Un nuevo actor ha entrado a participar en el complejo entramado llamado Euskaltel. Se trata del fondo activista francés denominado CIAM, que afloró ayer, según los registros presentados a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), hasta un 3,35% del capital social de la operadora vasca con el que pretende hacerse valer en los próximos movimientos que puedan suceder en la firma. El vehículo de inversión, especialista en movimientos corporativos, ahora forma parte de una intrincada red que incluye la propia telco y sus planes de expansión, otra firma que la quiere comprar, Zegona, otra que no la quita el ojo, Orange, y un sector altamente competitivo.
El fondo francés se define como un fondo activista que busca dotar a sus inversores de una rentabilidad mayor que la del mercado, lo que se conoce en la jerga como alfa, gracias a su participación en empresas que pueden llevar a cabo eventos corporativos como fusiones o adquisiciones. La firma reconoce que una parte importante de su actividad está relacionada con «compañías con problemas específicos de gobierno corporativo que tienen un impacto perjudicial en el valor de sus acciones». Aunque su principal objetivo sigue siendo el de «proporcionar rendimientos no correlacionados, mediante la creación de posiciones en torno a eventos corporativos«.
Para llevar a cabo lo anterior, la firma francesa explica que «tiene una amplia experiencia en los procesos legales y reglamentarios que rigen las fusiones y adquisiciones europeas y las leyes de protección de accionistas minoritarios».
Todo lo anterior remite a que el fondo francés ha visto una oportunidad importante en el accionariado de Euskaltel, ya sea por los movimientos de fusiones y adquisiciones que pueden darse en el sector, uno como el de BT podría iniciar el resto, como la colocación de la nueva directiva por parte del accionista mayoritario, Zegona. En el caso del primero todas las miradas siguen centradas en Orange, también francés, aunque todo dependerá de lo que pueda ocurrir con BT España en los próximos meses, señalan fuentes cercanas a la compañía naranja.
La situación del mercado de las operadoras en España es cada vez más complejo y comprimido, lo que podría explicar movimientos de M&A en el sector, según destacan los analistas. Por un lado, la operadora francesa ha empezado a sentir dicho efecto en sus cuentas de tal modo que «el crecimiento de los ingresos minoristas en España se ha vuelto negativo (…) mirando hacia el futuro nos preocupa que las tendencias continúen empeorando debido a: la evidencia de que los clientes pueden estar reduciendo sus paquetes a otros más baratos. Aumento de la competencia minorista. Lucha con Vodafone y el aumento de la competencia en el sector mayorista», explica uno de los últimos informes de JPMorgan sobre la firma.
BT PODRÍA SER LA CLAVE DE FUTUROS MOVIMIENTO
El segmento móvil español de BT está en venta y sobre la mesa hay varias ofertas que podrían empezar a mover el sector. El mejor posicionado, según han desvelado algunos medios económicos, podría ser MásMóvil, pero desde fuentes cercanas a Orange no descartan pujar también en la operación ya sea para adquirir su cartera de clientes (un coste bastante menor que enfrentarse a una opa en Euskaltel) o al menos que el precio de compra sea más alto.
El fondo activista francés CIAM que se caracteriza por buscar empresas que pueden fusionarse o adquirirse para adelantarse a la fuerte revalorización ha entrado con fuerza en Euskaltel
MásMóvil se está convirtiendo en uno de los actores principales del sector al ser el único con captaciones netas de clientes en distintas áreas como el bando de ancha. Una tendencia que no ha pasado desapercibida para los analistas de JPMorgan que resaltan que la telco de bajo coste «continúa ofreciendo un impresionante crecimiento de dos dígitos». Además, también advierten de que «a medida que se amplíe, y su marca desarrolle un atractivo de mercado más amplio, servirá para reducir los precios de la industria española». Una opción que sería muy plausible si finalmente adquiere BT.
Lo anterior llevaría a que hubiera movimientos en el resto de compañías del sector, pero algunas ya tienen ciertas limitaciones para hacerlos. Por un lado, Telefónica tiene una cuota de mercado excesivamente grande para ello, por lo que cualquier intento de compra se vería obstaculizado por las leyes europeas de antimonopolio. Por otro lado, Vodafone está inmerso en un proceso de reestructuración (además, de que trabaja a destajo para absorber Liberty a nivel mundial) que imposibilita poder hacer algún movimiento. Por lo que la posibilidad más alta es un movimiento de Orange para recuperar el pulso en una de sus zonas claves como es España.