El vicepresidente ejecutivo de Anfac, Mario Armero, ha analizado los principales retos y problemas a los que se enfrenta el sector del automóvil en España, una industria que representa el 10% del PIB nacional.
Las ventas de turismos en España acumulan ocho meses de caídas y la patronal de los fabricantes ha mostrado “cierta preocupación”. A este retroceso en las matriculaciones se une una menor producción en las 17 plantas distribuidas por la geografía nacional en 2018 y los primeros meses de 2019, así como la incertidumbre de la sociedad en torno a la decisión de compra de un nuevo automóvil.
Mario Armero ha participado en la segunda jornada del XXXVII Curso de Economía que la Asociación de Periodistas de Información Económica (Apie) organiza en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander (UIMP). El vicepresidente de Anfac ha encendido la señal de alarma en un sector que aporta más de 14.000 millones de euros a la balanza comercial española con exportaciones a más de 100 países.
Para Armero, “el gran problema de la contaminación de los coches es que son muy antiguos y hay que renovar la flota del parque”. Con una media de edad superior a los trece años, el vicepresidente de la Anfac ha destacado que “no queremos más coches, sino más nuevos, menos contaminantes y más tecnológicos”. Como ejemplo, Artero ha señalado que “hay automóviles viejos que deberían ser achatarrados y que o bien están siendo utilizados de nuevo o mandados a África”. Es más, “se están vendiendo más coches de 20 años que nuevos”. “Esto no debería ser así”, ha reclamado.
Desde Anfac son conscientes de que el automóvil en propiedad ha dejado de ser un bien aspiracional como décadas atrás. “Ahora no vendemos coches, vendemos kilómetros y a eso nos tenemos que ajustar en entornos urbanos sin olvidar los rurales”, ha afirmado Mario Armero en su intervención.
Ese cambio de paradigma va acompañado de la incorporación del vehículo eléctrico al parque móvil español. Sus ventas son de las pocas alegrías que tiene el sector, pero apenas representan un 1% del total. Las plantas españolas están preparadas para producir 16 modelos eléctricos. Esta cifra es menor de la que desearía el sector. Si el país quiere mantener su segunda posición como fabricante europeo y octavo mundial, todos tienen que remar unidos.
EL SECTOR DEL AUTOMÓVIL, UNA CUESTIÓN DE ESTADO
En este sentido es donde Mario Armero ha solicitado al nuevo Gobierno que impulse una política integral y coordinada de apoyo al vehículo eléctrico y que se establezcan objetivos intermedios «realistas» hasta la total descarbonización.
Para empezar, Mario Armero ha trasladado su preocupación por el hecho de que en España haya «cinco leyes de cambio climático y 54 planes de calidad del aire», pues considera que la mejor opción es una solución conjunta. “El cambio climático no es cuestión de localismos, sino algo planetario”, ha recordado.
Anfac apunta que la mejor medida para apoyar la venta de coches eléctricos sería un IVA reducido para los modelos con estas motorizaciones
La Unión Europea ha mostrado en camino a través de las correspondientes directivas qué ocurre en 2025 y en 2030. Es más, indica que en 2050 tenemos que llegar a la descarbonización total. “En España se quiere llegar hasta ahí y afirmar que Anfac lo suscribe totalmente”, ha constatado Armero. Ahora bien, pueden convivir los automóviles modernos de motorización diésel y gasolina, mucho menos contaminantes que los viejos, con los modelos alternativos (eléctricos, enchufables y de gas natural). «Y, si se van a restringir las ventas de coches de combustión, que se apoye la venta de coches eléctricos«, ha apostillado el directivo. Por ejemplo, ha apuntado que «la mejor herramienta» para apoyar el coche eléctrico sería un IVA reducido.
A pesar de los necesarios esfuerzos por la electrificación y renovación del parque móvil español, el directivo de Anfac ha indicado que «no existe ninguna discriminación contra el diésel frente a la gasolina«. Alguien que tenga un coche diésel puede estar tranquilo, aunque haya zonas, como Madrid o Valladolid, donde haya restricciones, que son iguales tanto para diésel como para la gasolina», ha señalado.