viernes, 22 noviembre 2024

Llegó el momento de apostar en los mercados: ¿oro o bitcoin?

Este es el dilema en el que nos encontramos aquellos que vemos una correlación peligrosa entre los mercados de renta variable y los activos refugio como el oro, y al parecer las criptomonedas (descartemos los mercados de renta fija por salud mental).

Quienes estén pendientes de los mercados habrán visto una subida, podríamos decir irracional del mercado americano. Está claro que la coyuntura internacional forzada por Donald Trump ha dado sus frutos, viendo la intencionalidad en muchas de sus medidas internacionales al ver muchos de sus “tweets” donde se congratula por las subidas en los mercados y donde además, ha estado lanzando dardos a Jerome Powell para que le apoye en su modelo de comercio internacional. Es decir, la política castiga la cotización del dólar y la Reserva Federal se encarga de abaratar el precio del dinero para no perder competitividad internacional.

Lo extraño es que el sentimiento a pie de calle no es de que la economía esté mejor y es la primera vez en la historia que existe un “consenso generalizado” de que la inminente burbuja (sea cuál sea) está a punto de ocurrir, ya sea de deuda, un nuevo conflicto armado, crecimiento en la inflación mientras la economía en términos reales está a punto de contraerse. Un disparate.

En medio de esto, donde vemos al S&P 500 y al Nasdaq alcanzando nuevos máximos históricos (gracias a los esteroides de la Fed), hay quien tiene una vista periférica más amplia y se ha puesto a observar la evolución de la onza de oro y la cotización del bitcoin.

Ambos activos están cotizando con una prima (niveles de sobrecompra muy descarados) en los que no se ajusta por ejemplo el uso industrial del metal precioso (demanda real), al precio actual que está por encima de los 1.400$/OZ (refugio y/o especulación). Por otro lado está el bitcoin, con una curva prácticamente exponencial  cotizando por encima de los 12.000 dólares (en una semana se ha revalorizado más de un 37%).

En ambos casos se deducen posicionamientos defensivos “por lo que pueda pasar”, pero al menos uno de los dos tiene un problema, el bitcoin, tendrá que hacer frente a una nueva toma de beneficios cuando quiera que sea y el impacto de las ventas al no encontrar compradores, afectará al precio negativamente con la misma virulencia con la que lo hizo en el pasado. Mientras que el oro verá los movimientos correctivos mucho más suavizados.

Por lo tanto, el bitcoin para especular (dado que su razón de ser no es esa, o al menos su creador no tenía en mente esa idea) y el oro para defenderse de la burbuja que está por llegar. 

Darío García, analista de XTB


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