El ministro británico para la salida de la UE, Stephen Barclay, ha advertido de que la economía española acusaría el impacto de un Brexit ‘duro’, y ha expresado sus dudas de que pymes españolas estén preparadas para este escenario.
«Si no hay un acuerdo con la UE, la economía española acusaría el impacto», ha advertido Barclay en su intervención en Los Desayunos Informativos de Europa Press. El deseo del Gobierno británico es que haya un acuerdo para una salida amistosa de la UE antes del 31 de octubre, pero hay que ser conscientes de que es posible que dicho acuerdo no se materialice, ha manifestado Barclay.
«La Comisión Europea asegura estar totalmente preparada ante esta eventualidad, pero no todas las medianas y pequeñas empresas de Europa lo están. Dudo que las pymes españolas estén preparadas para un no acuerdo», ha incidido.
En este sentido, ha señalado que los retrasos de dos días que se registrarían en el Puerto francés de Calais, situado al borde del Canal de la Mancha, pueden afectar de forma muy negativa a las exportaciones de productos hortofrutícolas españoles a Reino Unido, caso de pepinos y lechugas.
«Los retrasos en el Puerto de Calais también se sentirán en Irlanda y en los negocios españoles. Puede producir estragos en la economía«, ha advertido.
El 7,2% de las exportaciones españolas (unos 19.000 millones) tienen como destino Reino Unido, mientras que el 4% de las importaciones españolas (unos 11.400 millones) proceden de este país, según datos de la CEOE.
Además, ha enfatizado que en ausencia de un acuerdo de salida de la UE, productos como el vino de Jerez, el queso manchego o el cava, entre otros, perderían las protecciones arancelarias de las que gozan actualmente y tendrían que enfrentarse a la competencia.
En el ámbito de la pesca, ha recordado que Reino Unido será un país costero independiente, lo que afectará profundamente a países de gran actividad pesquera, como España.
Stephen Barclay ha recordado que Reino Unido ha publicado el régimen arancelario temporal, de hasta doce meses, que se aplicaría a las importaciones comunitarias en el caso de que se produjera una salida no amistosa de la UE. En este escenario, se exigiría el pago de arancel al 13% de los productos que se introducen en el país, quedando el restante 87% exento del pago del impuesto.
Entre los productos incluidos en ese 13%, según el Gobierno británico, estarían la carne de vaca, de cordero, de cerdo, de aves de corral, los plátanos, el azúcar de caña, algunos tipos de pescado, los vehículos terminados, cerámicas, fertilizantes, bioetanol, etc. De este modo, algunos productos españoles se verían afectados.
El punto positivo para el sector hortofrutícola es que si hay un ‘Brexit duro’, todas las frutas y hortalizas de procedencia comunitaria, a excepción del plátano fresco, se incluyen en el grupo de arancel cero, aunque sí existirían controles fronterizos que podrían retrasar la entrada de los alimentos en el país y afectarían a la logística del transporte.
«El primer ministro Boris Johnson está muy a favor de las empresas, pero tenemos que proteger a nuestros productores nacionales. También los productores británicos van a tener que pagar aranceles, lo que es un impuesto para nuestros consumidores», ha afirmado Barclay.
IMPACTO EN EL ACEITE ESPAÑOL
Preguntado por el tipo de arancel que tendrían productos españoles muy apreciados por los consumidores británicos, como el vino o el aceite, ha señalado que «el aceite no se vería afectado por ahora», mientras que en el caso del vino no ha sido tan específico.
El titular británico para la salida de la UE ha criticado que se centre mucho el debate en los aranceles, cuando también podrían fraguarse acuerdos no arancelarios, y ha señalado que tienen ofertas de otros países «mejores» que la que le ha hecho la Comisión Europea.
Preguntado por si un ‘Brexit duro’ podría ocasionar una reducción de las inversiones españolas en Reino Unido, que superaron los 80.000 millones en 2017 -últimos datos disponibles-, se ha limitado a responder que como ex secretario de Finanzas del Tesoro está «muy centrado» en asegurarse de que se va a ayudar a las industrias y empresas extranjeras presentes en Reino Unido.
Entre las empresas españolas más expuestas al Reino Unido están Banco Santander, Telefónica, Ferrovial, Iberdrola o Banco Sabadell, entre otras.
LA FRAGMENTACIÓN AFECTARÍA A LAS EMPRESAS ESPAÑOLAS
«Queremos ser abiertos y trabajar con las empresas españolas. Damos mucho valor a sus inversiones y al conocimiento que aportan», ha subrayado Barclay, si bien ha reconocido que en el supuesto de que no hubiera un acuerdo, la fragmentación empresarial podría afectar a las empresas, entre ellas las españolas.
«Necesitamos un acuerdo para dar claridad y certeza a las empresas, porque va también en el interés de los consumidores», ha indicado.
En este punto, ha resaltado la «buena» posición económica que tiene Reino Unido, con una tasa baja de desempleo, y que constituye un foco de inversiones extranjeras, al disponer de un entorno empresarial «de los más amables», además de concentrar un «gran» conocimiento científico.
En el ámbito de los servicios financieros, considera que es «de interés mutuo» tener un hub financiero en Europa, y ha señalado que la gestión de activos en Reino Unido moviliza en torno a 7,3 billones de dólares -la mitad correspondería a capital británico y la otra a europeo y estadounidense-, mientras que solo China gestiona en torno a 25 billones de dólares.
«Tenemos que llegar a un acuerdo. Tener acceso al capital al interés más barato beneficia a todos», ha remarcado.
Preguntado sobre cómo puede afectar un Brexit sin acuerdo a IAG, compañía que engloba a aerolíneas como British Airways, Iberia o Vueling, ha señalado que esta circunstancia dificultaría su operativa, dado que al operar en múltiples jurisdicciones, tendría que afrontar una mayor complejidad sobre los datos que maneja. «Empresas como IAG no quieren incertidumbres sobre un no acuerdo», ha concluido.