Quabit es la tercera inmobiliaria que anuncia retrasos en su entrega de viviendas. Esta situación ha vuelto a encender las luces de alarmas en el sector residencial. Primero fue Neinor, luego Metrovacesa y ahora es la promotora de Félix Abánades la que confirmado que ya acumula cuatro meses de demoras. ¿Lo peor de todo? Es muy probable que antes de final de año, otra u otras empresas del sector tengan que rectificar su plan de negocio.
Los retrasos en las obras de construcción de los pisos y, en menor medida, la consecución de las correspondientes licencias de las administraciones constituyen las principales causas de esta demoras.
Según recuerda Abánades, se trata de «problemas que sufren la mayoría de promotoras» y que, en el caso de Quabit, al igual que en el de otras firmas como Neinor, han llevado a revisar a la baja sus planes de entregas.
Así, tal como la compañía anunció a mediados del pasado mes de mayo, Quabit ha rebajado en un 6% los objetivos de entregas de todo su plan de negocio de forma que entre los años 2018 y 2022 prevé dar las llaves de entre 7.200 y 7.600 pisos, frente a las 7.888 inicialmente previstas.
En su intervención ante la Junta de Accionistas, el presidente de Quabit recordó las medidas tomadas para atajar las causas de los retrasos. Así, por un lado, ha decidido comprar Rayet Construcción, constructora controlada por el propio Abánades para afrontar el problema de ejecución de obras, «tanto en costes como en plazos». La operación supondrá 13,1 millones, de los que el 30% se pagarán en efectivo y el 70% restante, en acciones de Quabit actualmente en autocartera.
En paralelo, Quabit ahondará en el negocio de urbanización y venta de suelo, para que se consolide como una línea de actividad recurrente para la empresa. En este punto, recordó que desde 2017 ha invertido unos 200 millones de euros en suelos para viviendas.
En la actualidad, tiene actualmente en marcha, en distintas fases, 59 promociones, que suman unas 4.000 viviendas, la mitad ya en proceso de construcción y entrega. Quabit no contempla que las demoras tengan impacto en su cuenta de resultados, toda vez mantiene el objetivo de entrar en beneficios operativos recurrentes en el cuarto trimestre de este año, y que 2020 sea ya el primer ejercicio con beneficios operativos y en el que se pague el primer dividendo.
En el plano sectorial, la promotora augura «aún quedan unos cuantos años de sólido crecimiento» en el actual ciclo alcista que el sector inmobiliario arrancó en 2015. Además, considera que se trata de un «crecimiento sano, con niveles estables de transacciones y precios que suben de forma más contenida». Según Abánades, «vienen años muy apasionantes para el sector inmobiliario español, que se adentra en una fase más madura del ciclo».
EN BOLSA, LAS COSAS NO PINTAN BIEN PARA QUABIT
En Bolsa, las cosas no van mucho mejor para Quabit. La acción de la promotora llegó a cotizar a 2,14 euros, pero este pasado viernes cerró con un valor de 1,08 por título. Esto es así porque sigue pesando -y mucho- el ‘profit warning‘- lanzado hace un mes. Este descenso representa una caída de casi un 19% en lo que va de año y ver disminuida su capitalización bursátil por debajo de los 157 millones de euros. Todo ello perdiendo en bolsa casi un 12% en las últimas 20 sesiones; y, como dato a tener en cuenta, con un incremento del volumen de contratación en las últimas jornadas, superando su media diaria anual situada en los 190.413 títulos, según los datos de Infobolsa.
Además, el mal tono bursátil ha venido acompañado con la aparición de otro bajista en su accionariado como es Acadian Asset Management, que este pasado lunes informaba a la CNMV que tiene en cartera el 0,52% de la cotizada fundada y presidida por Félix Abánades.