El avance tecnológico (móviles y tarjetas) y las preferencias de los nuevos consumidores convergen hacia el final de dinero en efectivo a medio plazo. De hecho, el 59% de los españoles cree que acabará desapareciendo en un futuro no muy lejano.
Para empezar, las tarjetas de crédito y débito han cambiado por completo nuestra forma de tratar con el dinero, ya sea para pagar o para sacarlo del banco. En 1978, Banco Bilbao (ahora BBVA) emitió la primera tarjeta de crédito en España. Cuarenta años después, los últimos datos del Banco de España (BdE) colocan el número de tarjetas en una cifra cercana a los 85 millones.
Los españoles hemos normalizado tanto el uso de la tarjeta que el 51% paga con ellas (ya sean de crédito o débito), mientras que el 39% dice que usa dinero en efectivo, según el informe “40 años que han transformado nuestra forma de pagar” elaborado por American Express. En el caso de los japoneses, este porcentaje aumenta hasta el 80%. Juan Carlos Gázquez-Abad, profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), ha señalado que «hoy, la tarjeta desbanca al dinero en metálico y las decisiones que se están tomando en varios países y bancos centrales nos llevan a pensar que, efectivamente, podría llegar a desaparecer».
Según datos analizados por BBVA Data & Analytics, pagar con tarjeta en las grandes ciudades es un gesto cada vez más frecuente y más cotidiano, y se utiliza para importes cada vez más pequeños. Esta facilidad de pago puede afectar directamente al comportamiento del consumidor. «La tarjeta, la alta disponibilidad del dinero y la facilidad de pago contribuyen a aumentar el impulso en las compras del consumidor, sobre todo en determinados establecimientos», ha explicado explica Gázquez-Abad. Por el contrario, ha indicado el profesor, «cuando el consumidor solo lleva efectivo para realizar sus compras, el nivel de “impulsividad” de estas es menor, porque sabe que solo puede gastar la cantidad que lleva encima, lo que incrementa la racionalidad en sus compras y reduce su nivel de gasto».
EL MÓVIL, SUSTITUTO DEL DINERO EN EFECTIVO
Más de cuarenta años después de su nacimiento, la tarjeta compite con el smartphone. «No solo el uso de la tarjeta como medio de pago está creciendo: también lo está haciendo a un ritmo muy importante el pago con el móvil mediante aplicaciones como Samsung Pay, Apple Pay o Google Pay, y otras desarrolladas por diferentes entidades bancarias», ha declarado el profesor de la UOC.
Hoy, el volumen de los pagos realizados por medio del smartphone en España es de 1.700 millones de euros. «Las expectativas de crecimiento del pago mediante el móvil en nuestro país son muy altas, dado que es uno de los que cuenta con una ratio del número de dispositivos móviles por habitante más elevada de Europa», ha afirmado Gázquez-Abad.
«Desde la perspectiva del consumidor, el pago con tarjeta o con medios móviles no solo permite realizar las compras en portales en línea, sino que, además, genera seguridad en el contexto físico al evitar los robos de dinero en metálico en tiendas o supermercados», ha explicado Gázquez-Abad. La comodidad de no tener que llevar dinero encima, no tener límite de gasto (en el caso de las tarjetas de crédito) y la rapidez fidelizan su uso. En España, los pagos digitales, aquellos que se realizan mediante tarjeta o móvil, suponen un volumen de 37 millones de euros, según datos de Statista Pay Pal.
Los pagos digitales, aquellos que se realizan mediante tarjeta o móvil, en España suponen un volumen de 37 millones de euros
Los que más se han sumado a esta moda, según datos analizados por BBVA Data & Analytics, son los millennials, menores de 35 años, que ni quieren ni usan el dinero en metálico para pagar. Este segmento realiza el 80% de sus transacciones con tarjeta y las retiradas de dinero en efectivo suponen solo el 20% del total. De hecho, realizan el 44% menos de retiradas de efectivo que la media de la población española. En el otro lado, los mayores de 60 años retiran el 33,2 % más de dinero en cajeros que dicha media. Según datos del informe de American Express, los españoles llevan de media 35 euros en metálico, solo el 15 % suele llevar más de 50 euros y uno de cada tres lleva menos de 20 euros.
«; en la cola de las provincias con menor uso del dinero digital, están Asturias, Jaén y Melilla.
Las nuevas tecnologías, el crecimiento de la compra en línea y los hábitos de vida actuales llevan a un uso cada vez menor del dinero en efectivo para realizar las compras, y a un incremento de la utilización de las tarjetas de crédito/débito y del pago mediante el móvil. «Seguramente, estos factores provocarán un debate en los próximos años acerca de la necesidad de mantener el dinero en efectivo y la posibilidad de reducir al mínimo su uso. Esto sucederá, aunque es improbable que el dinero de curso legal desaparezca en su totalidad», ha concluido Gázquez-Abad.