Mango no se aclara. Históricamente, la empresa de moda española ha dirigido su estrategia de negocio hacia un público adulto, y sus precios así lo confirmaban. En 2016 se propusieron acercarse a los más jóvenes con un cambio en la línea de diseño acompañada de una reducción de los precios. En 2019 ha vuelto a sus orígenes. Se aleja del fast fashion para demostrar la calidad de su proceso creativo.
Las idas y venidas en la trayectoria tienen una explicación. La reducción de precios con intención de alcanzar un público más juvenil trajo como consecuencia una pérdida de clientela habitual; en 2016 apostaron todo al fast fashion, lo que reforzó más la táctica de acercamiento a los más jóvenes. Sin embargo, el 2019 ha sido el año de vuelta a los orígenes con un incremento de los precios y con la esperanza de recuperar su clientela tradicional al mismo tiempo que se intentan hacer un hueco entre los grandes nombres del diseño.
La aparición de uno de sus diseños en la gala de los Met devolvió a Mango a lo más alto con la nostalgia de los tiempos en la pasarela 080 Barcelona Fashion, cita que abandonó hace varias ediciones. La influencer argentina, Sofia Sánchez de Betak asistía a la multitudinaria gala estadounidense con un diseño de la firma. Desde la compañía, el director de imagen, Jan Rivera, aseguraba que la aparición en las altas esferas era una oportunidad para demostrar las capacidades de Mango, además de demostrar la validez de su proceso creativo.
Este nuevo hito de la textil española parece que más que reconciliarse con su público tradicional pretende estar en lo más alto. De manera opuesta, y tal y como reflejan en la Memoria de Sostenibilidad 2018 no cesan en su idea de las megastores. Este fenómeno que ha invadido las grandes ciudades es también una obsesión para Mango, que desde hace seis años lo convirtió en un pilar fundamental de su estrategia comercial junto a las mejoras logísticas y transformación digital.
MENOS PROVEEDORES Y MÁS DIGITALIZACIÓN
Esta transformación digital ha reportado claros beneficios a Mango, que, a pesar de no abandonar los números rojos, aumentó las ventas durante 2018. El canal online (página web como la app) ha registrado un incremento del 36% con respecto al año anterior y ya supone un 20% del total de las ventas de la compañía, así lo aseguran en el documento anual.
La cifra que respondía a los proveedores de Mango en 2017 era 607, mientras que en 2018 se reduce hasta los 561. Portugal ha sido uno de los más perjudicados. El país vecino ha pasado de 111 hasta 54, aunque se mantiene como uno de los primeros países en producción. China y Bangladesh están en los primeros puestos en volumen de producción.
En cuanto a la distribución geográfica de sus proveedores, aunque la mayor parte se concentra en Asia, defienden que su intención es fomentar los mercados de proximidad, una determinación que incluye Europa, Marruecos, Túnez y Turquía. Sin embargo, Europa maneja unas cifras muy reducidas con respecto a la producción asiática; la suma de toda la producción Europa es menor que la de un solo país en Asia, China. África eleva su cifra gracias a Marruecos, que se sitúa como el cuarto país producto de la marca en el mundo.