Antiguamente, la gente salía a correr o a andar rápido, pero hoy en día los términos americanos son habituales en nuestro dialecto y lo que se hace es hacer «running«, que es exactamente lo mismo, pero en inglés…
Si hace tiempo que no haces deporte, te recomiendo que esperes a llevar al menos una semana andando primero, luego pases a andar rápido y finalmente comiences a correr.
¡¡No olvides que todo en exceso es malo!!
Ponte metas, hay muchas aplicaciones que puedes descargar bastante útiles para contar los pasos, los kilómetros, el tiempo e incluso las calorías que vas perdiendo. Yo uso una que se llama Podómetro y la verdad es que cuando bato algún récord propio lanza cohetes y papelillos que «te anima a continuar».
Parar que correr sea saludable tienes que SER CONSTANTE. Dedica un poquito de tiempo a tu salud física y a la vez mental, porque mientras estás corriendo la mente se centra en la respiración y los problemas se apartan, aunque tan solo sea un rato.
Antes de comenzar a correr
Entre los consejos que te puedo dar para comenzar a correr están:
- Antes de empezar a correr realizar siempre un calentamiento.
- Debes intentar correr en sitios que no estén asfaltados, preferiblemente sobre grava o tierra.
- Tienes que relajar los hombros.
- Si lo vas a convertir en algo diario tienes que usar el calzado adecuado, que lleve una buena amortiguación para que tu cuerpo sufra lo menos posible y cambiarlo cada 550 kilómetros.
- No olvides beber agua antes y después del ejercicio. Es muy importante estar bien hidratado.
- No te esfuerces por encima de tus límites, si sientes algún dolor, deja de correr. Las personas con lesiones articulares no deberían de realizar este deporte, puede ser perjudicial para ellos. En estos casos nadar sería una buena opción.
Mejora la frecuencia cardiaca
Tu corazón bombea más sangre cuando corres para ahorrar energía, es decir, más rendimiento y menos esfuerzo. Al correr reduces el riesgo de infarto y enfermedades cardiovasculares.
En el momento en el que ya te hayas acostumbrado a correr de tres a cinco veces a la semana, al menos treinta minutos, tu pulso mejorará también.
Por otro lado, también disminuye el riesgo de que se formen coágulos de sangre.
Disminuye la presión arterial
Con el tiempo, las arterias se dilatan, la sangre fluye mejor y la presión se rebaja. Suele darse a partir de los 3-6 meses.
Mejora el sistema respiratorio
Correr estimula la capacidad pulmonar, permite calibrar el ritmo respiratorio y el oxígeno, por consiguiente, da una mejora del organismo.
Se gana resistencia física y evita que te ahogues subiendo unas escaleras…
Reducción del colesterol
Correr de forma regular reduce considerablemente el riesgo de desarrollar hipercolesterolemia, obesidad, hipertensión o diabetes tipo2.
Realizar este deporte también eleva los niveles de colesterol bueno.
Una actividad moderada aumenta el tamaño y número de las partículas encargadas de “transportar” el colesterol, contribuyendo a que disminuya.
Aumentas la masa muscular y pierdes grasa
También te ayuda a perder peso, si llevas una alimentación adecuada. Correr es una actividad aeróbica que ayuda a quemar calorías durante todo el día.
¡Si buscas bajar peso y mantenerlo ponte las zapatillas de deporte y sal a correr!
Este ejercicio tonifica los músculos de las piernas, glúteos, abdomen, espalda y brazos. Después de la natación es uno de los que se trabaja más musculatura simultáneamente.
Fortalece los huesos
Si corres estás ayudando a que tus huesos se fortalezcan y aumenten su densidad. Correr es un gran aliado a la hora de prevenir osteoporosis y problemas en los huesos.
Para que esto suceda tienes que acompañar la carreras diarias con una alimentación alta en calcio y Vitamina D.
Corrige tu postura y aumenta tu flexibilidad
A la hora de estirar después de correr estás ayudando a ir teniendo cada vez un poco más de flexibilidad.
El balanceo de los brazos que haces al correr para guardar el equilibrio y mantener los hombros relajados mientras corres va haciendo que corrijas tu postura poco a poco.
Beneficios psicológicos
Practicar este deporte tiene muchos beneficios psicológicos. Corriendo gastas energía sobrante y disminuyen tus nervios. Cuando corres tu cuerpo segrega endorfinas y hace que te sientas mejor.
Después de una buena carrera tu cuerpo está cansado y por consiguiente «dormir te costará poco».
Te ves mejor, te sientes mejor y ves que vas consiguiendo tus propias metas, con lo cual ganas confianza en ti mismo y te vas queriendo un poco más.
Correr es adictivo, pero no es una mala adicción o no lo es siempre.