El ladrillo se erige como el salvavidas del futuro del Corte Inglés. En el plan de negocio de los grandes almacenes está contemplada la venta de varios de sus centros para reducir deuda. De hecho, la empresa del triángulo verde ya ha conseguido desprenderse de alguno de ellos. Pero la buena noticia es que todavía tiene en su portfolio inmuebles por valor de 17.000 millones de euros, según la valoración elaborada por Tinsa. Un montante que permite a la compañía alcanzar la calificación BB+, que mide la solidez financiera, según Fitch.
Lo cierto es que El Corte Inglés posee una gran cartera de bienes. Fitch considera este portfolio como una fuente importante de flexibilidad financiera y operativa, ya que los activos se pueden vender o usar como garantía en caso de necesidad. Cualquier reducción considerable de la deuda derivada de la venta de partes de este negocio inmobiliario, o negocios no centrales, podría ayudar a El Corte Inglés a alcanzar rápidamente las métricas de apalancamiento objetivo que son consistentes con una calificación de grado de inversión, en lugar de depender del desapalancamiento orgánico.
Desde 2018, la empresa del triángulo verde ha acelerado su política de administración de centros con el objetivo de lograr una estructura más eficiente mediante un mejor uso de su espacio comercial. Durante los últimos tres años, El Corte Inglés ha obtenido más de 600 millones de euros al monetizar activos inmobiliarios no básicos, lo que le ha permitido reducir la deuda.
En este sentido, la empresa obtiene el 95% de sus ingresos de España, donde opera la única gran cadena de grandes almacenes en España. Goza de una posición privilegiada en el país debido a su propuesta de compra de una amplia oferta de productos y servicios, una marca consolidada, la lealtad del consumidor y la ubicación privilegiada de varias de sus tiendas. El Corte Inglés está presente en el comercio minorista de alimentos a través de hipermercados integrados en sus grandes almacenes y tiendas de proximidad. Además, la gran escala de la empresa le permite comercializar de manera rentable productos financieros para sus clientes, incluidos préstamos de consumo para ayudar a los clientes a financiar sus compras.
El Corte Inglés asegura su futuro cercano gracias al ladrillo
Pero eso no es todo, la compañía opera la agencia de viajes minorista y B2B líder en España, así como un pequeño pero altamente rentable negocio de seguros. Todo una gama de productos, pero que no sería nada sin el colchón del valor de sus activos inmobiliarios. De hecho, El Corte Inglés puede presumir de deber a los bancos sólo el 20% de esos 17.000 millones de euros en los que está tasado su portfolio. De ahí la calificación de Fitch. De hecho, la empresa presidida por Marta Álvarez Guil siempre podrá vender activos inmobiliarios si la situación de su deuda empeora, según el informe Fitch.
Por el momento, los grandes almacenes se desprenden poco a poco de sus centros. De hecho, el próximo 30 de septiembre de oficializará la transacción de Los Arcos (Sevilla) y Bahía Sur (Cádiz), después de llegar a un acuerdo con Castellana Properties en el mes de mayo. La operación ronda los 36,8 millones de euros. La firma presidida por Jesús Nuño de la Rosa ha precisado que este dinero irá destinado, en su mayor parte, a reducir deuda de la compañía.
Ambos centros comerciales estaban al margen del proyecto encargado a la división de Real Estate de PricewaterhouseCoopers (PwC), que incluye 95 activos inmobiliarios no estratégicos, y cuyo proceso de venta está actualmente en marcha.