Gigas ha cerrado los primeros seis meses del año con unas cuentas que han supuesto triplicar su Ebitda hasta presentar un resultado neto positivo de 155.000 euros.
En concreto, la compañía ha finalizado el primer semestre de 2019 con un Ebitda de 1,28 millones de euros, más del triple que los 0,41 millones de euros logrados en el mismo periodo del ejercicio anterior. Esta cifra representa el 25,9% del importe neto de la cifra de negocios. Además, el Ebitda es un 22,0% superior a la estimación de 1,05 millones de euros contemplada en el presupuesto y al 21,0% de margen proyectado.
El resultado neto positivo de 155.000 euros en este periodo, frente al negativo de hace un año, supone haber alcanzado resultado neto positivo por primera vez en la historia de la compañía, lo cual marca un nuevo hito en la trayectoria de Gigas. Además, ha comenzado a generar caja operativa con fuerza, alcanzando los 0,95 millones de euros hasta el 31 de junio.
La facturación bruta, con 5,76 millones de euros en el semestre, está en línea con lo presupuestado (1,9% superior a lo previsto). Ha supuesto un crecimiento del 24,9% frente a los 4,61 millones de euros del mismo semestre en 2018. El importe neto de la cifra de negocios alcanzó los 4,95 millones de euros, también en línea con lo presupuestado (0,9% inferior a lo previsto), representando un crecimiento del 25,8% frente al mismo periodo del año anterior.
El crecimiento de las ventas en el segundo trimestre del año se ralentizó frente al primero. Este hecho es debido básicamente a la finalización de un contrato importante a principios de año con un partner que, tras ser adquirido, trasladó la infraestructura que tenía contratada con Gigas a su nueva matriz, tal y como ha informado la compañía.
Gigas ha multiplicado la generación de caja operativa en el semestre por más de seis veces, pasando de los 0,15 millones del primer semestre de 2018 hasta los 0,95 millones del mismo periodo de 2019. Así, a pesar de haber dedicado 0,97 millones de euros al servicio a la deuda, 0,54 millones de euros para compras de inmovilizado (de los cuales 0,4 millones de euros fueron financiados) y 0,31 millones en compra de acciones propias para responder a un plan de stock options de empleados y evitar así dilución a los accionistas, la disminución neta del efectivo y equivalentes en el periodo fue de tan solo 0,36 millones de euros.
Aunque el crecimiento en el segundo trimestre ha estado por debajo de lo esperado, mantiene el Ebitda por encima del presupuesto. Así, la compañía ha ratificado los objetivos de Ebitda para el año, aunque la cifra de negocios pudiera acabar algo por debajo de lo presupuestado.
Asimismo, y sin contemplar posibles operaciones corporativas, Giga pretende acabar el año con una deuda financiera bruta en el entorno de los 2,5 millones de euros (frente a los 4,32 millones de euros a fin de 2018), excluyendo bonos convertibles. A su vez, la deuda financiera neta (DFN) se estima que pueda acabar el ejercicio en el entorno del millón de euros, resultando un ratio DFN / Ebitda de aproximadamente 0,4 veces sobre el Ebitda presupuestado para el ejercicio.