La hipertensión es cuando la presión de la sangre es demasiado alta y ejerce mucha fuerza en las paredes de las arterias. Esto puede provocar daños cardíacos, cerebrales y otras dolencias que te pueden llegar a costar la vida.
Cuando tienes las arterias obstruidas por la diabetes, colesterol o el tabaco, por ejemplo, y la sangre circula por ellas más rápido de lo debido es como una carretera estrecha con coches a mucha velocidad. El tapón es inminente.
De todas las personas en España que tienen hipertensión casi el 10% no la controlan y más del 28% están sin diagnóstico. Esto supone un grave riesgo para tu vida, ya que, la mayor tasa de mortalidad es la provocada por problemas cardíacos.
Te dejo la tabla de valores para que sepas en qué estado te encuentras:
- Hipertensión grado 1: 140/90 a 159/99 mmHg
- Hipertensión grado 2: 160/109 a 179/109 mmHg
- Hipertensión grado 3: Más de 179/109 mmHg
- Prehipertensión: 120/80 a 139/89 mmHg
- Tensión normal: Menos de 120/80 mmHg
La hipertensión es una enfermedad que afecta a casi 14 millones de españoles.
Síntomas de hipertensión
En el mayor número de los casos si tienes hipertensión no tienes signos evidentes de sufrirla ni cuando la tienes en grado 3. Sin embargo, hay otras personas que sí tienen síntomas como, por ejemplo:
Puedes tener fuertes dolores de cabeza y que te cueste respirar o que incluso te sangre la nariz, pero esos ya suelen ser síntomas de que tienes la tensión muy alta. También puedes tener dolores musculares en la nuca unidos a fatiga, vértigos, náuseas y vómitos.
Si tienes la tensión alta también puede afectarte a la vista y que tengas visión borrosa o doble. Este síntoma es común con otras enfermedades, es por eso por lo que realizarse mediciones de tensión es importante.
La hipertensión provoca que tu corazón no lata con normalidad, que te dé sueño e incluso que te falta el aire y te cueste respirar.
Lo recomendable es que vayas dos veces al año a tu médico a que te tome la tensión sanguínea cuando ya seas mayor de edad. Si ya tienes los cuarenta deberías medirte la tensión de forma anual, siempre que no tengas problemas. De ser así el facultativo te dirá los tiempos.
Las personas de 18 años hasta los 40 años tienen más riesgos de sufrir hipertensión.
Problemas que la provocan
Existen algunas enfermedades o problemas que de forma secundaria pueden provocarte hipertensión y puede que no lo sepas. Es cuando surge de pronto. Algunos casos son:
- Cuando tienes apnea del sueño.
- Si padeces problemas renales pueden subirte la tensión.
- Algunos tumores en las glándulas suprarrenales.
- Si sufres problemas de tiroides.
- También puedes tener hipertensión por problemas congénitos.
- Hay que tener cuidado con los medicamentos que suben la tensión.
- Por supuesto las drogas como las anfetaminas y la cocaína suben la tensión y son muy peligrosas para tu salud.
Factores de riesgo
- Cuando tienes más de 60 años el riesgo de tener hipertensión es más alto. En las mujeres es a partir de los 65 y en los hombres de los 64.
- Si eres afroamericano tienes más posibilidades de tener la antes la tensión alta que si eres blanco o asiático. Además, tienes más probabilidad de sufrir un infarto, insuficiencia renal o ictus.
- Si en tu familia hay antecedentes de hipertensión siento decirte que eso se hereda, tienes que hacerte las pruebas para estar tranquilo.
- El sedentarismo es un aliado de la hipertensión. Levanta del sofá, tira el mando de la televisión y sal a andar. Intenta hacerlo dejando el teléfono en casa, será toda una nueva aventura…
- El tabaco también es un agravante y un causante de la hipertensión porque este hace que tus arterias se estrechen y que se haga el tapón del que te hablé al principio.
- Si retienes líquidos tu cuerpo sube la presión en modo olla exprés, y la sal colabora a que eso suceda.
- Si bebes alcohol que sea de forma moderada porque una copita de vino al día es buena para el corazón, pero más de una te sube la tensión.
- El estrés diario en el que vives, los problemas familiares, laborales y económico hacen que seas una bomba de relojería. Intenta no pensar mucho, o a menos, no lo hagas todo el día. Date un margen de descanso mental.
- El embarazo, las enfermedades renales, colesterol o diabetes puede subir también la tensión. Cuida lo que comes.
