La Rioja Alavesa ha vivido estos días un cambio histórico. La Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa ABRA ha pasado a llamarse Asociación de Bodegas de Euskadi (ABE) con el objetivo de buscar, entre otras cosas, una mayor proyección internacional. Una decisión sin sentido muy cuestionada por su escaso quorum y con tintes nacionalistas que busca la escisión de La Rioja y condena a estos vinos, en última instancia, al olvido internacional.
“Después de 30 años de trabajo por y para la mejora del sector vitivinícola en la comarca Laguardia-Rioja Alavesa, como una evolución natural la Asociación de Bodegas ABRA da este importante paso”, así lo explicaban en un comunicado.
La asociación se reunió en una Asamblea General para aprobar los nuevos estatutos que incorpora el cambio del ámbito de actuación abriéndose a todo el territorio vitivinícola del País Vasco. Y aquí es donde surge uno de ellos mayores problemas. La decisión, como cuentan medios locales, se tomó con un quorum muy bajo: 12 votos a favor, seis abstenciones y dos en contra. Solo acudieron 20 bodegas de las cerca de 120 que forman parte de la asociación.
De hecho, la decisión ha causado tal revuelo en la comarca que muchos de sus socios han amenazado con abandonar la asociación, quien se ha visto obligada a organizar una reunión informativa para el próximo 2 de mayo, según afirman algunos medios locales.
Además, uno de los objetivos por los que se ha tomado esta resolución también carece de sentido. Según la asociación, “Rioja Alavesa y su sector vitivinícola ganará así más peso e identidad. Es este un espaldarazo al reconocimiento local, más visibilidad a nivel estatal y con una mayor proyección internacional”. Sin embargo, esta postura rompe con la identidad geográfica de la zona, por un lado; mientras que, por otro, pierde la fuerza y el peso del apellido Rioja Alavesa.
La proyección internacional de Rioja es mucho mayor que la de Euskadi. Las ventas exteriores de vino de Rioja alcanzaron en el interanual a septiembre de 2018, los 484,8 millones de euros, que suponen el 16,5% de los ingresos totales por exportación de vino en España, según datos del Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV). De hecho, en países como China triunfa. Su prestigio y recorrido internacional es mayor que el de los vinos de Euskadi, donde txakoli es su mayor exponente.
LOS PROBLEMAS CON LA RIOJA
Al parecer, detrás de esta iniciativa también se escondería un sentimiento nacionalista que busca la escisión la Rioja. Hace unos años, algunas de estas bodegas solicitaron al Gobierno Vasco la creación de una DOP propia denominada Viñedos de Álava. Sin embargo, la idea no llegó a cuajar. No obstante, el sentimiento seguía latente y se ha demostrado con la decisión de la asociación.
ABRA participa en el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada (DOC) Rioja como parte de la rama comercial, con una representatividad del 4% en este sector (en función de los litros comercializados) y un vocal. Como comarca de Álava, Rioja Alavesa forma parte de las DOC Rioja con 13.389 hectáreas junto con Rioja Alta (27.347 has.) y Rioja Oriental (24.590 has.). En total, 65.326 hectáreas de viñedo protegidas por la Denominación Rioja.
“La Asociación de Bodegas de Euskadi continuará con su labor de defensa y salvaguarda de ellos intereses de sus Bodegas en Rioja Alavesa, representatividad, promoción, generación de proyectos estratégicos y sectoriales, asesoramiento, formación y demás fines, ampliando sus servicios a cuantas bodegas del País Vasco deseen inscribirse y participar de las ventajas del asociacionismo”, apunta en su comunicado.