Seguro que hemos oído algún caso cercano de una persona afectada por el ictus. De hecho, se ha convertido en la enfermedad más grave del Siglo XXI. Se trata de la primera causa de muerte en mujeres, la segunda en hombres y la primera causa de discapacidad en España. Además, se produce en todas las franjas de edad.
Se trata de una enfermedad cerebrovascular producida por la obstrucción de la circulación en un vaso sanguíneo o bien por su ruptura. La falta de riego sanguíneo puede tener importantes consecuencias para la persona afectada e incluso puede producir la muerte.
4La importancia de la
rehabilitación
No es suficiente con salvar la vida de las personas. También es importante que su calidad de vida no se vea afectada por las secuelas del ictus. Para asegurar una adecuada convalecencia y rehabilitación tras el posible daño cerebral, hay que destinar los recursos necesarios desde la administración para una rehabilitación temprana y completa.
De los 120.000 casos de ictus al año, cerca del 60% de las personas necesitan rehabilitación. Y hasta el 10% se encuentran en una dependencia grave o total para la que es preciso una rehabilitación intensiva y temprana. Sin embargo, más del 70% de los casos no recibe esta rehabilitación.