El estrés al que estás sometido en el trabajo, en casa o simplemente con tu pareja, te puede acarrear dolores de cabeza persistentes, el insomnio frecuente o la disminución de tu productividad en el trabajo. Puede ser que pienses que tienes alguna enfermedad que desconoces, pero lo que realmente tienes es «estrés».
Muchas veces te pides más de lo que una persona con solo dos brazos es capaz de hacer. Probablemente estás acostumbrado a vivir corriendo, a comer de pie, a tener cien cosas en la cabeza a la vez, a ser la persona resolutiva de tu casa y en la que el resto del mundo se apoya siempre, pero ¿te has parado a pensar en las consecuencias de ser una SÚPER PERSONA HUMANA?
En los periodos de estrés, las glándulas suprarrenales, situadas sobre los riñones, liberan un tipo de hormona llamada cortisol, al estar siempre alerta la adrenalina también comienza a dispararse continuamente y como consecuencia los niveles de azúcar hacen lo mismo.
Tu cuerpo vive en un constante estado de defensa, alertando a todo tu sistema y, por consiguiente, haciendo un esfuerzo inútil que terminará agotando tus defensas.
Síntomas del estrés
Cuando llevas mucho tiempo estresado y con un ritmo muy por encima del recomendado, tanto físico como mentalmente, tu cuerpo empieza a mandarte unas señales. Puede ser que no las tengas todas o que no las relaciones con el estrés que sufres, pero sería recomendable que les hicieses caso:
- Sientes fuertes y continuos dolores de cabeza.
- Los músculos de tu cuerpo están en tensión o te duelen.
- De vez en cuando notas un dolor punzante en el pecho.
- Llega un momento en el día en el que notas fatiga.
- Tu mente no está como para mantener relaciones sexuales con tu pareja.
- Puedes tener problemas estomacales.
- Al acostarte todas las cosas que tienes en la cabeza se repiten una y otra vez, tienes exceso de adrenalina y de azúcar sin quemar extra que te harán dar mil vueltas en la cama.
- La ansiedad y el estrés suelen ir de la mano.
- Estás todo el día agitado.
- No puedes concentrarte con normalidad y comienzas a tener falta de motivación por hacer cosas.
- Vives en un agobio permanente.
- Estás enfadado con el mundo.
- Tristeza o depresión.
Cambios en el comportamiento
Tienes que combatir todos los síntomas anteriores de alguna forma y, a veces, no es de la forma más acertada, pero sí lo más rápido, aunque con peores consecuencias. Las personas con estrés pueden acabar:
- Comiendo en exceso o poco.
- La ira es una respuesta muy común cuando tienes largos episodios de estrés en tu día a día. La frustración que sientes la descargas en los demás.
- El abuso del alcohol y las drogas es una excusa fácil de combatir el estrés y provocarte más problemas de los que ya tenías.
- Si eres fumador, posiblemente, tu consumo de nicotina aumente considerablemente.
- El mundo te estresa y te agobias y puedes volverte sociópata inconscientemente.
- La vida sedentaria y no querer salir de casa es otra opción errónea de las personas con estrés.
Síntomas de estrés
Los síntomas del estrés pueden afectar el cuerpo, los pensamientos, las emociones y el comportamiento. Si sabes reaccionar a tiempo y reconocer que tienes un estado alto de estrés es el primer paso para ponerle solución. Si no lo controlas, el estrés puede desencadenar en muchos problemas de salud, como presión arterial alta, enfermedades cardíacas, obesidad o incluso diabetes.
Pueden ser síntomas de advertencia de un ataque cardíaco y no solo síntomas de estrés:
- Dolor en el pecho, EN ESPECIAL durante la actividad física.
- Falta de aire.
- Sudoración.
- Mareo.
- Náuseas.
- Dolor que va hacia el hombro y al brazo.
¡Busca atención de emergencia inmediatamente!
Actúa para controlar el estrés
Cuando tienes estrés lo último que quieres escuchar es: «Debes tomarte las cosas con más calma», o «Vas a morir joven si sigues corriendo así».
Puede llegar un momento en el que te hayas acostumbrado tanto a vivir estresado que sientas que no hay nada «malo con ello», pero, créeme, SÍ lo hay y debes pararlo lo antes posible.
Algunos métodos para intentar reducir el estrés son:
- Realizar actividad física regularmente. Sal a andar o a correr.
- Técnicas de relajación, como respiración profunda, meditación, yoga, taichí o sesiones de masajes. Si no tienes tiempo, ni dinero ni ganas de hacer estas cosas hay algo que está a tu alcance y que te recomiendo que pruebes, las técnicas de relajación guiadas por Internet. ¡INTÉNTALO no pierdes nada!
- Ya sabes que la vida es un poco gris y complicada, pero también es muy importante tomarte las cosas con humor. A veces, la risa es la mejor terapia contra el estrés.
- No te aísles, procura relacionarte con las personas que te quieren y recuérdales que tienes tiempo para ellos y para ti.
- Lee, escucha música o escribe. Busca un hobby que mantenga entretenida tu mente y haz algo que haga tiempo que no haces, pero que adoras.
hAZ QUE TU VIDA SEA UNA AVENTURA NUEVA CADA DÍA Y DEMUÉSTRATE QUE TIENES CIENto Y UNA RAZones PARA SONREÍR.