La ensalada se come durante todo el año por sus buenos componentes. Son nutritivas y le encantan a todo el mundo. Esto precisamente ocurre gracias a su versatibilidad, pues se le pueden añadir muchas cosas. Hay mezclas de diferentes texturas, sabores e incluso tamaños.
La puedes complementar tanto con vegetales como por proteínas de origen animal o vegetal. No hay que hacerse siempre la misma ensalada, pues hará de nuestro día a día algo aburrido. Lo ideal será que aprendas a sorprender a tu familia preparándoles deliciosas ensaladas que llevan de todo. Te hemos preparado una lista con ensaladas que te sorprenderán, pues no se usa en ningún momento el tomate.
Ensalada con un pimiento del piquillo asado
El pimiento de piquillo es ideal para los platos más frescos. Son ligeros y no engordan lo eches donde lo eches. Cuando en casa haya alguien que no le gusta este pimiento lo puedes sustituir por uno verde o rojo de los normales.
Debes de cortar los pimientos en tiras o trozos del tamaño que se desee. Pon un bol con una gran cantidad de chucrut y añade los pimientos antes cortados.
Usarás también para esta ensalada un poco de champiñón fresco y una zanahoria. Coge los champiñones y lávalos. Más tarde debes de cortarlos en pequeñas lonchas. Todo estos ingredientes los puedes aderezar como mejor te guste. No hay una norma específica que te diga lo que tienes que ponerle, pero sigue esta base para tomar una ensalada deliciosa.
Espárragos trigueros frescos
Aquí te proponemos otra ensalada repleta de vegetales. Compra en el supermercado: floretes pequeños de brócoli, ajetes tiernos, col china picada, zanahoria rallada, boniato al vapor asado, pepino o calabacín espiralizado, lombarda en juliana, chip de kale caseras, cebolla caramelizada, hojas tiernas de espinacas y coles de bruselas al vapor.
Puedes agregar toda aquella verdura que te guste elaborada al vapor o cruda. No hagas grandes cantidades, pues la verdura al vapor encoge. Puedes jugar con los colores y los sabores.
Para aderezarlo puedes preparar una salsa que lleve mostaza y miel. Esta sirve para la elaboración de muchos platos. El sabor será auténtico.
Añade legumbres
Las legumbres en las ensaladas saben riquísimas. Compra un tarro de lentejas en remojo para que no tengas que perder el tiempo de ponerlas el día anterior.
Si lo deseas coge una bolsa de lentejas o garbanzos secos. Ponlos en remojo el día anterior. Recuerda que las legumbres cuando se mojan duplican el tamaño.
Cuando tengas las legumbres en un bol o ensaladera puedes añadirles las verduras que desees tanto crudas, asadas o al vapor. Sólo debes de poner a trabajar la imaginación.
Hummus
El hummus está de moda. Es originario de Marruecos y quien lo prueba repite. El hummus es una pasta de garbanzo con una textura arenosa.
Si te gusta el tofu coge un poco de este. Lo puedes cortar en pequeños dados y añadirle semillas, aceitunas y algunas verduras (usa las que más te gusten).
Para aderezar esta ensalada elige entre mostaza con miel y vinagre de módena. Este es un vinagre muy espeso que tiene un excelente aroma.
Cereales
Los cereales en las ensaladas son perfectos. Lo bueno que tiene es que se pueden comer fríos y se elaboran con antelación. No se convertirá en un plato recalentado.
Escoge arroz integral, quinoa o ambos, mijo, cuscús, arroz salvaje, trigo tierno o maíz. Aprovecha y mira en tu nevera para ver que tienes que a lo mejor pueda caducar pronto.
Los piñones, el cuscús grueso, los mini lacitos, los espirales de verduras y colores los puedes escoger para la ocasión. La quinoa te servirá para cualquier ensalada. Combina con todos los sabores que quieras tener y si usas semillas pequeñas será fácil integrarlas.
Semillas
Elige semillas de chía, sésamo o de lino. El lino lo puedes comprar tostado o al natural. Escoge el que más te guste, pues ambos tienen las mismas propiedades.
Las semillas tanto de sésamo como de lino las puedes comer mejor machacadas. Realiza un aliño delicioso con una buena base de tahini.
Cuando lo tengas todo tienes que mezclar con fuerza y ganas. Piensa bien en lo que puede faltarle a la ensalada y escoge una verdura que le aporte un toque de color (que no sea el tomate en ningún momento).
Frutas en la ensalada
Para realizar una buena ensalada debes de usar diversas frutas del tiempo. Mandarina o gajos de naranja, trozos de pera o manzana, limón recién exprimido, trozos de papaya o mango, fresas, moras, nectarina y frambuesas.
Hay muchas y si estás en la época estival lo ideal será usar el melón o la sandía. El aderezo para este tipo de ensaladas es el más personal, pues al tener un sabor dulce la mezcla es más difícil.
Mezclar algo dulce con amargo en complicado, pero hay muchas personas que este tipo de sabores y las mezclas les gusta mucho. Es cuestión del gusto de cada uno lógicamente.
Calabacín con láminas con almendras
Los ingredientes de esta ensalada son: un calabacín, 100 gramos de queso parmesano, 50 gramos de almendras laminadas, zumo de limón, aceite, sal, pimienta de cayena y pimienta.
Lavas y cortas el calabacín laminado (como un carpaccio). Cortas el queso en pequeñas lascas. Colocas el calabacín en una bandeja y sobre este se reparte el queso.
En un bol bates el zumo de limón, la sal, el aceite, la pimienta, las almendras y se reparte todo el aliño sobre todo el queso.
Bacalao y perejil
Los ingredientes de esta ensalada son: el zumo de un limón, tres cucharadas de aceite, una cucharada de vinagre de manzana, ajo granulado pimienta negra, perejil y sal.
Se prepara previamente el bacalao según el formato en que lo hayas comprado. Cocínalo en ese caso si lo necesitas. Lo debes de escurrir bien y posteriormente desmenúzalo.
El bacalao es un pescado muy salado, por lo que ten cuidado a la hora de sazonar la ensalada. Si le echas más sal de lo que necesita lo puedes poner muy salado.
Aguacate relleno
Para preparar esta ensalada usa una cucharada de aceite, jugo de un zumo, un cuarto de cucharadita de sal y de pimienta en polvo, un aguacate cortado por la mitad y sin su hueso, medio pimiento amarillo, ajo molido, una rama de cilantro y un pedazo de cebolla.
Coge un tazón y combina el aceite de oliva con la pimienta y el limón. Corta el aguacate a la mitad quitándole toda la cáscara.
Hay que poner el aguacate en otro bol y cortar. Añade el ajo, el cilantro, la cebolla y los piñones. Vierte todo en la zona superior del aguacate. Sirve frío siempre.