La fuerte competencia de Uber Eats y Deliveroo en algunos países y el todavía puesto vacante de director ejecutivo de Just Eat aumenta la incertidumbre sobre la empresa de comida a domicilio. Algunos inversores siguen desconfiando del “gasto considerable” en servicios de entrega propia y exigen nuevas estrategias.
Así de desconfiados se muestran algunos analistas, quienes apunta a la necesidad de invertir más para que las perspectivas de cara a 2020 mejoren. Su liderazgo en Reino Unido se tambalea frente a Uber Eats y Deliveroo. “Las ventas de Just Eat en 2019 deberían aumentar en aproximadamente un 35%, pero se están desacelerando, en un cambio hacia el servicio de mensajería y la entrega propia, que es clave para atraer a cadenas de restaurantes de marca sin una flota”, explican analistas de Bloomberg.
Y eso a pesar de que Just Eat cerró el ejercicio 2018 con un beneficio neto atribuido de 82,7 millones de libras (96,1 millones de euros), frente a las pérdidas de 102,7 millones de libras (119,3 millones de euros) contabilizadas en el ejercicio anterior.
En enero, Peter Plumb presentó su renuncia como consejero delegado de Just Eat, que designó a Peter Duffy, responsable de atención al cliente como primer ejecutivo interino. Sobre sus manos recae la tarea de encontrar un nuevo CEO, algo que hasta la fecha no ha conseguido encontrar.
Todo lo contrario que en España, donde en febrero la compañía nombró a Patrik Bergareche Sainz de los Terreros director general de la firma en España. En nuestro país comenzó a operar en 2010 (tras la adquisición de la Nevera Roja), y ya cuenta en la actualidad con más de 9.000 restaurantes asociados a su plataforma. Recientemente, Just Eat alcanzó los cinco millones de descargas de una aplicación que ya recibe más del 65% del total de pedidos que se realizan a través de la plataforma.
UN NEGOCIO EN AUGE EN ESPAÑA
En nuestro país, el servicio delivery aumenta con fuerza impulsado por plataformas como Deliveroo, Uber Eats, Glovo o Just Eat. Así, creció un 26% en España en 2018 y disparó un 7,3% las ventas de los establecimientos de comida rápida, hasta alcanzar los 3.820 millones de euros, según los datos del Observatorio Sectorial DBK de Informa.
El negocio de las hamburgueserías superó los 2.100 millones de euros, tras aumentar un 7,2%, mientras que el de las pizzerías creció el 9%, hasta los 690 millones de euros y el de las bocadillerías se elevó un 2,9%, alcanzando 575 millones de euros.