, la empresaria Helena Revoredo, conocida como “la dama del Ibex” por sus buenas conexiones con la gran empresa española es la cara visible del negocio de las alarmas.
Vieja conocida de la banca a través del desaparecido Banco Popular y del sector eléctrico desde el consejo de Endesa, la alianza con los Gut Revoredo es similar a la que mantiene Telefónica con empresarios como Amancio Ortega, socio de la filial Telxius.
La reacción de los mercados es positiva para Prosegur, cuya acción se disparó con subidas del 10%, situando el valor de su cotización en 3,79 la jornada del miércoles. Y es que este modelo de expansión por el que está claramente apostando Pallete coincide con los objetivos del consejero delegado de Prosegur -Christian Gut- que ha asegurado que ambos trabajarán para desarrollar una nueva propuesta de servicios más amplia e innovadora.
MUCHO MÁS QUE 5G
Que la unión entre Telefónica y Prosegur no es un pacto entre iguales, es una obviedad. Se trata de una operadora que quiere situarse cada vez más como una compañía global tecnológica y una empresa de servicios. Es decir, que todo el peso tecnológico de desarrollo que debe explotar con la llegada de la quinta generación de telefonía (5G) debe pasar por Telefónica.
Nadie mejor que una operadora para hacer de espía: ubicación, compras, hábitos…todo pasa por una línea de móvil
La importante capacidad de crecimiento del mercado de alarmas en España es una oportunidad, una primera fase del futuro hogar conectado. Se trata de tomar la delantera en este nicho y utilizar esos recursos de la telco para llegar a todos los hogares.
ACUERDO CON ATRESMEDIA
A falta de confirmación oficial, que a buen seguro llegará en el día de hoy, Telefónica y Atresmedia se unen para desarrollar contenidos en español. En la actualidad Atresmedia Studios produce contenidos para terceros (Amazon) y Telefónica para su propia plataforma, Movistar+. En un mundo global con grandes players internacionales dominándolo, las sinergias, si se desarrollan correctamente, permitirán una mayor capacidad de producción, ahorro de costos y optimizar los productos en varios mercados simultáneamente. Además, podrían ser vendidos a plataformas de terceros para maximizar la inversión.
Telefónica y Atresmedia se unen para desarrollar contenidos en español. BÁSICAMENTE series y cine
El acuerdo está en una fase embrionaria y se firmará en los próximos días por parte de Silvio González, Consejero Delegado de Atresmedia y Emilio Gayo, Presidente de Telefónica España. Se trata de un acuerdo de intenciones que ahora hay que desarrollar, bajar al suelo y preparar su arquitectura. Se producirán contenidos de ficción, especialmente series y películas. Cada una de las empresas tendrá un 50% de la compañía resultante.
Porque no hace falta imaginar mucho para vislumbrar un horizonte cercano lleno de dispositivos conectados en remoto vía móvil. Desde la calefacción al horno pasando por los sensores de seguridad y todo tipo de nuevas necesidades que aún sabemos que tendremos. Y en todas ellas, si no se duerme en los laureles, Telefónica tiene la delantera. Y parece que no tiene intención de dormirse a la vista de estas semanas de hiperactividad.
Pero esto no es todo. Intuyen bien si piensan que hay más por llegar próximamente.