La estrategia de Indra en los últimos años le ha llevado a obtener reconocimientos en varias áreas laborales. Su apuesta por el intraemprendimiento, la digitalización y la flexibilidad laboral, pero sobre todo su apuesta por los empleados como piedra angular desemboca en el exitoso desarrollo que atraviesa la consultora presidida por Fernando Abril-Martorell.
Los trabajadores de la empresa son el centro de la política interna de Indra. La retención y posterior potenciación del talento se lleva a cabo con iniciativas como Udemy for Business, una plataforma de aprendizaje con contenido bajo demanda, dando acceso gratuito a todos sus profesionales a más de 3.000 cursos especializados online que facilitan el rápido desarrollo de competencias y skills, tal como demanda actualmente el mercado. El autoaprendizaje continuo por medio de cursos internos y externos adaptados a cada perfil es otra de sus apuestas corporativas.
Los recientes reconocimientos que ha recibido la compañía incluyen la renovación Distintivo Igualdad en la Empresa, que concede el Gobierno español, y ha sido incluida en el Informe VariableD2019 como una de las empresas españolas con mejores prácticas en materia de igualdad, diversidad y género. No en vano es una de las tres compañías del Ibex 35 que cuenta con una mujer como consejera ejecutiva; cuenta con un porcentaje de mujeres en su plantilla del 34%, que es uno de los más altos del sector; y ha reducido al 2,7% su brecha salarial en 2018, ratio entendida como el porcentaje que las mujeres cobran menos que los hombres, considerando posiciones y responsabilidades análogas.
Por otra parte, la compañía apuesta por la diversidad generacional y confía en el impulso que los jóvenes pueden dar al cambio cultural, a la transformación digital y al desarrollo de nuevas soluciones y servicios. Los jóvenes talentos cuentan, a través del programa Smart Start, con planes específicos de formación, desarrollo, evaluación y progresión profesional para sus dos primeros años en la compañía y se integran desde su llegada en equipos de reconocido prestigio, junto a profesionales con experiencia que gestionan proyectos innovadores de referencia a nivel mundial, con soluciones tecnológicas líderes en diferentes sectores y con impacto real en la sociedad.
De esta forma, Indra ha conseguido consolidarse como uno de los mejores lugares en los que ejercer una carrera profesional, compaginándola con los aspectos personales de los profesionales. Y todo ello se ha producido en paralelo al proceso en el que la compañía ha cerrado una etapa de reestructuración y cumple, paso a paso, con los objetivos de su plan estratégico 2018-2020, de crecimiento y creación de valor.
ESPACIOS DE TRABAJO INNOVADORES Y DIVERSIDAD DE PERFILES
La flexibilidad laboral se ha convertido en uno de los valores principales de la empresa y la conciliación de la vida personal y profesional ya es una realidad. La tecnología, entre otras herramientas digitales, ha sido uno de los factores que ha hecho posible esto. Se trata de aprovechar los nuevos espacios y formas de trabajar para fomentar la creatividad, la innovación, la colaboración y el buen ambiente.
La gestión del tiempo es imprescindible, agilizar los procesos y promover la transparencia permiten a Indra colaborar internamente y compartir impresiones entre su mayor activo, las personas. La cultura corporativa se focaliza en los empleados, pero también en la diversidad de los mismos.
Parte de esta diversidad, potencia el papel de la mujer en la empresa. Y no se queda ahí, sino que busca acercar a niñas y jóvenes al mundo de la tecnología, ya que las cifras muestran que cada día se alejan más de los estudios relacionados con el mundo informático. Su distanciamiento no comienza en las universidades, a la hora de elegir su grado de formación, sino que se inicia en los colegios. Acabar con los prejuicios y ofrecer referentes femeninos es una de las prioridades de Indra.