sábado, 23 noviembre 2024

Elevator Pitch: consejos prácticos para bordarlo

En la actualidad el tiempo es oro. Vuela, se escapa. Por ello, saber no perderlo está tan valorado. Es por esto que la técnica del Elevator Pitch se ha puesto tan de moda últimamente.

También es cierto que estamos evolucionando hacia un mundo de emprendedores. De gente con ideas concretas, capaces de materializarlas en conceptos pequeños para que puedan ser entendidas por muchos. ¿Podrías, por tanto, explicar todo lo que haces en menos de dos minutos?

Si deseas tomar las riendas de tu proyecto y convertirte en un emprendedor de éxito, no dudes de que es una técnica que debes saber dominar. Por ello, no viene mal que repases estos consejos prácticos para bordarlo en cualquier situación.

Consejos prácticos para bordar el Elevator Pitch

En este mundo moderno, donde tanto nos gusta el networking, el entablar relaciones con otros como nosotros, en el mundo de las redes sociales, etc. es casi obligatorio saber quiénes somos y cómo vendernos.

El Elevator Pitch ha adquirido este nombre ya que representa esa típica situación en la que debes presentarte y captar la atención de tu interlocutor en menos de dos minutos (lo que dura un viaje de ascensor).

La gente moderna apenas tiene tiempo para nada. Los relojes parece que corren cada vez más deprisa, queremos hacer muchas cosas, quizá demasiadas. Nadie va a poder estar una mañana sentado escuchando tu proyecto, muy probablemente.

Por ello, es necesario que tú también te acojas a la técnica del Elevator Pitch y sepas transmitir esa idea que ronda en tu cabeza en el menor tiempo posible. Si es menos de dos minutos, mejor que mejor.

Una idea clave en la cabeza de un posible cliente, inversor, colaborador, etc. Debes ser capaz de plantar la semilla en su mente y regarla con un poco de interés para hacer que crezca. Contamos con poco tiempo, pero sabiendo aprovecharlo de forma más eficaz.

Es necesario conocer, por tanto, algunos consejos prácticos para que tu breve discurso consiga ser un éxito:

  1. El nombre de tu marca es el que importa. El tuyo puede esperar, o ni siquiera aparecer de ser preciso. Tu marca, tu servicio, tu producto. Aquello que le pueda interesar a ese cliente o colaborador.
  2. ¿Cuál es tu ventaja competitiva? Aprende a definir muy bien lo que sabes hacer y no olvides de agregarle el valor añadido de explicar por qué te distingues de los demás. Inventa algo atractivo, juega. La atención no se capta solo con palabras.
  3. Una de las cosas más importantes: expón por qué deben colaborar contigo. Te tienes que querer, y también a tu marca. Preséntala de la mejor manera.
  4. flexible. No tiene por qué ser un monólogo, quizá puedas introducir alguna parte para generar conversación.
  5. No hagas solo uno. Cada cliente, colaborador o inversor es diferente. Debes adaptar entonces tu discurso a ellos.
  6. Véndelo despertando la curiosidad. Todo es uno, y así debes presentarlo. De forma concisa, clara y, sobre todo, directa.
  7. Deben colaborar contigo y debe ser ahora, apela al presente más inmediato.
  8. Si vas a hablar de tu negocio, es mejor que menciones a tu equipo que aburrir con resultados en forma de número. Las personas buscan relaciones con otras personas, no con cifras.
  9. Aunque tu marca es lo principal, no te olvides de ti. Mantén un físico cuidado, habla correctamente y tendrás más de la mitad del terreno ganado.

Como ves, si eres un emprendedor, tienes un proyecto o simplemente te gusta cuidar tu marca personal, contar con un breve discurso o Elevator Pitch con el que poder presentarte o «vender» tu idea a alguien en menos de dos minutos es indispensable para ti. Haz un discurso atrayente, que enganche, procura dejar de lado los formalismos. Verás como triunfas ante cualquier interlocutor.


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