Conservación de carreteras, gestión de torres de control de aeropuertos, alumbrados eléctricos, limpieza de edificios, tratamiento de residuos… La división de servicios de Ferrovial abarca un conglomerado tan extenso que da trabajo a unas 69.000 personas. De esa cantidad, algo más de 42.000 en España. Servicios está en venta, y la compañía espera cerrar la operación antes de que finalice el año.
«Hemos recibido ofertas no vinculantes», indican fuentes conocedoras de la situación a MERCA2. Sin embargo, no han querido cuantificar su número ni si son por el total de la división, o por partes de la misma.
Tampoco hay claridad sobre fechas concretas en un proceso que comenzó a principios de año y que, en estos meses, se ha encontrado con diferentes piedras en el camino. Para empezar, Ferrovial tuvo que provisionar 774 millones de euros en 2018 en su filial británica Amey. Otra, y quizás la más importante de todas, el conflicto con el ayuntamiento de Birmingham (con quien tenía el mayor contrato en Reino Unido). Finalmente, Amey llegó a un acuerdo con el consistorio británico por el que le va a pagar unos 340 millones de euros. Una tercera piedra es si la venta se hará incluyendo a Amey en la operación, o será a posteriori. Porque, hasta ahora, las ofertas recibidas no la incluían (su valor en libros es de 103 millones de euros). La división, en conjunto, está valorada en unos 2.000 millones, aunque hubo momentos en los que se habló de 3.000 millones.
Los representantes de los trabajadores prefieren que el comprador sea una empresa, o empresas, con ‘expertise’ en el negocio, y no un fondo
Sea cual sea la decisión, puede haber una cuarta piedra: ¿qué pasará con los trabajadores? “Oficialmente no hay ningún avance de que haya nada confirmado sobre la venta”, señala Daniel Barragán, secretario de Acción Sindical de CCOO de Construcción y Servicios. Y que no haya noticias es sinónimo de desasosiego. “Los trabajadores están preocupados”, añade Gustavo Peña, responsable de la Federación de Servicios de USO.
Aunque Ferrovial opera con su división de servicios en Reino Unido, Australia, Chile, Estados Unidos, Canadá y Polonia, la gran mayoría de los trabajadores como ya ha quedado reflejado trabajan en España. Y, dependiendo de su ‘ubicación’, pueden salir más o menos beneficiados o perjudicados.
LAS DOS FERROVIAL
En un proceso como el que ha abierto Ferrovial, el de la venta de la división de servicios para centrarse más en el desarrollo y gestión de infraestructuras, en la masa laboral germina cierta desazón por ver cómo afronta la parte compradora el futuro. “Una venta como esta genera incertidumbre, sobre todo más en la parte de estructura”, indica Daniel Barragán.
A lo que se refiere el representante de CCOO es lo que coloquialmente se puede definir como oficinas, es decir, aquella parte que depende directamente de Ferrovial: personal de recursos humanos, abogados, marketing… “Estos puestos de trabajo son los que más pueden peligrar”, advierte Gustavo Peña.
Por otro lado, están aquellas personas que se puede definir como personal de servicios. En este caso se trata de jardineros, personal de limpieza… “Muchos de estos servicios, entre los que se cuentan los más importantes, cuenta con el convenio sectorial que incluye la subrogación. Por tanto, si una empresa viene de fuera, y la compra, tiene que quedarse con la plantilla y en las mismas condiciones”, puntualiza el representante de CCOO.
Son los trabajadores que no dependen directamente de Ferrovial, por decirlo así, y que trabajan para empresas privadas o públicas. “Exigiremos el cumplimiento del pliego de condiciones del convenio estatal”, sostiene el delegado de USO.
A pesar de esta especie de dicotomía, en la que unos trabajadores bajo el paraguas de Ferrovial parecen tener más asegurado su puesto de trabajo que otros, los sindicatos apuntan a que “la gente está con la mosca detrás de la oreja”, porque “el riesgo siempre existe”, y “vamos a hacer todo para que no haya ninguna afectación al personal”.
Respecto al futuro comprador (o compradores), porque no se sabe si se acabará vendiéndose en bloque, o por separado, Daniel Barragán se decanta porque sea “una empresa con gran solidez, con expertise, que se dedique a estas cuestiones. Y lo ideal es que se comprase el paquete completo”. Eso sí, añade que “si finalmente fuera un fondo sería preocupante porque ya sabemos cómo actúan”.
Ferrovial ha declinado hacer comentarios al respecto. Solamente han resaltado que «estamos satisfechos con la plantilla». Ferrovial Servicios reportó al grupo 6.758 millones de euros durante 2018, un 4% menos respecto al año anterior por la conclusión de contratos y por la política selectiva de elección de contratos sobre todo en el Reino Unido. La cartera de contratos, a finales de 2018, tenía un valor de 19.411 millones de euros repartidos en los tres mercados principales: España, Australia y Reino Unido. De hecho, este particular trío supone más del 95% del negocio. El resto se reparte entre Estados Unidos, Chile, Portugal y Polonia. El resultado bruto de explotación fue de 423 millones de euros.