En estos momentos España está asumiendo muchos apellidos, quizá demasiados. En dos de ellos los operadores locales se ven como parte de la solución. Así, para la España “vaciada” que necesita también ser España “conectada”, las compañías de teléfono regionales mantienen su inversión para llevar sus redes a todos los lugares.
Pese a la intención de Telefónica de cablear con fibra prácticamente todo el país, siempre quedarán zonas donde no lleguen. O regiones a las que todavía falta un tiempo. Básicamente porque no siempre es rentable invertir en localidades pequeñas donde, además, nadie garantiza la totalidad de clientes.
Ante esta situación, la organización de operadores locales, Aotec, mantiene un papel activo para reclamar un protagonismo en estas regiones. Para ello sabe que tiene que ser partícipe activo en las políticas nacionales. Y ese trabajo empieza por ver cara a cara a quienes terminan promoviendo las cosas.
Por eso, el presidente de Aotec, Antonio García Vidal; y el secretario de Estado para el Avance Digital, Francisco Polo, han mantenido esta semana un encuentro en el que han abordado “el futuro desarrollo de las telecomunicaciones en España para que éstas logren igualar personas y territorios evitando crear pobres digitales”.
Quizá la reunión se aborda desde una perspectiva algo amplia. Pero también hay que tener en cuanto que los operadores locales han sido muy exigentes con ciertas políticas públicas, sobre todo en tema de ayudas, y por eso ahora toca limar asperezas y trabajar de manera conjunta.
Es necesario. La fuerza de los operadores locales es palpable en muchas regiones. Lo que necesitan, lógicamente, es competir en igualdad de condiciones. O, al menos, sin que los grandes operadores, que tienen el capital de su parte, entren con ventaja donde no la tienen.
TODO SUMA
En los puntos de la reunión, García Vidal y Polo han analizado la situación del despliegue de la banda ancha en España, que presenta una cobertura de redes de banda ancha de 100 Mb/s que alcanzó el 80,9% de la población en junio de 2018, según datos del Ministerio de Economía. Además, el secretario de Estado ha explicado su ‘Estrategia España Emprendedora’ como una de las palancas para impulsar la digitalización de la sociedad, entre otros instrumentos.
En cuanto a la banda ancha, son cifras de penetración elevadas que sitúan a España a la cabeza de la UE y a las que “ha contribuido el operador local de telecomunicaciones” con su presencia en zonas rurales, donde lleva extendiendo fibra óptica desde 2007, antes de que en 2011 comenzara a generalizarse su uso, asegura el dirigente de Aotec, añadiendo que “en las zonas donde estamos no hay brecha digital y se frena la despoblación”.
Ambos responsables han coincidido en que es necesario un buen desarrollo de las infraestructuras de telecomunicaciones en los próximos años como palanca para la transformación digital de la sociedad y para que las empresas no pierdan competitividad en función de su ubicación geográfica. Lograr que la totalidad de la población tenga acceso a internet de alta capacidad es un objetivo de todos los países de la UE y el siguiente salto será la implantación del 5G.
En este sentido, el presidente de Aotec ha subrayado que el operador local puede desempeñar en el desarrollo del 5G –la nueva generación de comunicaciones móviles-el mismo papel que con la fibra, contribuyendo a un rápido despliegue y monetización de las redes, siempre que la Administración facilite esta vía mediante normativa.
“El operador local podría desplegar infraestructuras 5G en sus territorios utilizando parte del espectro, dado que ocupa multitud de zonas que para las grandes empresas no van a resultar rentables. Todos sabemos que se comenzará por las grandes ciudades, Madrid, Barcelona, Málaga… y que pasarán años hasta que llegue a zonas rurales, perjudicando a empresas y ciudadanía”, asevera García Vidal.
En cuanto al FTTH (fibra hasta el hogar) ha recordado que el operador local ha sido decisivo a la hora de desvelar las ‘zonas blancas’, es decir sin cobertura de banda ancha terrestre existentes en España, y ha contribuido a cubrir este déficit no sólo con ayudas, sino también por la expansión de sus empresas financiada con fondos propios. Asimismo, ha señalado el crecimiento y dinamismo de un sector que cuenta con casi 800 empresas que generan 6.000 puestos de trabajo en áreas rurales, y realizan inversiones por valor de 766 millones de euros en activos para mejorar anualmente sus redes y servicios.