Llega el fin de semana y toca almuerzo en casa de tus padres. Llegas y tu madre te recibe con un abrazo interminable y un plato de lentejas con chorizo que podías oler desde el aparcamiento. La famosa dieta mediterránea es conocida en el mundo entero por lo completa que resulta. Aunque su íntima relación con los embutidos hace que sus platos tradicionales contengan más grasa de lo deseado.
Como todo, en exceso, puede ser contraproducente para la salud. Sin duda, los embutidos son un producto tradicional muy recomendable. Su contenido en fósforo, zinc y hierro, además de en Vitaminas B1, B3 y B12, lo convierten en un alimento muy completo. Sin embargo, por su contenido en grasas saturadas, se recomienda consumirlo de manera responsable.
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4EL SALCHICHÓN
¿Qué niño no ha salido al patio alguna vez con un bocadillo de salchichón en la mano? Se trata de uno de los embutidos más comunes. Muy popular entre las familias por su precio y su sabor. Es elaborado con picadillo de carne, tocino, sal y especias. Su valor calórico es de 454 calorías por cada 100 gramos.
Según informa la FEN y la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (ANICE), el salchichón tiene un 38,1% de grasa. De ellas, 12,3 gramos son saturadas, 15,93 gramos son monoinsaturadas y 5,83 son poliinsaturadas, todas cada 100 gramos de producto. Estos porcentajes variarán dependiendo del fabricante y de la receta. No es lo mismo hacer este embutido con carne vaca que hacerlo con carne de jabalí.
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