Ferrovial construirá un nuevo túnel bajo el río Támesis al Este de Londres. Este proyecto, por el que ha peleado hasta el final con ACS, está estimado en 1.000 millones de libras (1.150 millones de euros), según ha informado la publicación especializada ‘New Civil Engineer’.
Los dos grupos españoles eran los únicos que, por separado, habían presentado a comienzos de este año a Transport of London sus ofertas para lograr una obra que supondrá habilitar una nueva conexión subterránea entre las dos partes de la capital británica.
Transport of London procederá a partir de ahora a formalizar con la compañía que preside Rafael del Pino, como ‘preferred bidder’, el contrato, que se estima se firme antes de finales de mes, según dicha publicación.
Con este proyecto, Ferrovial refuerza la presencia con que cuenta en el mercado constructor británico, a pesar de que continúa con su estrategia de selectiva elección de proyectos en el país para sortear las incertidumbres que genera el ‘Brexit’.
El proyecto es considerado de «relevancia nacional» para Reino Unido, que destinará 1.150 millones de euros para este doble túnel de 1,4 kilómetros.
Para ACS, la consecución del proyecto habría supuesto sumar dos ‘macrocontratos’ en Reino Unido en apenas unos meses, toda vez que recientemente se hizo con la construcción de una de las estaciones de la primera línea de AVE del país, la estación de Euston, también en pleno centro de Londres, presupuestada en 1.650 millones de libras (unos 2.000 millones de euros).
El proyecto adjudicado ahora consiste en construir un doble túnel de unos 1,4 kilómetros de longitud bajo el río Támesis en la zona Este de Londres.
NUEVO VÍA PARA SALVAR EL RÍO
La nueva infraestructura enlazará la denominada Península de Greenwich con la zona de Silvertown y habilitará así una nueva vía subterránea para cruzar de una parte a otra de las dos zonas de la ciudad que separa el río.
Se trata de una obra considerada de «significativa relevancia nacional» por el Gobierno de Reino Unido, con la que se busca liberar la alta congestión que presenta el próximo Blackwall Tunnel, una infraestructura que data de la década de los sesenta y actualmente está al máximo de su capacidad.
Además, pretende mejorar las conexiones y la fluidez del tráfico en la ciudad y, en consecuencia, recortar el impacto medioambiental por los atascos y los tiempos de viaje.
Según ‘New Civil Engineer’, la adjudicación del contrato se ha demorado unos cinco meses respecto al calendario inicial para permitir que los estudios sobre los terrenos en los que se construirá el túnel concluyeran.
De esta forma, el plazo de ejecución del proyecto también se ha movido hasta 2024, un año después de lo inicialmente estimado.
Ferrovial se perfila como adjudicatario de la obra en tanto la pretende centrar su estrategia en construcción de grandes infraestructuras una vez cierre la venta de su división de servicios actualmente en marcha.
La compañía consigue este proyecto después de que recientemente afrontara una provisión de 345 millones por la demora que acumulan tres obras de autopistas en Estados Unidos, que sucede a las realizadas el pasado año para sanear su negocio de servicios británico.