Ambiente bélico en la industria televisiva: la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia ha rechazado el propósito de enmienda de Atresmedia y Mediaset en materia publicitaria y el expediente está visto para sentencia.
Las multas podrían rondar los 100 millones para cada operador, aunque fuentes televisivas explican a MERCA2 que la cifra podría estar más cercana a los 30. Mediaset no quiere esperar sentado a que llegue la sentencia y ha decidido ponerse la venda antes de producirse la herida.
El grupo dirigido por Paolo Vasile ha anunciado que piensa recurrir una sentencia que todavía no se ha dictado y ha denunciado en un comunicado «la animadversión mostrada públicamente de forma reiterada por el presidente de la CNMC, José María Marín Quemada».
LA HEMEROTECA DE MEDIASET CONTRA MARÍN QUEMADA
Mediaset ha tirado de hemeroteca para denunciar una supuesta campaña de Marín Quemada, que en 2015 afirmó que «debería haber al menos cuatro grandes actores para asegurar la competencia» y aseguró que «a nosotros (por la CNMC) los duopolios nos ponen extremadamente nerviosos, por no hablar ya de los monopolios. Sólo cuando tenemos cuatro, estamos más tranquilos».
En 2016 explicó que el posible dominio de mercado de los dos grupos «tiene mucho que ver con los sucesos del pasado, que han hecho que, a través de concentraciones de canales, tengamos en estos momentos dos grupos de referencia en televisión, y otros dos grupos más pequeños a los que no llega la publicidad, que es lo que da vida y sangre en definitiva a un canal».
Según afirmó Marín Quemada, los grupos más pequeños «tienen dificultades terribles para competir con esos dos grupos de referencia, que basta con que se miren uno a otro dentro de ese duopolio para que se alcancen por la tácita posiciones comunes».
En 2017 aseguró que «el oligopolio en el tema de las televisiones nos preocupa muchísimo. Hay un duopolio clarísimo, llamando las cosas por su nombre, que está empezando a preocupar extraordinariamente a la CNMC (…) Cuantos más agentes haya en un mercado como este mejor les irá a los anunciantes«.
Y hace unas semanas explicó que en España existe «un duopolio tremendamente inquietante en lo que supone para los costes de las empresas, y extraordinariamente malo para lo que tienen que pagar los ciudadanos».
Marín Quemada aseguraba que «las empresas son los anunciantes de las televisiones, y si dos se ponen de acuerdo, esto es extraordinariamente malo para los consumidores de espacios de publicidad, que les genera un incremento del coste».
Mediaset explica que, «ante una resolución que parece ya decidida antes de tiempo», ellos confían «en que el Consejo de la CNMC estudie y decida desde la independencia y rigurosidad, dejando a un lado la posición parcial y personal del señor Marín Quemada, y espera que, tras un análisis profesional y objetivo, concluya que Mediaset España no ha incurrido en ningún comportamiento ilícito en el desarrollo de todas sus actividades, incluidas las comerciales, que son las que ocupan este expediente».
PATALETA Y RAZONES
Mediaset España ha lanzado su metralla más dura para evitar una sanción por las prácticas irregulares en materia publicitaria que habría practicado junto a Atresmedia para imposibilitar la existencia de otros operadores alternativos.
Es evidente que Mediaset y Atresmedia juegan en algunos campos en inferioridad de condiciones: las nuevas OTT apenas pagan impuestos, no tienen exigencias de invertir en ficción, no sufren Leyes de protección al menor y no tienen restricción alguna en materia publicitaria.
Pero da la sensación, viendo el intento de ambos operadores de rectificar en algunas prácticas, que Marín Quemada no andaba del todo desencaminado en unas declaraciones que ahora han sido sacadas de contexto para vender una persecución que quizás fue cometida por Paolo Vasile contra algunos rivales pequeños.
Paolo Vasile no habló en los mismos términos cuando el Gobierno quitó la publicidad de TVE, le entregó licencias en sucesivos concursos de la TDT pese a su amplia colección de canales y autorizó que comprase Cuatro, que en realidad estaba a punto de ser rentable y que fue puesta en venta por la ruina de PRISA, no por su inviabilidad.
El directivo seguramente está harto de las injerencias gubernamentales, véase las presiones que provocaron las caídas del ‘Caiga quién caiga’, ‘Pecado original’, ‘El gran debate’, ‘Te vas a enterar’ y ‘Las Mañanas de Cuatro’.
Y cierto es que tanto Atresmedia como Mediaset crean industria, cuentan con miles de empleados directos e indirectos, producen la televisión en nuestro país mientras otras majors americanas se dedican a doblar ‘latas yankees’, y contribuyen a la difusión de la cultura española por el mundo a través del cine y las series.
Pero de ahí a que Paolo Vasile se haga el mártir, media un abismo. El CEO no está acostumbrado a que no le den la razón, por muchos beneficios que exporte a Italia. Cada vez que algo se sale de su guión Mediaset demuestra su ferocidad. Y ese «algo» ahora se llama José María Marín Quemada, al que ayer Telecinco le puso una medalla.