Una decisión política, un atentado o cualquier movimiento geopolítico tiene sus efectos hasta en la otra punta del planeta. Y esto es precisamente lo que les ha ocurrido a algunas cadenas hoteleras españolas que se han visto salpicadas por las medidas de Donald Trump en Cuba o el reciente atentado en Sri Lanka, donde Riu tiene un hotel. Situaciones que generan incertidumbre y mantienen en vilo al sector.
Más de 200 personas murieron y alrededor de 450 resultaron heridas el pasado domingo tras una serie de explosiones en cuatro hoteles de lujo, tres iglesias y un complejo residencial en Sri Lanka. Un atentado que también supone un duro golpe a la industria turística del país, que vivía sus mejores momentos tras la llegada de la paz.
Los expertos afirman las empresas turísticas se verán afectados por la caída de turistas con motivo del atentado. En Sri Lanka la española Riu tiene un hotel con 500 habitaciones, concretamente en Ahungalla. Un establecimiento con todo incluido pensado para el turismo familiar, deportivo y gastronómico, entre otros. Desde la cadena hotelera no han contestado a las preguntas de este medio.
Por suerte para la compañía, no se han visto envueltos en la polémica activación del título III de la Ley Helms-Burton, que permite establecer demandas en tribunales de Estados Unidos contra quienes se beneficien de propiedades confiscadas por el castrismo. Cerca de 20 hoteles españoles en Cuba se verán afectados por estas. Riu se marchó en 2015 del país.
Con más problemas se encuentra Meliá, que tiene hasta once hoteles en la isla. La compañía se defendió la semana pasada. “Confirmamos la no propiedad de Meliá de bienes o participaciones de bienes que pudieran ser objeto de potencial reclamación tras su expropiación en la década de 1960, y afirmamos que, de dirigirse alguna reclamación contra algún hotel, nuestro papel sería el de meros gestores hoteleros, con un rol equivalente al del resto de actores de la cadena de valor del negocio turístico”, afirmó la cadena en un comunicado.
Meliá se mantiene tranquila bajo el amparo y “la reacción promovida por el Gobierno de España y la Comisión Europea a las empresas extranjeras afectadas por una ley que se considera extraterritorial, y que nos pondría en el objetivo por el simple hecho de ser un actor económico dedicado al turismo”, detallaron.
No es la única con presencia en el país. Iberostar, h20 y NH también cuentan con establecimientos hoteleros en la zona. Esta última gestiona dos hoteles. Además, podría verse salpicada por la caída de visitantes en Sri Lanka, donde Minor –empresa que se hizo con el control de NH tras la opa lanzada el pasado año– tiene dos hoteles.