El presidente de CaixaBank, Jordi Gual, ha analizado el proyecto de Facebook y otras plataformas digitales que quieren entrar en el negocio de medios de pago y ha defendido los valores intrínsecos a la banca tradicional frente a los nuevos posibles competidores.
Durante su participación en la tercera jornada del XXXVII Curso de Economía que la Apie organiza en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, Gual ha ensalzado que “la banca es el garante natural de los datos de sus clientes”. Además, ha insistido que “manejamos información y la confianza de los clientes”.
En el otro lado, están las grandes empresas tecnológicas, como Facebook, Google o Amazon, que ofrecen a los clientes sus servicios “a precio cero” buscando los ingresos en la publicidad. Aunque claro, «A mayor privacidad, menores ingresos por publicidad”. Gual ha reconocido que estas plataformas tienen acceso a una enorme cantidad de datos por lo que “pueden ser muy competitivas y su potencial es muy elevado”. El presidente de CaixaBank ha explicado que “una vez que dominaban un mercado entran en adyacentes para adquirir nueva información que mejore su posición”.
Por ello, ha declarado el máximo directivo del banco, “la clave para que los bancos podamos competir es la confianza en base al uso responsable de sus datos, su privacidad y nunca dando esa información a terceros sin su consentimiento”.
Además, está la regulación. Jordi Gual ha recordado que la banca está sujeta a una extensa regulación y supervisión continua por parte de las autoridades. En esta línea, el presidente de CaixaBank ha afirmado que desde las administraciones se están propiciando cambios regulatorios que facilitan la entrada de los competidores tecnológicos en el sector, como la normativa europea PSD2, que exige la apertura de los datos de los clientes bancarios a los nuevos operadores.
Gual ha advertido de que la entrada de estas empresas en el sector financiero puede llevar a situaciones de alta presencia en el mercado que a veces se consideran «posiciones de dominio«, un reto ante el que ha enumerado una serie de propuestas.
Una teoría para contener la tendencia de dominio de mercado de las bigtech pero que a la vez protege los aspectos innovadores que aportan es, en opinión de Gual, extender a estos operadores la portabilidad de los datos a la que están sujetas las entidades tradicionales, lo que reduciría barreras de entrada y a la vez equilibraría a ambos grupos. Además, el directivo ha propuesto que los nuevos operadores se comprometan a optimizar los datos «en el mejor interés del cliente y anteponiéndolo al suyo propio cuando hay conflicto».
Respecto al recurso a las autoridades de competencia como solución, el presidente de CaixaBank ha lamentado que estos organismos «actúan después de los hechos, son lentos y a veces llegan tarde, cuando ya es difícil revertir las consecuencias de los abusos de mercado». «Tenemos un conjunto de respuestas regulatorias y legislativas ante este reto, pero desde la banca también podemos competir, y lo estamos empezando a hacer ya en el puro mundo de las plataformas digitales», ha destacado Gual.
CAIXABANK Y LA CLAVE DE LA REPUTACIÓN
Para mantener la confianza de la banca en los clientes, una de las claves pasa por mejorar la reputación del sector en España. En este sentido, Jordi Gual ha explicado que la única manera “sostenible” es contar con entidades comprometidas ética y socialmente con su entorno, es decir, con «entidades financieras responsables que se preocupen de los entornos en los que operan».
Para ello, ha indicado Gual, las entidades tienen que evitar “el cortoplacismo en sus actuaciones y apostar por el largo plazo en sus objetivos”. “Un sesgo cortoplacista es nocivo”, ha afirmado el presidente de CaixaBank. «Una visión a largo plazo tiene claro impacto en los resultados económicos, ya que se presentan mejores resultados en volatilidad y retorno total a accionistas», ha añadido, tras resaltar que «orientar a largo plazo acaba siendo mejor también para los titulares de acciones».