Vía Célere ha decidido coger el toro por los cuernos, como se suele decir, y proseguirá las obras de sus desarrollos en Mijas (en Cala Serena) y en el municipio madrileño de Rivas (Urban Rivas) con su propia constructora. Ambos proyectos estaban paralizados, desde hace más de un mes, después de que la empresa subcontratada para realizar los trabajos (Teginser) se declarase en quiebra el pasado 12 de julio. Con ello, la compañía propiedad del fondo Värde Partner intenta trasmitir un mensaje de seguridad a sus clientes, tras unas semanas complicadas.
La quiebra de la constructora y la posterior paralización del portfolio de proyectos que aglutinaba se ha convertido en un problema para muchas promotoras españolas, entre las que sobresalen Metrovacesa y Vía Célere. Ambas tenían dos proyectos importantes, uno de cada una era premiun (Le Mirage III en Estepona para la primera y la ya menciona en Mijas para la segunda) que se han quedado detenidos en los últimos meses, lo que ha puesto en peligro la fecha de entrega pactada con los compradores. La presión ha llevado a que la promotora que dirige Ignacio Morales (que lleva menos de dos meses como consejero delegado) haya decidido actuar con presteza: «Estamos comprometidos con nuestros clientes y con el cumplimiento de los plazos acordados. Por ese motivo, ante los últimos acontecimientos, vamos a retomar con nuestra propia constructora los proyectos que teníamos contratados previamente con Teginser».
Además, el movimiento de la firma le permite cerrar otro frente abierto que mantenía con las empresas subcontratadas a su vez por Teginser para desarrollar las obras, y que habían amenazado a ambas promotoras con movilizaciones sociales e, incluso, acudir a los tribunales. «Estamos gestionando la firma de nuevos contratos con algunos de los subcontratistas que ya formaban parte de estos proyectos, a fin de garantizar su continuidad y agilizar al máximo la transición«. Una solución que bendicen desde dichas firmas, puesto que muchas llevaban desde mayo sin cobrar unos trabajos que ya habían realizado y abonado.
La rápida actuación de Vía Célere mete más presión a Metrovacesa, dado que ni ha conseguido que las obras se reanuden ni tiene un acuerdo con las compañías subcontratadas (a las que se le adeuda más de 2 millones de euros) que ya han presentado las denuncias pertinentes, según confirmaron a Merca2. La firma controlada por los dos grandes bancos del país ha optado, por el momento, por establecer unos «canales de comunicación necesarios con el fin de atender las peticiones de estos últimos. Cualquier petición recibida será estudiada en detalle y de manera conjunta». Una solución que sabe poco a dichas empresas, muchas de ellas malagueñas, y que amenazan con movimientos sociales para impedir que se puedan reanudar las obras.
La opción de reanudar las obras tanto en Córdoba como en Estepona con su propia constructora, fue una de las opciones que estuvo encima de la mesa de los directivos de Metrovacesa. De hecho, era una de las acciones que las subcontratas le pidieron en primera instancia a la promotora, ya que otras firmas habían optado por ello en situaciones similares: «Acciona Inmobiliaria, tuvo un caso muy parecido también en Estepona, Construalia cayó y tomó las riendas, pagó a las subcontratas y en una semana habían retomado los trabajos«, explican desde dichas compañías. A pesar de todo, finalmente se descartó la idea y se optó por otra más defensiva para el margen de la firma que consiste en firmar con otras compañías, aunque, por el momento, todavía no ha sido capaz de reanudar dichas obras.