Después de casi tres meses de protestas, la jefa del Gobierno autónomo de Hong Kong, Carrie Lam, daba un respiro este miércoles anunciado la retirada definitiva del polémico proyecto de ley de extradición que desencadenó las tensiones sociales.
Sin embargo, esto no significa que vayan a cesar porque los manifestantes pedían cinco condiciones, y, de momento, solo han conseguido una. Hong Kong es una joya económica que China necesita preservar. Por ahora esta tregua ha llevado a su bolsa a celebrar la noticia con subidas.
Las protestas en las calles llevaron a mediados de agosto a bloquear el acceso al aeropuerto, a retrasar vuelos, a cerrar el parking de la entrada y en varias ocasiones a interrumpir el transporte en metro. Todas estas medidas han afectado y mucho a la economía local.
Y entre tanto, las amenazas de Pekín a las empresas instaladas en Hong Kong han elevado las tensiones empresariales. Si bien, la mayoría de la inversión extranjera en el país se concentra aquí. Hong Kong es el lugar donde llegan en un primer momento las empresas para instalarse en China e incluso donde las propias empresas chinas se establecen para después empezar su expansión internacional.
De continuar las protestas, tanto las empresas españolas como cualquiera que no sea de país asiático acabaran buscando otro emplazamiento. Y a su vez, pone en riesgo las importaciones y exportaciones, ya que la población (7,4 millones de habitantes) depende en gran medida de ellas porque la producción local es casi inexistente.
Además, Hong Kong es un gran centro reexportador. No todo lo que importa se destina a consumo interno, parte de lo que compra lo consume y otra la envía al exterior.
LO QUE GANA ESPAÑA: SALVAR SUS NEGOCIOS
Ni jamón, ni aceite de oliva, los productos que más exporta España a Hong Kong son los de limpieza. El año pasado, la cifra alcanzó los 3,5 millones de euros. Más allá de esto, 48 empresas españolas están establecidas en el país actualmente.
Entre ellas, bancos como Santander o BBVA, textiles como Inditex, Loewe o Mango, además de joyerías y jugueterías. En cuanto a la alimentación, los productos españoles son poco conocidos (salvo excepciones como el jamón y el aceite de oliva) aunque va ganando espacio.
Por ejemplo, aunque España e Italia son los principales exportadores de aceite de oliva a Hong Kong, con una cuota de mercado del 85%, el país transalpino es el líder indiscutible. Por otra parte, la presencia de marcas de queso españolas es minoritaria.
Según los últimos datos del ICEX, España, con 367.000 euros exportados fue el decimocuarto mayor proveedor de queso a Hong Kong en 2018, aunque con una cuota muy reducida que no llega siquiera al 1%.
Sin embargo, las exportaciones españolas de productos de limpieza a la región asiática han crecido de forma exponencial entre los años 2017 y 2018. El año pasado, la cifra alcanzó los 3,5 millones de euros. Y esto supone un crecimiento del 652 % en un año.
Y aunque la mayoría de la población muestra una clara preferencia por los productos de origen japonés, las empresas españolas han logrado fortalecer su posición en este sector.
