La artrosis y la artritis son dos enfermedades que afectan a tus articulaciones. Ambas son dolorosas y pueden limitar tu calidad de vida diaria. Es complicado decir si vas a padecer o no estas dos enfermedades, pero una buena forma de no ayudar a que suceda es controlar tu alimentación y procurar no tener sobrepeso u obesidad.
Es muy importante un diagnóstico precoz, tanto de la artritis como de la artrosis para que su tratamiento sea más afectivo, el problema es que no siempre es fácil de reconocer. Las mujeres son más propensas que los hombres a padecer estas enfermedades de las articulaciones.
Hay que tener en cuenta que los tratamientos de la artrosis y el de la artritis son distintos y el porqué suceden también. Aún así los reumatólogos son los encargados de esta tarea.
Te contaré las diferencias entre la artritis y la artrosis para que las tengas en cuenta y estés atento a sus síntomas.
1Artritis
La artritis puede aparecer por motivos que no sean los puramente degenerativos, como, por ejemplo, si tienes una infección, una enfermedad autoinmunitaria o después de un traumatismo severo. Esta enfermedad daña la membrana sinovial inflamándola.
Si no existe ningún problema, el líquido sinovial se encarga de lubricar las articulaciones y luego estas lo absorben. Cuando tienes artritis este líquido lo que hace es esparcirse y no lubricarlas adecuadamente, lo que hace que se desgasten tanto los cartílagos como los huesos.
Las personas que sufren artritis pueden tenerla crónica o que sea a raíz de haber padecido otras enfermedades que hayan alterado el líquido sinovial. La artritis puede ir de la mano de otras enfermedades como la artritis por gota, por reuma, por infección o por psoriasis.
Esta dolencia no entiende de edades ni de sexos, aunque es más dada a aparecer en mujeres que comprenden entre los 30 y los 50 años respectivamente.
Causas
Padecer artritis puede deberse a muchos motivos diferentes como ya te he dicho antes. A veces, es provocada por una infección en la que los gérmenes alcanzan las articulaciones. También los golpes fuertes por traumatismos pueden dañar el líquido sinovial de las articulaciones haciendo que deje de lubricarlas.
Otro motivo que te sonará es por tener gota, esto es cuando pequeños cristalitos se quedan en el líquido sinovial y lo obstruyen. Las enfermedades autoinmunes como es la artritis reumatoide pueden hacer que padezcas de las articulaciones. Recuerda que esta enfermedad merma mucho tu calidad de vida y te impide realizar tareas cotidianas de forma normal, o al menos sin que te duela.
Si la procedencia de la artritis es por motivos externos, en el momento en el que estos desaparecen la artritis también lo hace.
Síntomas de la artritis
Los síntomas variarán según el tipo de artritis que padezcas. En la reumatoide tendrás más molestias en las manos y si es debido a que tienes gota los afectados serán los tobillos, las rodillas y los pies.
Lo que identifica a la artritis es que siempre duele, las articulaciones están rojas, hinchadas y calientes. Además, otro problema añadido es que con la artritis las articulaciones se te pueden llegar a deformar.
Algunas veces viene acompañada de fiebre repentina, de que te sientas más cansado de lo normal, sientas hormigueo en las manos y en los pies, que tengas la boca seca o hasta que te quedes ronco. Esta enfermedad también puede afectar a tu corazón, a los pulmones o al riñón.
Primeramente, la artritis se fija en las zonas pequeñas de tu cuerpo como son las manos, los dedos y los pies y va aumentando hasta que te puede alcanzar las muñecas, los hombros, las caderas, los codos y las rodillas.
Diagnóstico y tratamiento
Por desgracia, no hay una prueba que te diga que tienes artritis. El especialista es el que, según sea la inflamación que padezcas te diagnosticará que la padeces. Esta enfermedad es difícil de detectar y si no se hace de forma precoz se corre el riesgo de que las articulaciones se deformen.
Tan solo puedes estar más seguro de que la tienes si te hacen análisis de sangre o si analizan el líquido sinovial de la articulación que tienes inflamada.
El tratamiento es tomar antinflamatorios para que se reduzca la hinchazón y que no la muevas mucho. Según lo que la haya causado tendrá un tratamiento específico u otro. Si es por una infección hay que tratarla con antibióticos, si te ocasionó debido a la psoriasis es necesario que tomes corticoides u otros fármacos que el médico crea que servirán para que la enfermedad mejore o remita.