El aceite de palma dando mucho que hablar en el sector. El último en cargar contra sus detractores ha sido el Grupo Ferrero. El director de relaciones institucionales de Ferrero Ibérica, Roberto Torri, ha asegurado que “prohibir el aceite de palma en los productos de alimentación hundiría la industria alimentaria” a la vez que ha cargado contra el Gobierno por lanzar“mensajes devastadores” sobre la industria.
El fabricante de productos como Nutella o los bombones Ferrero Rocher, es un firme defensor del aceite de palma sostenible. Torri ha señalado en un encuentro informativo que la presión que existe sobre el aceite de palma en la actualidad no se ha dejado sentir en los resultados de la compañía. “Esta polémica no ha perjudicado a nuestras ventas y la compañía no se ha planteado quitarlo”, ha precisado, ya que el 100% del aceite de palma que utiliza está certificado como sostenible.
Ferrero Ibérica, filial de Grupo Ferrero en España y Portugal, cerró su último ejercicio con unas ventas de 21.620 toneladas de producto y una cifra de negocio consolidada de 246,2 millones de euros, un 4,3% más respecto el ejercicio anterior. Además, la compañía cuenta con una cuota de mercado del 15,7% a España, y se posiciona como el mayor productor de chocolate gracias a su crema de untar.
Por otro lado, desde la compañía también se ha puesto en cuestión el sistema de etiquetado NutriScore que anunció en 2018 el Gobierno. Para Torri es “discriminatorio” porque hay productos como el aceite de oliva y derivados que no entran dentro. Se trata de un sistema que trata de facilitar al ciudadano información precisa sobre la calidad nutricional de cada producto y en el que Ferrero no participará por su carácter voluntario.
CRECERÁ A GOLPE DE ADQUISICIONES
Ferrero quiere impulsar su crecimiento internacional, donde está presente en más de 170 países, con adquisiciones fuera de Europa y por diversificar su portafolio de productos con la entrada en otras categorías como las galletas o los snacks. En España, donde la compañía trabaja en España para desestacionalizar el consumo de chocolate, de momento se descartan compras de empresas.
“La idea de la compañía es apostar por la diversificación, por lo que apostamos por entrar en nuevos mercados del sector del dulce como las galletas o los snacks, y por realizar compras fuera de Europa para acelerar nuestra expansión. Además, desde 2015 hemos empezado a crecer mediante adquisiciones, sobre todo fuera de Europa”, ha explicado Torri.
De hecho, a principios de abril el grupo Kellogg llegó a un acuerdo definitivo para vender sus negocios de galletas y otros productos relacionados a la corporación italiana Ferrero, por un importe de 1.300 millones de dólares. Asimismo, el pasado año llegó a un acuerdo con el gigante Nestlé por el que se hará con su negocio estadounidense del chocolate por unos 2.800 millones de dólares.