Uno de los secretos mejor guardados por la empresa pública Correos ha sido la nueva imagen lanzada para adaptarse a los nuevos tiempos. Una estrategia que culmina el plan de transformación de Correos en el que la internacionalización y la digitalización juegan un papel importante; pero que plantea dudas sobre el desembolso de esta medida. La empresa no ha sido capaz de aclarar la inversión necesaria para efectuar cambios de logo en los miles de vehículos o uniformes de empleados que tiene; además de edificios y otros espacios corporativos.
“Lo iremos haciendo poco a poco según vayamos renovando material. El coste es alto, pero como es paulatino hay que hacerlo sí o sí”, aseguró el presidente de Correos, Juan Manuel Serrano, quien afirmó que “no hay una inversión inicial”. Tras la presentación oficial de la nueva identidad corporativa, Serrano destacó que la cuantía “variará” dependiendo del momento ya que “un año se cambiarán 800 furgonetas y otros 1.000”, por ejemplo. De ahí que sea difícil “dar una cifra cerrada”; aunque “entrará dentro de los planes operativos anuales”.
Ese coste elevado se suma al complicado proceso de cambio. Hay que tener en cuenta que Correos cuenta con una flota de 14.000 furgonetas, coches y motos (594 vehículos eléctricos) y una plantilla de 51.000 profesionales (52% mujeres y 48% hombres), que prestan servicio cada día a través de sus cerca de 8.700 puntos de acceso con más de 1.700 unidades de reparto, distribuyendo cerca de 11 millones de envíos diarios.
En total, son 300 millones de logos insertados en uniformes, furgonetas, buzones o edificios, entre otros. Un cambio que, aunque se alargue varios años, genera dudas sobre la elevada inversión que supone.
La empresa pública adjudicó en 2017 el contrato para el cambio de imagen a la agencia Summa por valor 250.000 euros. Además, a este coste se suma la campaña de publicidad y comunicación que Correos pondrá en marcha para anunciar la nueva imagen en medios de comunicación y otros soportes. Campaña que irá acompañada a ritmo de trap.
El objetivo de este cambio de imagen es adaptarse a “los nuevos tiempos” de la empresa, en la que ha dejado de ser una mera firma postal para convertirse en uno de los primeros gestores de envíos de paquetes del país. Se trata de un diseño más “sencillo, ágil y abierto”, y sin compañía del nombre de la empresa.
EL NUEVO CORREOS: INTERNACIONALIZACIÓN Y NUEVAS FÓRMULAS
El cambio de imagen llega en un momento álgido para los planes estratégicos de Correos. Tras alcanzar un acuerdo con los trabajadores que “permite estabilidad laboral al menos los próximos dos años”, según el presidente, ahora Correos apuesta por la internacionalización. A principios de año, Correos Express –filial de paquetería urgente Correos– acordó la compra del 51% del capital del operador logístico portugués Rangel.
Se trata de la primera incursión fuera de España de Correos, que también tiene puesto el foco en el sureste asiático. “Esperamos que sea este mismo año, no a mucho tardar. Hay muchas opciones y tenemos algún país”, señaló Serrano, que se mostró cauteloso para preservar las negociaciones. En 2017, Correos ganó 160 millones de euros procedentes de servicios postales y telégrafos proporcionados a terceros países.
Asimismo, la empresa postal lanzó recientemente un marketplace para resucitar el comercio en los pueblos con la venta de productos locales. Plataforma que ya está en funcionamiento. “Queremos ser los aliados del pequeño productor español. Estamos trabajando más en la tarea de alimentar la plataforma que explotar la venta”, señalo Serrano.
Correos cuenta con la infraestructura perfecta para ofrecer el servicio de entrega con más de 30.000 carteros repartidos por toda España, casi 2.400 sucursales y 5.000 CityPad (terminales automatizadas de recogida y depósito de paquetería).
Así, Correos confía entrar en beneficios a partir del próximo 2020 gracias al crecimiento de su negocio de paquetería derivado del crecimiento del comercio electrónico, las nuevas fórmulas de negocio y el inicio de la internacionalización. En el primer trimestre, ha logrado resultados positivos por primera vez desde 2011, obteniendo 15.2 millones después de impuestos, lo que implica una mejora en sus ingresos por encima del 12 %, ya que en 2018 registró unas pérdidas de 8,2 millones.